Jesús Hernández Huerta desde hace algunos meses es un indigente más en el municipio de La Paz que permanecía tendido sobre la banqueta, comiendo lo que a su alcance estaba, principalmente desechos en la basura o lo que algún buen samaritano le acercaba. Sin embargo, la señora Ana María Moreno Tapia de 75 años de edad, lo acogió en su casa, le dio comida, lo aseó y buscó ayuda para atender las necesidades primordiales de Jesús, relata que “unos nueve días llegó un hombre que venía de la calle, y lo vi en un estado, en una pobreza tremenda, sobre todo en esos días estaba haciendo mucho frío y lloviendo, claro que se acercó para pedir comida. Pero me di cuenta que no era solo su problema, sino que estaba mal mentalmente, tiene un atraso grande”, refirió. Doña Mari pudo acercarse a instituciones de apoyo social como la asociación ‘Caritas AC’ y al Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), allí logró encontrar atención de primera mano para el indigente, “por parte de ‘Caritas AC’ me comunique yo, y de ahí me mandaron a un doctor para que lo revisara, de ahí detectó que tenía una infección muy fuerte en el estómago, además de que tenía lesiones en sus partes íntimas y que necesitaba operación inmediata”, sostuvo. Jesús, como muchos llegó al estado con engaños y lo abandonaron a su suerte. Y es que en Baja California Sur no existe un lugar donde se atienda a indigentes. Al respecto autoridades del SEDIF señalaron que “los albergues que tenemos son muy específicos, son para pacientes con cáncer, que es la ‘Casa Valentina’, que es para los niños y la mamá, y el albergue para familiares de los enfermos del hospital”. A inicios del 2014, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) tenía contabilizada a una población aproximada de 70 personas que viven en condiciones de calle en La Paz. “Quisiera yo decirles a todos que despertemos a la realidad que estamos viviendo, es una responsabilidad, todos somos responsables de esa gente que vive en la calle, porque poco hacemos, que haya esa unión, verdad, ponga que uno no le demos albergue, pero que nos comuniquemos con esas instituciones”, dijo la señora. Hoy Jesús recibe atención médica en el Hospital Juan María de Salvatierra, todo gracias a la ayuda de doña Mari, quien solicitó ayuda para encontrar a los familiares de Jesús, quien podría ser dado de alta tras su reacción positiva a la medicina y al tratamiento que recibió, ¿A dónde?, es el punto en el que la población indigente y la misma ciudadanía se pregunta.