La reunión se suponía privada pero los actores no lo son. La fama pública con la que cargan, para bien o para mal, hace que los marchantes volteen la cabeza para inspeccionarlos cuando a su lado transitan. No son celebridades pero sí harto señalados públicamente. Aparte la camioneta blindada no es la unidad más discreta cuando se quiere pasar desapercibido. Menos el vehículo que hace escolta a la blindada. Total que funcionarios y ciudadanos que se encontraban el jueves 29 de enero de 2015 en el Centro de Gobierno de Tijuana advirtieron la presencia del ex alcalde y priista Carlos Bustamante Anchondo. Ese día como dicen en el gobierno del Estado, Francisco Vega de Lamadrid “despachó en Tijuana”. Hacia su oficina se encaminó el ex alcalde. Y aunque la reunión fue a puerta cerrada, en el círculo principal del despacho del gobernador en Tijuana se enteraron después el motivo de la visita del ex alcalde priista al gobernador panista: pedirle que, en caso que Sindicatura de Tijuana persista en su objetivo de presentar una denuncia penal por peculado, abuso de poder y tráfico de influencias cuando él siendo alcalde otorgó concesión para espectaculares a la empresa de su hijo Carlos Bustamante Aubanel, le dé la cortesía política de “congelar” el expediente. Ahora sí que el miedo anda en blindada y con escolta. Solo falta ver si Arturo Ledesma concreta el compromiso que hizo con la ciudadanía de vigilar la buena administración de los recursos de la ciudad, y claro, si el Gobernador panista le hará el paro al ex alcalde priista.