27.4 C
Tijuana
viernes, octubre 11, 2024
Publicidad

Establos en extinción

En Baja California quedan aproximadamente 45 productores de leche que abastecen a las  grandes pasteurizadoras en la región, que son Jersey, Lala, Azucena e Imperial. Tan solo en el sexenio de José Guadalupe Osuna Millán, 29 establos tecnificados se fueron a la quiebra. Ahora, de 28 negocios que había en Mexicali, cuando mucho quedan tres. En Tijuana sobrevive un promedio de 30. En tanto, a nivel nacional han quebrado 150 mil pequeños y medianos productores, quienes habían formado parte de tres y cuatro generaciones en dicho sector productivo. La importación anual de 45 mil toneladas de leche en polvo a nivel nacional, aunado a un mayor consumo del producto, debido a la constante pérdida del poder adquisitivo de consumidores, ha llevado a que la gente busque el sustituto aun a costa de no tener los nutrientes de la leche, advirtieron los productores. Entrevistados por ZETA coincidieron que las políticas públicas en el sector no han sido las más adecuadas. Por ejemplo, el precio por litro de leche que reciben los productores es de 6.25 pesos, con lo que apenas les alcanza para mantener la producción que no genera utilidad alguna. De acuerdo a la Asociación de Productores de Leche en Tijuana, el alimento debería costar 7.40 pesos por litro, lo que les generaría una leve ganancia que les permitiría seguir operando. “El aumento fue apenas un respiro porque tenemos deudas, las vacas comen todos los días, hay que comprar el alimento, pagar luz, agua. Además, hay que mantener un riguroso control de los animales con vacunas. Aquí no es como una maquiladora donde hay mucho producto, se baja la producción y dejas de pagar sueldos”, dijo a ZETA uno de los afectados que tiene su establo en Tijuana. Según el Consejo Estatal de Productores de Leche de Baja California, el sector en cuestión no ha salido de la crisis desde 2007, desde esa fecha han desaparecido 23 productores en la entidad, lo que representa un 30 por ciento del total. Testimonios Un productor de leche en Tijuana que hace aproximadamente cinco años cerró sus puertas en Mexicali, afirmó que el sector está totalmente desolado. Atribuyó el cierre a que en lugar de que el Gobierno Federal fortaleciera a los pequeños y medianos productores para que surtieran a las grandes empresas nacionales que ya venían entrando a Baja California, como Lala y Pasteurizadora de Juárez, esto no se hizo; además, las compañías quieren vender lo que producen en otros estados y dan preponderancia a las fórmulas lácteas. Según el consultado, el Gobierno Federal tuvo “la grandiosa idea de importar el producto en polvo, en tanto que el Gobierno del Estado nunca aplicó una estrategia para protegerles. Valga mencionar que tardaron seis años para recibir un aumento al precio del producto. Esto ha sido paulatino, es una falta de rentabilidad, no hubo estrategias adecuadas para que se integrara a la cadena productiva, el productor primario lleva los costos de alimentación, salud el animal etcétera. “Llega un momento que lo que tenías de capital te lo vas comiendo, y pues tienes que salvar tu capital,  ya la actividad que tenías con tractores, pick-ups, camiones; todo eso ya se acabó, mientras que para el que transforma el producto, su margen de ganancia es mayor cada vez”, finalizó. Por su parte, Héctor Manríquez, quien fuera predecesor de la tecnificación lechera bajacaliforniana, comentó que se retiró del negocio hace aproximadamente cinco años. “Ya no tengo ganado, pero no estoy nada arrepentido de haber cerrado mi establo. Esto ya lo veíamos venir con anterioridad, las plantas siguen pagando lo que quieren. En Mexicali la planta Imperial se vendió y les dieron diez días a los lecheros porque no les iban a recoger la leche, lo que producían se lo terminaron vendiendo a los queseros. Las compañías les bajaron la cuota porque no quisieron vender en seis pesos y el productor tiene que ver quién les recoge los otros litros”, sentenció. El problema a nivel nacional Las importaciones de  leche en polvo han perjudicado la economía de México, poniendo en riesgo la forma de vida de algunos sectores primarios, como es el caso de los productores de leche que, a nivel nacional, han quebrado 150 mil pequeños y medianos productores, quienes han formado parte de tres y cuatro generaciones en la actividad. Lo anterior de acuerdo al Frente de Productores y Consumidores de Leche. Ante tal escenario, el organismo exigió la inmediata intervención del Gobierno Federal para que lo antes posible se apliquen reglas que beneficien a los mexicanos y  se corrija el daño causado tanto a consumidores como a productores,  prohibiendo la venta de leche en polvo como si fuera leche, y que el polvo que se importe sea vendido como tal. Cabe mencionar que la industria mexicana incrementó cuantiosamente sus internaciones e importaciones de leche en polvo, de 60 mil toneladas en 2001, a 175 mil toneladas en 2013, esto es, un 200%. En el centro de la República, producir un litro de leche cuesta 5.90 pesos, y el precio pagado por la industria privada, es de 5.30 pesos en promedio. En tanto, productores del centro del país llevan más de dos meses sin poder colocar dos millones de litros diarios en el mercado, una parte ha sido vendida a 3 pesos por litro y otra es tirada al caño. Situación que resulta inaudita en un país que importa 15 millones de litros de leche por día (la tercera parte del consumo nacional), informó el organismo. El riesgo del cierre de productores El gerente general de la Asociación de Productores de Leche en Tijuana, José Luis Pinedo Luna, indicó a ZETA que han desaparecido el 45% de quienes entregan leche a las plantas pasteurizadoras en la región y, de producir un millón 200 mil litros, en la actualidad se generan 600 mil litros en la entidad, lo que  su vez, significa menos establos.   Agregó que de 2007 a la fecha, diversos factores han perjudicado. Caso concreto la sequía en Estados Unidos, que arrojó el daño de los forrajes, encareciendo la fuente de alimentación. El tipo de cambio también afectó al sector, pues gran parte de la medicina y el equipamiento se adquiere en dólares. “Las plantas tienen la posibilidad de importar materia prima para las fórmulas lácteas, lo que sucede es que las plantas nacionales internan dicho producto. El mercado de Baja California es de 200 mililitros diarios de consumo”, citó Pinedo. — ¿Cuánto más pueden durar en esta situación? “Estamos trabajando con malabarismos. Sería complicado, porque si en seis años disminuimos en 50 por ciento, y seguimos en estas condiciones, a lo mejor en seis años ya nos fuimos. Si lográsemos obtener un poco de utilidad entre el 5 y 10 por ciento que no tuviera un efecto público, eso nos haría mantenernos un poco más. Hay otras condiciones que nos pegan, tanto el crecimiento de la ciudad como la disponibilidad de agua y, sobre todo, regular las fórmulas lácteas, que cumplan con el etiquetado. Que la población distinga entre éstas y la leche.   “En el momento que deje de haber leche en este estado vamos a vivir las consecuencias de la volatilidad de los mercados, y ésta va a valer lo que quieran agentes externos”, sentenció. En torno al trabajo del actual gobierno estatal, el productor agregó que hasta el momento han llevado una buena comunicación y están en espera de una reunión con las empresas para tratar el tema del precio. Para concluir, recordó que anteriormente a nivel federal existía un programa en el cual se le daba un peso al productor para compensar la caída del precio, pero eso ya no existe. Lo que no es leche En 2006, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) publicó el estudio de calidad “Lecha y Fórmulas… ¿Lácteas?”. Son muchos los ejemplos de artículos que engañan al comprador, pues incluyen en la marca el vocablo “leche” o ilustraciones que insinúan, se trata de un producto lácteo. El documento cita: “Muchos de ellos no contienen ni siquiera el mínimo de proteína que requieren para ser fórmula láctea, esto es particularmente importante cuando el producto es usado como alimento para los niños”. De igual forma, el estudio menciona que las fórmulas lácteas o productos lácteos combinados (también conocidos “alimentos lácteos”) no son leche, ya que se producen a  partir de elementos de la leche con menor proteínas, y consecuentemente, baja su valor nutrimental, empero son más económicos para quien los fabrica. La estrategia del gobierno Por su parte, el director de Ganadería de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), César Corrales Fonseca, argumentó que hablar de un escenario caótico donde los productores de leche están desapareciendo, debe ser manejado con ciertas reservas, ya que  no estarían claros con lo que están haciendo como autoridad. Mencionó que en los primeros meses de la administración buscaron contener y estabilizar el sector para evitar que siguieran en picada. Para ello se buscó una reunión con las empresas pasteurizadoras y se logró un aumento en el precio por la materia prima de 6.03, quedando en 6.27 pesos por litro entregado en la planta. De acuerdo a Fonseca, lo anterior fue en base a diversas reuniones donde se analizaron los costos de producción, así como otros puntos críticos; el gobierno estatal fue mero facilitador, ya que no les corresponde establecer el precio, al estar al libre mercado en función de las plantas y productores. Otra de las acciones que han llevado a cabo fue la contención de productos y subproductos de otros estados, además de los intentos de la importación de leche a Baja California. “Todas las medidas no se hacen en función de apoyar a unos cuantos, sino a quienes participan en la industria. Nosotros lo reconocemos, hemos pasado por situaciones críticas. Ahora lo que sigue es empujar otros temas, como lo es una campaña de difusión al consumidor de lo que es la fórmula y empiece a demandar leche fresca para que se dé un crecimiento del sector. “Hemos estado platicando con las plantas y están dispuestos a unirse a este esfuerzo, no es solo interés de los productores. Ellos reconocen que se necesita hacer algo con el tema que estamos mencionando. Tenemos que empujar lo de la campaña para este año. No tenemos un recurso, pero le estamos queriendo abonar a ver cuánto podemos conseguir con el Gobierno Federal”, acotó. Por el momento las acciones también están encaminadas para un acercamiento entre lecheros y agricultores del Valle de Mexicali, para que los primeros incursionen en otras estrategias de alimentación como el maíz, en el ánimo de que se reduzcan los costos de producción. Acciones para el crecimiento del sector De acuerdo al Análisis del Sector Lácteo en México, elaborado en 2012 por la Secretaría de Economía para que el país cuente con una mejor perspectiva en el crecimiento de dicha cadena productiva, es necesario desarrollar políticas que beneficien el mercado nacional para fomentar la competitividad del sector de lácteos, por lo que recomienda: 1. Contar con materias primas de origen nacional e internacional a precios competitivos 2. Reorientar los apoyos de este sector con el objetivo de incrementar la productividad de las micro y pequeñas empresas dedicadas a esta actividad 3. Mejorar la calidad de los productos de acuerdo con estándares internacionales (normalización) 4. Fomentar la integración de la cadena productiva 5. Ampliar los programas de apoyo que solventen las fallas de mercado o de escala mínima presentes en el sector, como son la tecnificación de los hatos lecheros e infraestructura de manejo (tanques de enfriado, homogeneizadores y tratamiento de agua y residuos) 6. Ampliar las operaciones en las explotaciones lecheras familiares, previa capacitación de buenas prácticas de producción y comercialización  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas