Como en no muchas ocasiones, la Sala de Usos Múltiples del Centro Cultural Tijuana (CECUT) lució abarrotada el día en que reconocido historiador Lorenzo Meyer ofreció la conferencia magistral “La coyuntura política mexicana. Variables centrales”, el viernes 20 de febrero de 2015. Todos los asientos fueron ocupados por los visitantes, otros se disponían a escuchar de pie y una señora que iba llegando con dos de sus amigas al inicio de la disertación, alcanzó a refunfuñar: “Presiento que vamos a acabar sentadas en el piso”; lo cierto es que era una conferencia que no había que perderse pues no todos los días Meyer visita Baja California. Invitado por El Colegio de la Frontera Norte (El COLEF) como parte de las actividades relacionadas con el 30 aniversario de sus posgrados, Meyer Cosío ofreció un diagnóstico del país compartiendo datos duros de diversas fuentes, aderezados con una dosis de ironía que el público aprovechaba para carcajear o lamentarse. Citando el documento “Índice global de paz interna 2013” del Instituto de Economía y Paz, Meyer lamentó que México ocupe el lugar número 133 de “los países más pacíficos” de un universo de 162 naciones donde Islandia es el Estado “más pacífico” ubicándose en el primer lugar, seguido de Dinamarca y Nueva Zelanda, con el segundo y tercer lugar. “Estamos, para sorpresa de nadie, entre los países menos pacíficos, o sea que el Estado no está cumpliendo con su función”, advirtió el autor de “Nuestra tragedia persistente. La democracia autoritaria en México” (Debate, 2013). Mostrando una infografía de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) sobre el narcotráfico en México, el historiador ironizó enfatizando que “lo interesante del mapa es que todo el país está cartelizado, es decir, en algunos casos más, en otros menos”. El conferencista también citó la cantidad de homicidios atribuidos al crimen organizado elaborado en enero de 2014 por Andrea Schendler de Journal of Democracy, donde resaltó que en 2001 sucedieron mil 80 asesinatos relacionados con la delincuencia organizada mientras que en 2012 la cantidad ascendió a 13 mil 675: “Esto es una carrera hacia la muerte”, lapidó haciendo alusión al exponencial aumento. El doctor Lorenzo Meyer también compartió una diapositiva que daba cuenta de los homicidios dolosos ocurridos en México entre 1995 y 2012 publicado en diciembre de 2013 por Semanario ZETA en la investigación “Peña peor que Calderón: 19 mil 016 ejecuciones en 11 meses”: “Homicidios en México es otra manera de decir lo mismo, pero vean este total (262 mil 142 homicidios dolosos) del 95 hasta el 2012, es homicidios (dolosos) en general, no nada más los del crimen organizado, ¡pero son bastantes!”, exclamó desconcertado el conferenciante. En cuanto a personas desaparecidas en México, el profesor Emérito de El Colegio de México (COLMEX) fue contundente al dar lectura a los diversos informes que dan cuenta de entre 20 mil y 27 mil desaparecidos: “Bueno, son un montón de desaparecidos, otros ponen 22 (mil), 20 (mil); de todas maneras eso de que no se sepa dónde están pues también es un indicador del no Estado, de la debilidad institucional”. Durante su exposición, el historiador distinguido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2011 también abordó el tema de los desplazados citando el documento de la consultora Parametría titulado “La seguridad pública en México: datos duros, 2014”, donde se informó que “solo entre 2010 y 2011 cerca de 700,000 personas han sido desplazadas en México por la violencia relacionada con el narcotráfico”: “Éste es un tema que se ha tratado poco: los desplazados; se pone mucho énfasis en los muertos y los desaparecidos, pero también está el otro fenómeno, de los desplazados a causa de la violencia; ahí están unas cifras tentativas, nadie sabe exactamente cuántos son”. Otra de las variables que el analista discutió fue el aumento del porcentaje de delitos no denunciados, la llamada cifra negra: Citando a la “Encuesta nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública, 2014”, Meyer mostró en una diapositiva que en 2012 (ultimo año de gobierno de Felipe Calderón) el porcentaje de delitos no denunciados era de 92.1; mientras que en 2013, en el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto la cifra negra de delitos no denunciados aumentó a 93.8: “En todas partes hay delitos no denunciados: Quién diría que Estados Unidos es 63 por ciento; Canadá 69; Inglaterra, los británicos, tan propios, el 61 por ciento no los denuncia; pero nosotros ganamos la partida, aquí (en México) el 93.8 de los delitos no se denuncian, ¿para qué?, ¿qué sentido tiene denunciarlos? ¿Por qué no se denuncian?, ésa es la parte importante, la primera, no sirve para nada, ¡para qué denuncio¡ ‘Me robaron, ¿y?’, pues mala suerte mi amigo, porque ni modo que quiera usted que la policía vaya e investigue, si va a su casa seguramente se roba lo que quedó ahí; entonces, ¿por qué? Porque no tiene sentido, desconfío de las autoridades, entonces para qué carambas sirve el Estado”, ironizó mientras el público carcajeaba amargamente. Y luego de su documentado diagnóstico, concluyó: “En lo de la inseguridad vamos mal, y en lo de la economía pues yo francamente yo no sé cómo le vamos a hacer para salir de este hoyo”.