Ante las inconformidades que se han generado entre algunos elementos de la Dirección de Bomberos de Tijuana por la participación de un taller externo en la reparación del parque vehicular, Carlos Gopar Uribe, titular de la dependencia, asegura que dicha estrategia ha generado mayor eficiencia. Con dudas y sospechas sobre el contrato que al Ayuntamiento tiene con el taller Monterrey Asistencia –ubicado en la delegación Mesa de Otay–, algunos bomberos hicieron ver sus inconformidades. Sostienen que a pesar que la dirección cuenta con su propio centro de reparación a un lado de su Estación Central en la Zona Norte de Tijuana con presupuesto y mecánicos asignados, desde el inicio de la administración por lo menos cuatro empleados fueron enviados a laborar en la empresa particular. Desde su punto de vista, se está desperdiciando recurso, así como personal que podría reparar las unidades en el espacio donde tradicionalmente lo han hecho. Sospechan de una relación entre el taller y el propio alcalde, donde no se está privilegiando el bienestar de la dirección. Sin embargo, Carlos Gopar asegura que el trato con la empresa se dio por los señalamientos que durante años se hicieron contra la operación del taller central, precisamente por supuestos malos manejos. No negó que entre el propietario del taller y el presidente municipal, Jorge Astiazarán, exista una amistad, pero dijo, lo que se privilegia es el funcionamiento correcto de la dirección. “El taller trae un compromiso muy grande con su ciudad y una amistad con el alcalde, entonces dice ´yo le quiero regresar algo a Tijuana´”. Para contextualizar, el director recuerda que al inicio de su gestión –en diciembre de 2013–, la mitad de las estaciones carecían de una pipa o de maquinaria ideal para extinguir incendios, porcentualmente un 40 por ciento del parque vehicular estaba fuera de servicio. Además, menciona falta de diésel y el endeudamiento con diversos proveedores. El trato con el taller Monterrey fue enviar a cuatro elementos con plaza de mecánicos a trabajar y capacitarse con ellos, para que de esa forma la mano de obra no se cobre y que solo sea lo correspondiente a partes lo que se erogue; en eso se invertirán los 5 millones 822 mil pesos presupuestados para refacciones, aceites y lubricantes, que antes se inyectaban en el taller central. En un recorrido hecho por ZETA en el taller externo, se apreció que cuenta con servicio de mecánica, tapicería, carrocería y rotulado. De acuerdo a los elementos de bomberos que ahí prestan el servicio, lo anterior permite que cualquier vehículo o máquina entre a la bodega y salga lista, sin necesidad de recurrir a otro tipo de proveedores y agilizando la reparación. Como resultado de esta estrategia y con la adquisición de siete unidades, sostiene Gopar que se cuenta con el 90 por ciento de los vehículos funcionando. Aseguró que el taller de la dirección no se abandonará y que ahí se realizan diagnósticos mecánicos antes de enviar las unidades al taller externo, “se avisa, se piden las partes y cuando llega allá ya están listas”. Consciente de que cuando termine su gestión nada garantiza que se sigan solicitando los servicios de la empresa, Gopar pretende que los mecánicos que actualmente reparan las unidades y se capacitan en el taller Monterrey, regresen mejor preparados a la estación central.
Bomberos se quejan de taller mecánico externo; la dirección aclara

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