Ante las constantes denuncias por parte de algunos habitantes originarios de Puerto Adolfo López, en particular de Bahía Magdalena, en el municipio de Comondú, ZETA atendió la denuncia de pescadores de la zona. Allí, el comité de vigilancia “Rescatando Bahía Magdalena”, integrado por un grupo de pescadores ribereños miembros del comité, expresaron su preocupación en base a una gran sobrexplotación no regulada de los recursos naturales por parte de los grandes barcos. Según los denunciantes, los recorridos de vigilancia se realizan a altas horas de la noche en las costas de San Carlos, ya que es el momento ideal para que grandes barcos sardineros operen sin ser detectados. Fue así que tras poco más de media hora de recorrido, se pudo localizar en medio de la penumbra de la noche con el primer barco sardinero. De acuerdo a las coordenadas tomadas del geolocalizador del capitán Moroyoki, piloto de la embarcación del comité de vigilancia, se encontraban dentro de Bahía Magdalena, por lo cual falta a los acuerdos de pesca. Luis García, presidente del Comité de Vigilancia “Rescatando Bahía Magdalena”, comenta que la falta de regulación pesquera pone en riesgo el bienestar de miles de familias que dependen directamente de la pesca, pues dicen que los barcos sardineros atrapan con sus redes a otras especies como el camarón, fuente principal de empleo para pescadores de la región. “Este barco viene saliendo de Bahía Almeja en el municipio de La Paz, y la verdad al sector pesquero le está afectando mucho, se está llevando la comida del pueblo, todo el camarón que encuentra; y la verdad, aquí lo que están entrando son seis barcos, desde que entraron esos seis barcos, el camarón se ha acabado. Hemos metido papeles en varias partes, y la verdad de lo que tenemos sed, es de justicia”, acusó el pescador y miembro del comité. Por su parte, Marco Antonio Muratalla Olivas, subdelegado de Pesca en Baja California Sur, argumentó que los permisos con que cuentan los productores de sardina, especifican a los litorales del Pacífico Mexicano como área de pesca, y por ende, pueden pescar en dicha zona; además de que Bahía Magdalena no es en sí una bahía. Sin embargo, reconoció que hace falta un estudio que especifique los daños que causan las pescas incidentales al ecosistema por parte de los grandes barcos sardineros, “hay que ver que no se afecte una pesquería a la otra, se propuso que se hiciera un estudio, en el cual se iban a subir observadores a las embarcaciones mayores, para que vieran y ellos atestiguarían cual era la captura, en qué sitio, en qué zona, cuál era la pesca accidental que pudieran tener las embarcaciones mayores… pero no se ha concretado. Yo manifiesto que se lleve a cabo ese estudio para delimitar el impacto de ambas pesquerías”, exhortó Muratalla. Por el momento, pescadores ribereños de la zona exigen se respete su condición de locales, pues de no ser así, defenderán lo que por historia y tradición les pertenece.