Los tijuanenses estamos empezando a vivir los tiempos pasados de inseguridad. Quienes más corren peligro son los empresarios, y como dice el presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Tijuana, el Sr. Juan Manuel Hernández Niebla, “los delincuentes entran por una puerta y salen por otra”, y en preocupación por sus agremiados aterriza que la causa es el alto grado de impunidad, que es el culpable de que la sociedad de Tijuana esté en alto riesgo. Para el buen entendedor pocas palabras. Además les hace un llamado a los tres niveles de gobierno donde están los artífices de la impunidad. Para nadie de la sociedad y medios ha quedado oculto que han sido detenidos delincuente peligrosos y después son liberados por ministerios públicos y juzgados de distrito, dizque porque no se cumplió con la ley en su detención y que el informe presentado contenía fallas de apreciaciones. Queda claro que la aplicación de la justicia es imperfecta, y lo más grave es que haya en la calle algunos policías coludidos con la delincuencia a quienes protege en lugar de detener, como ha sido denunciado recientemente. Para tranquilidad de la sociedad y empresarios es urgente que las corporaciones sean limpiadas de malos elementos, policías municipales, estatales y, por qué no, de federales; deben de someterlos a una evaluación muy estricta por el Centro Estatal de Control y Confianza, ya que existe un antecedente público donde en el Semanario ZETA No. 2127 se informa que 423 policías en el estado resultaron no aprobados por el C3 en el 2014, existiendo el riesgo que una cantidad de los reprobados esté en contubernio con secuestradores, narcomenudistas, extorsionadores y robo de vehículos, asaltos a transeúnte, robo a comercios y otros delitos, y queda comprobado además que estos policías reprobados son los causantes de los abuso de autoridad, corrupción en contra de la sociedad de bien. La ironía más destacada de este mes que termina fue la “encabritada” de las autoridades de los mandos de seguridad pública, por la filtración de información al Semanario “Libre como el Viento” de los policías que admitieron ser corruptos, o sea que quieren encontrar al buen elemento que pasó la información para correrlo, en lugar de premiarlo, ya que él sí quiere a la corporación liberada de corrupción y delincuentes, y por qué no proteger a su presidente municipal y sociedad. Ramón Rosendo Otañez Sánchez Correo: otanez@live.com.mx