Partiendo desde el Santuario de Guadalupe con misión hacia la Catedral de Nuestra Señora de La Paz, marchó un contingente de poco más de mil feligreses por las calles de la ciudad en busca de paz. Y es que recientemente la ola de violencia ha recobrado un terreno que la propia Iglesia reconoce. Miguel Ángel Alba Díaz, Obispo de la Diócesis de La Paz, afirmó que Baja California Sur ha sido alcanzada por la violencia global y hoy es una realidad que tiene que enfrentar a través de la población, con más pensamientos de paz y de apoyo al prójimo. “Nuestro Estado, considerado siempre tranquilo, es el que nunca esperábamos ver: actos de violencia y de barbarie, no ha sido ajeno a este devenir nacional y del mundo, hemos visto ver crecer la agresividad en las relaciones humanas”, señaló. El Obispo apuntó que hechos violentos que antes no se daban en la capital del Estado, hoy son pan de cada día y ello preocupa a la Iglesia, ya que la gente ahora vive presa en sus propias casas, escondidos de hechos ajenos a su vida diaria. De ahí el llamado a los ciudadanos, para que vayan en busca de un mensaje de paz y destierren los malos deseos. “Pedimos por La Paz, hoy queremos comprometernos con La Paz, hoy queremos hacer los pequeños gestos que están en nuestro alcance en favor de La Paz, queremos desterrar el chisme, el rumor, la maledicencia, la grosería, el insulto, el gesto, la violencia, la prepotencia, la soberbia”, manifestó Alba Díaz, e invitó a los pobladores a unirse en oración y dejar atrás situaciones que solo embaten la tranquilidad y dejan incertidumbre entre las personas. En la homilía, el Obispo recalcó que es importante que los ciudadanos se unan para buscar el mensaje de paz que llene los corazones de tranquilidad: “Hoy al proclamar el Credo, hoy al orar juntos el Padre Nuestro, hoy al celebrar esta eucaristía, que el Señor llene nuestro corazón del deseo de paz, y nos inspire palabras y gestos de paz y de ternura hacia los demás”. Si bien es cierto, diversos actores y sectores políticos y económicos han alzado la voz por la inseguridad que se vive en la entidad, el llamado de la Iglesia es contundente y directo a quienes practican la violencia y a aquellos que la permiten. En comparación a años anteriores, la asistencia a la marcha fue menor, situación que las personas atribuyen al clima, ya que ese día justamente se presentó una ligera llovizna. Sin embargo, otros señalaron que les dio miedo asistir, pues unas horas antes de la caminata, en las calles del Centro se escucharon detonaciones, las cuales concluyeron con la detención de una persona con armamento y varias dosis de estupefacientes.