El expedicionario británico Ben Jamin estuvo en Tijuana, como parte de su recorrido en Combi que realiza por el Continente Americano y cuyo destino definitivo es Alaska. Aprovechó su estancia en la frontera para darle servicio a su vehículo, en un taller especializado en Volkswagen, con el apoyo del club de automovilistas “Baja Volks”, a quienes previamente conoció durante su paso por Playas de Rosarito. El joven oriundo de Jersey, Inglaterra, refirió a ZETA que tiene contemplado finalizar el trayecto en seis meses cuando más, pues pretende evitar que el mal tiempo en Alaska le ocasione dificultades. “Tengo que llegar antes de la nieve”, reconoció a propósito de las condiciones en que viaja (valiéndose de los mínimos recursos). Teniendo como ruta la línea costera, el próximo destino del expedicionario, según mencionó, es la ciudad de Los Ángeles, California. Ben Jamin se desplaza acompañado de una perra que adoptó en Lima, Perú, a la que a la que le puso el nombre de Alaska, en referencia a la dirección que lleva su viaje. Señaló que alrededor de cien personas de distintas nacionalidades, igualmente lo han acompañado a lo largo de distintos tramos. “Tengo puertas abiertas para cada persona que quiera viajar conmigo; solo compartimos comida y gasolina”. Sobre el origen del recorrido, el joven mencionó que hace tres años, luego de haber estado haciendo “back packing” por Sudamérica, decidió adquirir una Combi en Santiago, Chile. Desde entonces, indicó, se ha trasladado por países como Bolivia, Costa Rica, Cuba y Guatemala, entre otros. Para mantenerse en marcha, ha sido preciso reparar la Combi en no pocas ocasiones. “Desde Chile ya bajé y subí el motor diez veces”, se sorprende él mismo y observa a propósito: “Estuve viviendo un año en diferentes talleres”. En este sentido comentó: “Tuve que aprender (mecánica)”. A decir del entrevistado, en un primer momento cubrió los costos de gasolina y manutención con recursos propios: “Trabajé duro antes de salir de mi país, siete días a la semana, día y noche (para ahorrar)”. Actualmente, dijo hacerse de recursos en virtud de un sitio online (hastaalaska.com), el cual abrió para subir videos de su paso por diferentes rumbos, y con el que genera ganancias por concepto de publicidad. Como costos totales por día, para el financiamiento de la expedición, mencionó la cantidad de cien pesos. Además de los conocimientos que ha adquirido en cuestión de mecánica automotriz, idioma español y pesca con arpón (con el fin específico de sostenerse), Jamin ha aprendido distinguir ciertas diferencias entre la cultura latinoamericana y la sajona: “De los americanos -opina-, la familia es lo más importante. Y nosotros no pensamos así, pensamos en el trabajo, en ganar más, en comprar un coche más rápido”. Aunque en lo personal, no se considera materialista: “No quiero cosas, quiero momentos y recuerdos, quiero una experiencia”. Expuso que una vez que llegue a Alaska regalará su Combi y donará el 25 por ciento de sus percepciones económicas. Y después, “tengo otras aventuras, a ver qué cosas vienen”, remató.