Molestos porque el gobierno estatal ha ignorado las peticiones de justicia laboral entre las que destacan prestaciones, seguro social y mejoras en salario mínimo; cientos de jornaleros mantienen sitiado el poblado de San Quintín, al sur de Ensenada. Abarrotes, tiendas de conveniencia, comercios y gasolineras permanecen cerradas para evitar atracos de los manifestantes. La única tienda “El Reloj” que abastecía a los pobladores fue saqueada. Huevos, tequila, cerveza, pañales y alimentos, entre los artículos, fueron hurtados. Los ánimos entre los jornaleros se tornan caldeados, linchamientos, detonaciones de arma de fuego y grescas a pedradas, se dejan sentir en el poblado de San Quintín. “No hay manera de salir del pueblo”, dicen quienes se encuentran atrapados. De acuerdo a información recabada, los líderes – que se calculan sean entre 10 y 12- de la Alianza de Organización Nacional, Estatal y Municipal para la Justicia Social perdieron el control de la lucha, que de primera intención no era vandalizar la causa, que se centraba en la dignidad y la justicia laboral de los jornaleros. Los manifestantes exigen dialogo con el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, que hasta el momento no se ha dado. De nada ha servido la presencia de Pablo Alejo, subsecretario de gobierno del Estado, tan no lo quieren en el sitio que hasta trataron de lincharlo.
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