Ciudad de México.- Víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos en Latinoamérica, escribieron cartas al Papa Francisco para pedirle que estas investigaciones no se realicen de manera interna y secreta por el Vaticano. Para José Barba, víctima del padre Marcial Maciel, la Iglesia Católica es una institución de “doble naturaleza, consideran que están por encima de cualquier autoridad humana”. “La Iglesia no se atreve a llevar un juicio para señalar a quienes son completamente culpable. Es divina como se predica, pero vive en el mundo”, señaló. En conferencia de prensa, José Barba estuvo acompañado del ex sacerdote y defensor de Derechos Humanos, Alberto Athié, así como de Juan Carlos Cruz, víctima chilena del padre Fernando Karadima en aquel país, así como Joaquín Aguilar, víctima del padre Nicolás Aguilar y Jesús Romero, víctima del padre Carlos López. Participaron también representantes de redes de apoyo a víctimas de sacerdotes pederastas en República Dominicana, Perú y Estados Unidos a través de videoconferencias, para urgir al Papa Francisco a que desmantele las redes de protección para los padres dentro de la Iglesia. En una carta a la cual dio lectura, José Barba consideró que los abusos sexuales cometidos por clérigos, sacerdotes y obispos en contra de niñas y niños son “delitos graves, y no solo pecados”. Durante la comparecencia ante el Comité Especial de las Naciones Unidas para la protección de los niños, en 2014, el Vaticano reconoció más de 4 mil casos denunciados de abuso sexual cometidos por sacerdotes, pero solamente 400 padres han sido suspendidos. Alberto Athié – quien investigó los abusos cometidos por el padre Maciel – explicó que durante la comparecencia, el Vaticano se negó a informar los nombres, lugares y sanciones que recibieron los sacerdotes. El ex sacerdote también acusó al Santo Pontífice de proteger al cardenal Norberto Rivera en México y el nuevo obispo Juan de la Cruz Barros en Chile, quienes aseguró “se han burlado” de los casos de abuso sexual señalados en contra de sacerdotes. “La Iglesia considera que no le tiene que rendir cuentas a nadie de ningún de sus actos internos porque tiene todos los elementos necesarios para resolver sus problemáticas internas”, sostuvo. Aunque el 5 de febrero pasado, el Papa Francisco envío un mensaje a los obispos del mundo para informar que no habrá tolerancia en casos de abuso sexual a menores dentro de la Iglesia, así como que las investigaciones serán expuestas, las víctimas consideran que el Vaticano continúa sus prácticas de protección a padres para “no dañar su imagen”. MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA DE ESTE 20 DE FEBRERO