Inauguran exposición del tijuanense Guillermo Arreola en el Museo de la Ciudad de México

La muestra “Sursum corda o la última canción” del artista plástico Guillermo Arreola fue inaugurada el jueves 19 de marzo de 2015 en el Museo de la Ciudad de México. La exhibición montada en el Distrito Federal es solo una parte de lo que el artista tijuanense exhibió en el Centro Cultural Tijuana (CECUT) entre julio y septiembre de 2014. De manera tal que Arreola (Tijuana, 1969) propone una retrospectiva de su impresionante obra pictórica en diversos formatos y plataformas como radiografías, discos de acetato, además de instalaciones de audio y video con dibujos digitales, creados desde por lo menos 2003 a la fecha. La exhibición tiene como antecedente individuales como “Ni tú escaparás” (2005), “No tanto un mundo” (2006), “Desde su puerto encendido” (2007), “Cuando mis ojos no estaban conmigo” (2008), “Todos los animales están desnudos” (2008) y “Semen” (2010); Autor de “La venganza de los pájaros” (FCE, 2006),  “Traición a domicilio” (Joaquín Mortiz, 2013) y “Fierros bajo el agua” (Joaquín Mortiz, 2014), Guillermo Arreola expresó recientemente en entrevista con Semanario ZETA su asombro y combinación de la escritura con las artes plásticas: “En general siempre tuve un gusto muy grande por las imágenes, fuera fotografía, pintura, el cine, el cine ahora menos; pero siempre tuve más que gusto ese asombro. Yo creo que tendría que ver con una percepción, sobre todo las imágenes fijas, me proporcionaron siempre un estado mental, un estado físico de lentitud, siempre en la contemplación de imágenes artísticas, encontraba yo una posibilidad de detener la celeridad con que corre la vida ordinaria. He hecho fotografía algún tiempo, pero no me considero fotógrafo, pero lo he hecho como una extensión de la pintura; la pintura siempre es el centro de mis intereses”. Junto a obra de Guillermo Arreola, también se inauguró el Museo de la Ciudad de México “Cuerpos habitados”, de Eugenia Chellet; “Arrabales de una vida, retrospectiva”, de Guillermo Scully; y “Rostros de la llama. Obra gráfica de Luis López Loza”.