Ha llegado ya el momento de activar esa balanza porque se me vino el tiempo y crece mi fina crianza. Estamos conscientes de ser constructores del destino y a veces no logramos ver que actuamos con desatino. Son tres años separados de mi familia bonita, dos hijos que yo he deseado estar con ellos ahorita. Sin embargo lo paseado conocido es mujercita ni tampoco lo bailado ni Dios del cielo nos quita. No niego que he disfrutado en ocasión de esta huida, pero también muy frustrado por mis acciones, mi vida. Me he sentido un poco triste por el tiempo, la distancia y sé que también sufriste y me extrañas en la estancia. Oh mi amada compañera, la cuna de mis desvelos, no te olvido en la bañera, la causa de mis anhelos. Yo no pierdo la esperanza, tú no olvides el cariño, vivimos en la añoranza de abrazarnos con los niños. Estando solo me arrepiento de mis errores pasados, se nublan mis ojos y siento que es un lastre muy pesado. Por la ambición y los vicios sufro por estar tan solo, por tu amor recobro el juicio y por mis hijos soy sobrio. De la vida yo he aprendido que existe el amor verdadero y a veces hasta un bandido requiere un cariño sincero. En mi mente hay otros planes, en el corazón espinas, no hay nada que nos separe y ustedes mi única estima. El destino nos separa, el amor nos tiene unidos y la distancia no para las ganas de estar contigo. El hombre cuando llegó a viejo pues nunca supo valorarlo, pero hoy que me encuentro tan lejos añoro lo que no he logrado. Vieran cómo los extraño, ya saben cuánto los amo, pero va empezando el año, ¡ya quiero estar a su lado! Mi mujer tiene fortuna, van los niños a la escuela, mientras que yo, aquí en Tijuana por mis actos, las secuelas. Si contemplaras las estrellas, yo me embeleso con una, reflejas tu sonrisa en ellas, nuestro semblante en la luna. La distancia no ha podido disminuir mi cariño, lo que el tiempo ha conseguido, amarte más, por mis niños. Si me quieres como pienso será más fácil mi espera, si me amas como siento mi mente se desespera. Muy pronto estaré en camino, los tiempos se están cumpliendo, yo volaré a mi destino, ya no estaremos sufriendo. Espero que nuestro reencuentro sea mejor que en los inicios, pues nuestro amor no es ningún cuento de tu amor yo guardo indicios. Mis querubines motivan mis ansias de querer mirarlos, a mi tristeza mitigan, pensar que llegaré a mimarlos. He tenido mucha suerte de encontrar este trabajo, mis patrones me hacen fuerte y no me dejan abajo. Si Dios quiere, lo permite, regresar con mis amores, la oportunidad repite, pero ya sin los errores. Joel Vizcaíno Parra Tijuana, B. C.
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