Previo a su actuación en Mexicali y Tijuana, el músico e intérprete regiomontano Ramón Ayala quedó inmortalizado en el Paseo de las Estrellas, a las afueras de la reconocida discoteca Las Pulgas, sobre la mítica Avenida Revolución de esta localidad, donde el martes 24 de febrero, “El Rey del Acordeón” sumó un reconocimiento más en su trayectoria, entre Grammys, Discos de Oro y Platino por sus más de 35 millones de copias vendidas. Acompañado de sus Bravos del Norte, el cantante norteño afirmó estar contento de regresar a Baja California, donde espera dar una buena actuación para celebrar 52 años de carrera: “Estoy contento de regresar, tenemos algo bonito para ustedes, queremos hacer un repertorio con la historia de 52 años, de los 110 discos que hemos grabado. Pienso cantar hasta que el cuerpo aguante”, señaló. El artista será acompañado en el espectáculo por su hijo Ramón Ayala Jr., además del señor Eliseo Robles, antiguo miembro de Los Bravos del Norte, en la época en que el intérprete de “Chaparra de mi Amor”, “Tragos Amargos”, “Tristes Recuerdos”, “Mujer Paseada” y “Dos Monedas”, alternó junto a La Sonora Santanera, la Orquesta de Pablo Beltrán Ruiz, Rigo Tovar y Bronco. Sin duda, presentar el espectáculo “El Regreso del Rey” deja claro que pensar en el retiro, es para Ramón Ayala un tema archivado: “Yo apenas voy empezando, yo no me puedo retirar. Nací para ser músico, la única razón por la que podría retirarme es por una enfermedad en la que quede imposibilitado, que ya no pueda trabajar, entonces sí; mientras Dios me dé licencia y salud, seguiré haciendo discos y llevando canciones bonitas para mi gente. “Nosotros tenemos un proyecto desde hace más de seis años, de hacer la vida de Ramón Ayala para la pantalla grande, entonces filmaremos esta película. Ya hemos filmado unos 25 minutos, pero nos falta plasmar la historia de cuando yo nací hasta ahorita”, compartió. Con 110 discos en su haber, y más de mil canciones grabadas, Ayala explicó que pese a las altas y bajas de su carrera, está dispuesto a seguir adelante: “Nací para esto, para ser músico. A la edad de cinco años aprendí a tocar el acordeón, y toda mi vida he sido músico. A lo largo de mi vida, hemos pasado por cosas buenas y malas. Le hemos cantado a varias generaciones desde 1963, aquel público de aquel entonces, al de hoy, pasó a ser un público de múltiples edades”, agregó el intérprete que ha hecho históricas canciones como “Piquito de Oro”, “Las Casas de Madera”, “Recuérdame y Ven” y “Qué Casualidad”. Sobre la nueva música norteña, los actuales estilos de corridos y la clave para permanecer en la industria de la música, “El Rey del Acordeón” subrayó que muchos fenómenos musicales han nacido y alcanzado éxito, luego desaparecen, pero el fiel estilo norteño permanece con el paso del tiempo. “Me tocó alternar con muchos estilos, recuerdo el fenómeno de Rigo Tovar, luego Bronco y muchos grupos, a otros me tocó apadrinarlos, como a Los Invasores de Nuevo León y Barones de Apodaca. Sé que vendrán corrientes musicales, pero al igual que lo duranguense, funcionan, luego pasan de moda. Ahora están los corridos alterados, son diferentes a la música que nosotros hacemos, pero nosotros con el ritmo que tenemos seguiremos adelante, trascendiendo, porque la música no tiene fronteras. “Ahora todo tiende a ser digital, lo que permite que la música sea escuchada en todas partes, además, nuestra música norteña es del pueblo, es música que a la gente le gusta, le llega, y eso es en todos los niveles…, pero la clave es ser muy humildes, no cambiar a pesar del éxito. Vengo de una familia pobre que vivió en casa de cartón con techo de lámina, y piso de tierra, de ahí vengo. Cuando empecé en la música luché para mantener a mi familia que era muy numerosa, trabajaba en las cantinas por dos, tres pesos la canción. Trabajaba hasta las dos, tres de la mañana para llevar el sustento; entonces me di cuenta que cuando vino el éxito de Ramón Ayala, yo no podía ser otra persona. Hay gente que cambia cuando les llega el éxito, son capaces ni de saludarte. Tengo los pies bien puestos en la tierra, gracias a Dios, es una de las claves que me ha valido. Aparte de esto, ser responsable, darle su lugar al público”, añadió el abuelo de ocho nietos, a quienes desea heredar su pasión por la música. Para mantenerse vigente, Ramón Ayala dijo grabar temas de compositores actuales, con letras recientes y de lenguaje popular. Lanzará un nuevo disco bajo su propio sello, King Records, con el objetivo de realizar promoción y venta a través de internet. <p align=”left”>“Nunca habíamos grabado una canción chusca, el nuevo sencillo habla todo lo contrario a lo que canta Paquita la del Barrio, habrá controversia, me gusta porque si se oye este disco, posiblemente haremos un dueto, para grabar un disco, donde ella cante un tema y yo se lo contesto, y ahí nos vamos. Una cosa bonita, a ella le parece muy bien la idea, y en el futuro haremos algo juntos”, apuntó Ayala, quien cuenta con catorce vestuarios distintos para su gira “El Regreso del Rey”, entre los que incluye sacos con pedrería. Cabe destacar que el espectáculo, que tendrá lugar el sábado 28 de febrero en la Monumental Plaza de Toros de Playas de Tijuana, será distinto a los bailes masivos en los que el músico construyó su historial: “Hemos tratado de hacer algo diferente, por eso hicimos un montaje para el Auditorio Banamex en Monterrey, Nuevo León, un show donde la gente estuvo sentada, pero se paró a cantar y bailar sobre los asientos. Ahora en Tijuana esperamos nos apoyen, pues tenemos mucho que no nos presentamos; luego vamos a Hermosillo, Aguascalientes, Ciudad de México, Guadalajara, y recorreremos ciudades con ese tipo de lugares, más que nada por la inseguridad de los espacios abiertos”, puntualizó.
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