Alfredo Rafael Álvarez Pastor, agente de la Policía Estatal Preventiva, falleció el jueves 19 de febrero de 2015, el joven de 26 años perdió la vida en el Hospital General de Mexicali tiempo después de volcar su automóvil particular en la recta de la Laguna Salada en la capital del Estado. El policía adscrito en Tijuana había sido castigado en 2014 por haberse involucrado en una riña en defensa de su familia, motivo por el que sus labores policíacas las prestaba en Mexicali, obligado a regresar semanalmente a firmar a la base en Zona Río, Tijuana. Asignar a los policías estatales y custodios a un municipio distinto al que residen es una de las medida más comunes usadas por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California como castigo. Este tipo de sanción no está establecida legalmente en los protocolos, pero el pretexto oficial es que deben prestar el servicio donde la Secretaría considera que son requeridos, sin importar su lugar de residencia. El accidente se reportó a las 9 de la mañana y poco antes del mediodía se confirmó su muerte. No es el único accidente fatal que los miembros de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal han sufrido por los traslados fuera del municipio de donde residen. En 2011 un custodio del Sistema Penitenciario murió y 4 más resultaron heridos luego de que –también– en el tramo de la Laguna Salada se accidentara el vehículo en el que trasladaban rumbo a sus labores de seguridad.