La tarde del lunes 23 de febrero, inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al ambiente (PROFEPA) rescataron dos delfines de la especie diente rugoso (Steno bredanensis), uno de ellos fue liberado de inmediato, mientras que el otro fue puesto en un tanque de agua en las instalaciones del Centro Tecnológico del Mar (CETMAR). Allí fue intervenido por especialistas de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), del Museo de la Ballena y del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), para su posterior resguardo por parte de la PROFEPA. Francisco Gómez, director ejecutivo del Museo de la Ballena, recordó que el ejemplar llegó muy lastimado, por lo que se le encaminó a una embarcación hasta las instalaciones del Centro, allí fue puesto en un tanque o pileta que utilizan los estudiantes para las prácticas. “La primera atención fue preparar un estanque con agua salada para que no hubiera un inconveniente con el cambio de aguas, posteriormente los especialistas le comenzaron a dar los cuidados veterinarios correspondientes, aplicándole antibióticos, antiinflamatorios, todo lo necesario para que pudiera reaccionar, porque lo dejábamos solito y lo teníamos que estar manipulando para que no se ahogara”, manifestó. Este espécimen de alrededor de dos metros de largo, resultó seriamente lastimado por otros delfines que habitan la bahía, ya que esta especie de delfín es de aguas más profundas. “En coordinación con científicos especialistas, se le empezaron a dar los tratos veterinarios correspondientes, porque este delfín estaba muy lastimado, aparentemente fue agredido por los tursiones que habitan dentro de la ensenada de La Paz, porque son muy territoriales. Estuvo en observación durante casi 24 horas, ya cumplimos ahorita, se le estuvieron haciendo guardias, por fortuna ha respondido muy bien al tratamiento veterinario”, celebró Gómez. Una vez depositado en el tanque del CETMAR, al delfín se le suministró medicamento y fue alimentado para que recobrara fuerza y liberarlo, situación que ocurrió la tarde del martes 24 de febrero, aproximadamente a 10 millas mar adentro. “Como parte del protocolo que aquí mismo se ha implementado, es sacarlo de la Bahía de La Paz, digamos que la Bahía de La Paz es una especie de trampa para especies que no habitan aquí en el interior, entonces lo sacamos hacia aguas profundas, por enfrente del Mogote, a la altura donde están las dunas, que son aguas más profundas y abiertas; ese es un lugar donde ya lo estamos alejando del riesgo de perderse”, explicó el especialista. Investigadores mantienen en alerta la brigada de atención de mamíferos marinos varados en la Bahía de La Paz, ya que recientemente se ha presentado este tipo de sucesos, por lo que se trabaja en coordinación con diferentes instancias de investigación, autoridades y especialistas.