Permítanme felicitarlas en el día y el mes de la mujer, quisiera poder abrazarlas, pero mi dama, me podría ver. Y es su fiel representante, pues llena los requisitos, da besos tan exquisitos, su presencia es muy importante. Les ofrezco mis respetos, les profeso admiración, aguanten a los Geppettos de cualquier generación. Nos inspira gran confianza, Soportan a los escuincles y no cobran ni una fianza, pues no les damos ni chicles. Debemos tomar conciencia, labora y no pide tregua, perfuma el hogar su esencia, aprendamos de su entrega. A los niños los educa, a las hijas las prepara, al hombre no lo caduca, algunas cosas repara. Mantiene limpia la casa, aunque a veces no parece, también arregla la cama y ni un descanso merece. Con poco dinero alcanza, alimenta a la familia, a la gente no hace transa, al perro ya no lo humilla. Si el marido la comprende será feliz en su casa, si por algo la reprende con la escoba irá de caza. A veces ya ni se arregla, pues el tiempo no le alcanza, si la visita la suegra: de carrera, el pelo se alza. Es valiente en los desastres, luchadora incomparable, a veces la hace de sastre, ¡motivadora imparable! Démosle el lugar debido, que merecen las mujeres porque siempre se ha sabido que sin ellas tú no puedes. En tus problemas te escucha, si estás triste te consuela, te invita a seguir la lucha, los contrastes, la cazuela. En abundancia o carencia, con la alegría o la tristeza hace gala de su paciencia, en su abrazo fortaleza. Poseen un sexto sentido, una gran inteligencia, no se enojan sin motivo, su amor resiste vigencia. Otras son más abnegadas, no lo toman tan a pecho, y se vuelven renegadas si les niegas sus derechos. Es la musa de un gran poeta, modelo de un buen artista, de los cantantes, su meta, de las estrellas, la arista. Como esposa es buen amante, siendo amiga es muy sincera, como madre, es un diamante, la mejor maestra, fuera. Gracias a Dios que tengo la mejor de compañera, por es que ahora vengo a recordar quinceañera. Porque ya me he convencido por treintaitrés primaveras que juntos hemos vivido: siempre has sido la primera. Se emancipan las mujeres, libérense de su yugo, mas no dejen sus deberes… ¡A sus derechos… más jugo! Joel Vizcaíno Parra Tijuana, B.C.
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