Finalmente quedó limpiecito. No hubo necesidad de acuerdo, coordinación de tres órdenes de gobierno, ni de gastar millones de pesos. La Canalización del Ro Tijuana en su cuerpo norte, en medio de la garita El Chaparral y la Avenida Internacional, fue despejada de las personas que en condiciones infrahumanas, ahí residían. Dos factores llevaron a la limpieza del canal y la puesta a resguardo de deportados, indigentes, enfermos y adictos que ahí residían, haciendo del perímetro una zona de peligro en materia de salud y un fenómeno social conocido como “El Bordo”: 1.- La naturaleza. Las lluvias que se registraron a partir del sábado 28 de febrero y hasta el martes 3 de marzo, obligaron a los residentes de “El Bordo” a salir de cuevas, techumbres y hoyos para salvar su vida de las corrientes de agua formadas por la tupida lluvia. 2.- La administración municipal de Jorge Astiazarán Orcí aprovechó el momento para evitar tragedias en la canalización, deshabitar la zona, enviar a los ahí protegidos a centros de rehabilitación, albergues y casas de apoyo, y meter maquinaria para limpiar los cerros de tierra que dentro del canal, permitían a personas sin hogar, crear espacios para vivir bajo tierra. En los días posteriores ha sido necesaria la presencia de unidades y agentes de la Policía Municipal de Tijuana para resguardar la canalización y mantenerla libre de escombro, tierra y personas. No siendo un lugar ni apto, ni con el propósito de albergar gente, sino construido para albergar las corrientes de agua, y la fuerza de la contenida en la presa “Abelardo L. Rodríguez”, el objetivo es que el canal se mantenga libre de personas. Día y noche en dos turnos, diez unidades con 50 agentes del Grupo de Operaciones Especiales, cuatro unidades con diez elementos del K9 de la Policía Municipal y cuatro unidades del Grupo Beta que coordina el Instituto Nacional de Migración (INM), vigilan la canalización en cuatro sectores hasta el Puente de la Buena Vista. El alcalde Astiazarán se había planteado el objetivo de limpiar la canalización, pero no había recibido apoyo por parte del Gobierno de la República o del Gobierno del Estado. Fue la lluvia, la situación de emergencia ante la alerta de ahogamientos en el canal, y la petición verbal del director regional de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Eduardo Ledesma Romo para entrar a la canalización y resguardarla -dado que es territorio federal-, lo que le permitió entrar y apoderarse de la situación para actuar y desahogar el canal del Río Tijuana. Ciertamente en los días siguientes deberá asumirse una coordinación de los tres órdenes de gobierno para mantener la zona libre de personas, dado que el Gobierno Federal es el poderdante de esa franja fronteriza, el Gobierno del Estado en la atención, vía las secretarías de Salud y la de Desarrollo, de los indigentes, enfermos y adictos que, no pudiendo regresar al canal, deambulan por puentes y avenidas de la Zona Centro, incluso durmiendo en las banquetas de edificios contiguos como el del Partido Revolucionario Institucional y el desayunador Salesiano. De hecho la Secretaría de Salud confirmó a ZETA que continuará brindando tratamiento médico a quienes ahí habitaban, “particularmente a los pacientes con tuberculosis, hepatitis, SIDA o sífilis, a quienes se monitorea en forma constante”, aseguró el doctor Héctor Zepeda Cisneros, jefe de la jurisdicción de Servicios de Salud en Tijuana. Indicó que aún no hay un programa definido derivado del desalojo de los migrantes e indigentes que pernoctaban en la canalización del Río Tijuana, “pero estamos dispuestos a coadyuvar en lo que se requiera”. Ahora el reto tanto de Astiazarán como de los gobiernos, será mantener despoblada la canalización. El desalojo Jorge Astiazarán aprovechó la coyuntura del peligro que el crecimiento del Río Tijuana representaba para los cientos de habitantes de “El Bordo”, que para el domingo 1 de marzo alcanzó un nivel máximo de 1.40 metros. A las cuatro de la tarde de ese día, el priista encabezó un sorpresivo operativo de rescate y desalojo, acompañado del INM, Grupo BETA, Bomberos, Unidad Municipal de Apoyo Social (UMAS), Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, y Secretaría de Seguridad Pública Municipal. La labor de desalojo tuvo una duración de 12 horas, tiempo durante el cual 220 personas fueron retiradas del lugar en camionetas tipo panel. A aquellos que fueron detectados con cualquier problema de farmacodependencia -152 en total- se les distribuyó en seis centros de rehabilitación para su tratamiento; los 68 restantes se canalizaron a un albergue ubicado en la Zona Norte. Hubo quienes calificaban para ser atendidos contra alguna adicción, pero no accedieron a llevar un tratamiento. A ellos simplemente se les retiró del lugar. Desde entonces, el canal quedó custodiado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, resguardo que se mantendrá en forma permanente gracias a un convenio signado la tarde del miércoles 4 de marzo entre el Municipio de Tijuana y la CONAGUA. De entrada, Carlos Mora Álvarez, presidente del Consejo Estatal de Atención al Migrante, calificó como violatorio el hecho de que elementos de la Policía Municipal custodien el canal del Río Tijuana, por ser ésta una zona federal. Aunque el jueves 5 de marzo, Mora dijo haber realizado un recorrido por el canal con el alcalde Astiazarán y haber puesto el Consejo a disposición. Del resguardo por agentes municipales, Noé Rivera, administrador de la Comisión Nacional del Agua, informó que “desde Los Pinos, el delegado (en Baja California) Eduardo Ledesma recibió instrucción para que nos coordináramos con la acción de rescate de ‘El Bordo’, emprendida por el gobierno de Tijuana”. Los rescatados Se estima que en el canal pernocta una población flotante integrada por migrantes, deportados e indigentes, cuyo promedio fluctúa entre 800 y mil personas, aunque en días de mal tiempo, como el domingo 1 de marzo, disminuye la concurrencia a cuando menos la mitad. Al momento de la evacuación, de acuerdo a la versión oficial, solo fueron localizadas 220 personas, 152 con problemas de adicción -entre ellos 16 mujeres-. Se les trasladó a los siguientes centros, donde recibirán tratamiento para su rehabilitación: CIRAC, El Mezón AC, Fundación Job, En Busca de una Nueva Esperanza, AC; CIRAD y al Instituto Municipal contra las Adicciones (IMCAD). Solamente 68 fueron llevados a un albergue, precisó Rosario Lozada, coordinadora del programa Mejora, implementado por el XXI Ayuntamiento hace un año, para apoyar con asistencia social y médica a los habitantes de “El Bordo”. La casa para migrantes Jehová Protege a su Pueblo, AC recibió a los rescatados, pero “no podíamos recibir más, no por falta de espacio, sino de cobijas”, compartió el encargado del lugar, Juan Antonio Sáenz, quien requirió al Municipio cobertores “para poder recibir a más personas, pero no lo hicieron”. El refugio cobra 15 pesos diarios por persona alojada, pero por el apoyo que recibe de algunas instancias de gobierno, como es la operación del comedor comunitario, a los desalojados de la canalización no se les cobraría. Sin embargo, a las 8:00 am del lunes 2 de marzo, en plena lluvia, fueron sacados del lugar “por labores de limpieza”, anotó el coordinador, asegurando que “ellos podrán seguir viniendo a dormir mientras se resuelve su problema”. En un recorrido efectuado por ZETA en las inmediaciones de “El Bordo”, los migrantes entrevistados coincidieron al señalar que fueron desalojados sin más opción para guarecerse que la calle. La limpia
Retirados sus habitantes durante la contingencia generada por las lluvias, “El Bordo” quedó resguardado por elementos de Seguridad Pública Municipal con la consigna de no permitir el ingreso a nadie que no tenga autorización. “Ya no se permitirá el reingreso de nadie, se mantendrá intacto porque es un tema social, económico, de salud pública, imagen y toral para la ciudad”, argumentó Bernardo Padilla, secretario general del Municipio de Tijuana. Para garantizar el no retorno de migrantes, adictos y todo aquel sin hogar que ahí se alojaba, el gobierno de Jorge Astiazarán ideó un plan, “la primera parte consiste en su resguardo y limpieza”, indicó Padilla Muñoz. La vigilancia policiaca se mantendrá en forma permanente, además, los tres accesos vehiculares de la canalización tendrán el paso obstruido y se colocarán letreros con la advertencia de que se consignará a toda persona que ingrese sin autorización. En cuanto al saneamiento del lugar, desde el martes 3 de marzo, con apoyo de constructores contratistas del gobierno municipal, se realizan labores de limpieza desde el límite internacional hasta el Hospital General, dividiendo la tarea en dos etapas: la primera concluirá en la Puerta México, y la segunda, en el Hospital General. El desazolve es coordinado por la Subdirección de Construcción de la Dirección de Obras e Infraestructura Urbana (DOIUM), a cargo de Alberto Téllez, quien informó que cuenta con el siguiente equipo: diez camiones de volteo, dos retroexcavadoras, una excavadora y un trascabo. En las labores es apoyado por cuatro supervisores y 215 personas llevadas de los centros de rehabilitación a limpiar el canal, como labor comunitaria. “No significará un gasto adicional para el municipio”, garantizó el funcionario, toda vez que se utiliza equipo y material del que ya se dispone. El resto de la Canalización del Río Tijuana, así como el Río Alamar, serán desazolvados por la CONAGUA, anunció el administrador de la dependencia, Noé Rivera. Los cuatro accesos al Río Alamar también serán restringidos. Pero a diferencia del municipio, la Comisión Nacional del Agua esperará se le asigne una partida para invertir en la limpieza, acción que además tendrá que licitar, por lo que no tiene un tiempo determinado para su realización. Rodulfo Figueroa, delegado del Instituto Nacional de Migración, refirió: “Al fin alguien tomó cartas en el asunto para resolver el problema de la canalización, nos toca a las demás autoridades apoyarlo”. Figueroa apuntó que luego del desalojo, se coordinará con el Municipio para gestionar ante la Federación apoyos de la Comisión Nacional Contra las Adicciones (CONADIC) para dar seguimiento al tratamiento al que se debe de someter a quienes habitaban ese lugar. También se insistirá para que el Municipio continúe destinando una parte del Programa Nacional para la Prevención del Delito (PRONAPRED), en la instalación de casetas de apoyo al migrante. “Sacarlos de la situación de calle y retornarlos a la vida productiva debe ser el resultado final”, subrayó. En 2014, un promedio de 33 mil 600 personas fueron repatriadas de Estados Unidos por Tijuana, de un total de 60 mil que se retornaron a Baja California. Del total, 14 mil 400 migrantes -24 por ciento- fueron regresados a sus lugares de origen, a través de programas como Somos Mexicanos y PRONAPRED. Y aunque algunos más volvieron por cuenta propia a sus hogares, al ser vecinos de esta ciudad o de lugares cercanos, muchos otros siguen intentando regresar a Estados Unidos, refirió el funcionario. La contingencia en el resto de la ciudad El exceso de humedad causado por las precipitaciones pluviales, que en Tijuana alcanzaron un promedio de 25 milímetros, provocaron contingencias como derrumbes, vehículos atascados, encharcamientos, drenaje tapado, deslaves, hundimientos, semáforos averiados, peligro de derrumbes, vehículos atascados, caída de bardas, árboles y postes de electricidad o de teléfonos. En el Ayuntamiento de Tijuana declararon la tarde del domingo 1 de marzo estado de prealerta, la cual se levantó a las doce de la noche del lunes 2 de marzo. En ese lapso se establecieron operativos permanentes para que elementos de Protección Civil, Bomberos, Dirección General de Policía y Tránsito, Seguridad Pública, Cruz Roja y Desarrollo Urbano, ayudaron a personas afectadas. El deslizamiento de taludes y derrumbes en siete puntos de la ciudad, afectando tanto a asentamientos irregulares como regulares. Una de las eventualidades fue el desprendimiento del rústico muro de contención de la privada San Esteban del fraccionamiento Delicias II, el cual se desprendió del talud de tierra el lunes 2 de marzo. “Estaba sola con mis dos hijas cuando escuchamos un estruendo, eran los pilares que se desprendían”, rememora la señora Briseida Díaz de los Santos. Ella habita en la vivienda número 20, la más afectada del lugar, y aunque ha pedido ser reubicada a otro domicilio, GEO, desarrolladora responsable de la edificación del conjunto habitacional, le dice que eso no es posible, “porque la escritura de esta casa ya está a mi nombre y no es posible un cambio”, comentó. No es la primera vez que la morada de la familia de Briseida está en riesgo, en 2010, cuando recién recibió las llaves de la casa, el talud de tierra le colapsó la barda del patio de la vivienda y derribó parte de lo que llaman muro de contención, que no es otra cosa que una pequeña barda hecha de piedra, cuyo material se desprende con cualquier movimiento.
Entonces GEO reconstruyó la barda, subió un metro más el “muro de contención” y le reparó la lavadora que se le descompuso al caerle el alud de tierra. Esta vez su vivienda no registró daños, pero el desprendimiento de tierra y rocas continúa, “temo por la vida de mi familia, pero no tenemos más a donde ir”, dijo desesperada. El representante de GEO se comprometió con las autoridades de Protección Civil a corregir la falla, informó el encargado de despacho de Protección Civil de Tijuana, Juan Carlos Méndez. Hasta la fecha trabajan en la colocación de los mismos rudimentarios pilares. Un deslave en la colonia Felipa Velázquez, provocó el derrumbe de un talud que a su vez causó el deslizamiento de un cuarto de madera, en el que habitaban un adulto y un menor de edad, quienes fueron evacuados y llevados con familiares. Protección Civil etiquetó la casa como de alto riesgo, mientras que autoridades de Control Urbano se comprometieron a apoyar con su reparación. La puerta de la vivienda del señor Caritino Pineda Lozano, de 67 años de edad, quedó bloqueada por el derrumbe de unas llantas que servían de cimientos, quedando él atrapado en la morada, ubicada en calle Miguel Hidalgo, Colonia Mi Ranchito, de donde fue rescatado y llevado con familiares. La caída de un talud terminó por agrietar la barda que divide la gasolinera ubicada en la rampa descendente a la Central Camionera, enfrente de lo que será el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) y la maquiladora CUBIC. El centro expendedor de gasolina ya había tenido problemas con el desprendimiento de tierra en las lluvias registradas el 11 de enero de este año, lo que motivó su cierre temporal. Protección Civil colocó cintas amarillas y el Municipio permitirá su apertura hasta que se corrija la falla, “algo que tendrán que resolver los particulares”, anota Control Urbano. En otro asentamiento catalogado como regular, Residencial Esperanza, se registró un movimiento de tierra sobre la calle Ilusión, sin afectar viviendas. Otras vialidades más fueron obstruidas por derrumbes de tierra derivados de escurrimientos de agua, entre éstas la Avenida Juan Ojeda Robles y el acceso al Cañón del Sainz. El señor Miguel Alvarado Torres, quien la noche del sábado 28 de febrero se quedó dormido en el cajón desarenador del Cañón Johnson, quedó atrapado en un islote, de donde fue rescatado a las 9:00 am del domingo 1 de marzo por oficiales del distrito Zona Centro. En la colonia Libertad se registró la inundación de una vivienda a causa de que el drenaje sanitario del domicilio se encontraba obstruido, los habitantes fueron evacuados y llevados con familiares, en tanto se solucionaba el problema. La casa se etiquetó con engomado amarillo. A excepción de este caso, las lluvias no causaron inundaciones, corregida la falla del drenaje pluvial colapsado en el fraccionamiento El Refugio, la tormenta solo dejó problemas de encharcamiento en vialidades, principalmente de la delegación Centenario, el acceso a Lomas del Mar, en los límites de San Antonio de Los Buenos con Playas de Tijuana. Lugares bajos como la Vía Rápida Oriente y Poniente, así como algunas vialidades de Los Laureles, también se vieron afectadas por encharcamientos, mientras que el acceso a La Morita y el entronque al Ojo de Agua y el fraccionamiento El Niño tuvieron severos problemas de encharcamiento, lugares en donde el Departamento de Limpia del Municipio, en coordinación con el Gobierno del Estado, procedieron a desaguar y a retirar la tierra. 74 accidentes Semáforos descompuestos y un incremento del 45 por ciento en accidentes viales, fue el saldo de los chubascos que se presentaron el pasado fin de semana y el inicio de ésta. Llantas en mal estado, exceso de velocidad y cambio intempestivo de carril, las causas principales. Desde la madrugada del domingo1 de marzo hasta el mediodía del lunes 2, Tránsito Municipal contabilizó 74 accidentes, ninguno con consecuencia fatal, aunque sí heridos -23 en total-, incluido un atropellado. En los incidentes participaron 65 vehículos, quedando ocho conductores a disposición del Ministerio Público, cuatro por conducir en estado de ebriedad completa; 55 más fueron multados por violar el Reglamento de Tránsito. Interrupción del servicio de CFE Choques a postes y robo de cableado causaron la interrupción del servicio de energía eléctrica en Tijuana, Tecate y Rosarito durante los días de lluvia, reportó el superintendente en Zona Tijuana, Luis Torres. En total se interrumpieron cinco circuitos de distribución, de 150 que maneja esta zona, tres de ellos debido a accidentes viales a causa de choque a postes y retenida. En los cinco eventos, 24 mil 235 personas, resultaron afectadas, un 4.67% de los 518 mil usuarios que en total conforman el padrón de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en los tres municipios. En Tijuana, a las 7:24 am del domingo 1 de marzo, el choque a un poste afectó a 7 mil 500 usuarios de las colonias 20 de Noviembre, Cubillas y Chapultepec; se recuperó a su mínima expresión a las 8:53 am. El conductor se dio a la fuga, dejando el carro abandonado. El 2 de marzo, otro accidente vial afectó a 6 mil 200 usuarios de las colonias El Laurel, Lomas del Refugio y El Refugio a las 4:00 am; a las 5:22 se recuperó al cien por ciento. En Tecate, el choque a un poste afuera de las instalaciones de Bomberos, interrumpió el servicio en más de 4 mil domicilios de la Zona Centro y la colonia Primero de Mayo; a las 5:00 am del 2 de marzo se corrigió la falla. El conductor huyó del lugar. Mientras que en Rosarito, el 1 de marzo, los daños a las instalaciones causados por las condiciones meteorológicas, por un lapso de media hora dejaron sin servicio a las colonias Reforma, Floresta del Mar, Lienzo Charro y Los Ángeles.
Limpiecito

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