“En este momento, no sabemos cuándo terminarán las protestas”, aclara el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en la alerta que levantó y mantiene desde las primera horas después de desatarse la rebelión de los jornaleros en San Quintín, en la que advierte a sus ciudadanos que tomen precauciones si visitan la parte sur de Baja California. Precisa que si bien las autoridades policíacas estatal y federal reportan que la Carretera Transpenínsular está liberada, la posibilidad de un nuevo conflicto permanece y se pueden encontrar barricas en áreas remotas de la carretera. “Se recomienda extremar la precauciones y estar alerta a las condiciones cambiantes a lo largo del camino”, sostienen. Las autoridades estadounidenses también señalan que después de los disturbios. “pedradas e incendios”, se suspendieron los servicios de combustible, bancos y víveres, y aunque los establecimientos han sido reabiertos, se debe estar preparado por la posibilidad de escasez. ZETA constató como desde este lunes, centros turísticos establecidos en puntos remotos más al sur de San Quintin, visitados casi exclusivamente por turistas norteamericanos, lucían desiertos, pues los viajeros prefirieron regresarse a la brevedad posible. Este miércoles, al sostenerse las negociaciones entre las autoridades de gobierno y los líderes de los jornaleros, y en la que se esperan se llegue a un acuerdo satisfactorio para las partes, hay un clima de temor entre la población. Las clases en los planteles educativos que se habían reestablecido el lunes pasado, el día de hoy fueron nuevamente canceladas. La totalidad de las tiendas OXXO, alrededor de 5 locales en todas las delegaciones, por ejemplo, no han abierto desde el día de los disturbios. Negocios de todos los giros, tapiaron con tiras de madera sus ventanas como protección de sus locales dado a los saqueos que llegaron a registrarse la semana pasada.