El 21 de noviembre de 2008 estalló la huelga en el hotel Los Arcos, inmueble que representaba un buen punto de concentración de turistas que acudían a La Paz. Su principal atractivo, la ubicación frente al Malecón Costero de la capital en Álvaro Obregón, entre Rosales y Allende. En ese entonces, los trabajadores denunciaron violaciones al contrato colectivo, por lo que ese día de temporada alta desalojaron a alrededor de 300 huéspedes. A más de seis años el conflicto sigue en pie, sin que una de las partes ceda, por ello, en rueda de prensa, uno de los propietarios del hotel afirmó que hay inconvenientes en el documento que presentó el Sindicato de Trabajadores Gastronómicos ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA). El empresario Mario Coppola Joffroy anunció que en primera instancia, el número de trabajadores registrados en el documento tomó en cuenta solo a 20, mientras el sindicato anuncia que son más de cien. La huelga que estalló el sindicato, se refiere al inmueble del hotel y no a la propiedad contigua (Cabañas Los Arcos). Este inmueble ha sido fuertemente dañado y sobre todo saqueado, por ello se solicitará una nueva inspección. “Las cabañas están acá en Mutualismo, entre Rosales y Bravo. Para estar checando, regando el jardín, checando las calderas, hay muchas cosas que mantener, la electricidad, se han dedicado a dejar entrar a vándalos a robarse todo lo que puedan; es un saqueo, estoy por pedir la inspección otras vez, pero con ustedes y la autoridad del Ministerio Público”, manifestó el propietario, quien a su vez, exigió le sea regresada el área de cabañas, ya que este inmueble no se incluye en el emplazamiento a huelga. Mohamed Medina de la Toba, presidente de la JLCyA, señaló que el recurso se acaba de interponer y se seguirá de acuerdo a los procedimientos que marca la propia Ley. “Referente al número de trabajadores, ese lo tendrá que determinar la autoridad federal, que estamos sub júdice a ver cuál es el resultado que arroja y dar la ejecutoria de amparo, referente a si es un bien inmueble o lo de las cabañas queda fuera. Es un recurso que acaba de interponer y que nosotros como Junta debemos analizar y dar la resolución correspondiente”, afirmó. Desde aquel entonces, el sindicato y los propietarios han librado una batalla al parecer interminable, en la que el único que ha perdido es el destino turístico, por la buena ubicación del hotel y el propio inmueble, que con el paso de los años ha resentido el descuido al que está sujeto. El presidente de la Junta señaló que se han llevado a cabo resolutivos, sin embargo, las partes no han convenido el problema. “El último resolutivo, y en acatamiento a las ejecutoria de amparo, es precisamente a que el pago de los salarios caídos sí era en salario tabular o salarios integrados, en esa una de las partes que tendrá que dirimir la autoridad federal, y ya se nos instruye si es determinada cantidad, nosotros tenemos que dar cumplimiento”. Medina de la Toba aclaró que la JLCyA se mantendrá en la misma dinámica y, mientras la autoridad federal no emita un laudo, seguirá al borde del conflicto, como mero espectador hasta que haya un fallo que convenga a ambas partes. “Promovió un recurso de amparo que estamos supeditados a que se solvente esa parte y, una vez que resuelva la autoridad federal, estamos por determinar lo que sea conducente o lo que nos instruya la autoridad federal”, finalizó. Mientras se llega a un acuerdo, tanto el hotel como Las Cabañas de Los Arcos mantienen sus puertas cerradas al público, cumpliendo ya más de seis años paralizados. El expediente que envuelve este conflicto es el II-137/2008.