La Escuela Primaria “Ehécatl” debería estar ubicada en la colonia Progreso Tijuana, pero no. Desde hace seis años, el plantel fue inaugurado en Los Girasoles, colonia que inicia prácticamente al pie de la carretera libre Tijuana-Tecate, en el Kilómetro 30. En ese contexto, el Sistema Educativo Estatal (SEE) ha optado por no usar los recursos públicos para construir en esta escuela, salones de bloque y cemento, en patios de concreto, en servicios públicos, en baños y en infraestructura en general. “Parece ser que una de las principales razones por la que no han construido aquí en la escuela dignamente salones, es porque anteriormente la escuela tenía otra dirección, debería estar ubicada en otra colonia”, expuso Arnoldo Martínez, director del plantel en el turno vespertino. El fraccionamiento Los Girasoles inicia donde el ancho de carretera libre termina. Al lado derecho, en dirección al municipio de Tecate, entre las casas y caminos de terracería destaca la escuela cuyos salones son construcciones de madera color anaranjado con vistas blancas. El cerco negro caído y las letrinas de plástico, contrastan con el resto del plantel construido con aportación y esfuerzo de todos, menos del Estado. Pero las condiciones de la primaria fueron peores durante su primer año de actividad – 2008-, cuando los niños tomaban clases dentro de cuartitos hechos de lona y de cartón. “Como paracaidistas”, describe un padre de familia. Explica que una institución estadounidense procedente del Estado de California, cuyo nombre no quiso revelar, llegó para ofrecer su ayuda de forma gratuita; “no nos permitieron meternos para nada”. De hecho, el trabajo de los padres fue hacerla de “chalanes”. “Los norteamericanos vinieron a ofrecernos su ayuda, llenamos formatos, vieron y rápido. Por la necesidad que había dijeron ‘no, no, éstos ocupan ayuda’. Al organizador le comentamos que íbamos a hacer una campaña entre los padres de familia para organizarnos y también apoyar con la mano de obra y nos dijeron que no, solo recogimos basura y les ayudábamos con las herramientas de trabajo”. Así fueron construidas seis aulas y una dirección con cimientos de concreto, paredes y techos de madera. “Es un sacrificio tremendo, nosotros no queremos dejarle todo al gobierno, pero tampoco que nos dejen todo a nosotros, como nosotros empezamos”, dice el padre de familia. Contadas opciones La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y la Oficialía Mayor del Gobierno del Estado, han localizado 497 planteles en situación similar a la primaria “Ehécatl”, y en todas se pretende iniciar la regularización, pero ese no es el proyecto prioritario. Actualmente trabajan en la implementación de un programa basado en la localización de planteles educativos que hayan empezado como invasiones, o se encuentren en propiedades ya expropiadas a ejidatarios por el Gobierno Federal en algún momento. “Siempre que se hizo la expropiación, se hizo un levantamiento de los usos de la tierra, áreas de uso común: parques, vialidades, zonas habitacionales, comerciales y lotes de utilidad pública como escuelas, guarderías que están dentro de los polígonos propiedad de CORETT”, explica Gilberto Covelli, delegado de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, dependiente de la SEDATU. En la mayoría de estos casos, las escuelas recibieron una inversión del Gobierno Federal, por lo que cuentan con instalaciones adecuadas para dar el servicio educativo. Son 35 escuelas que se regularizaron, según información de la delegación local, y están por ponerse a nombre del Gobierno del Estado. Pero poner en regla predios escolares sin certidumbre jurídica -como en el que está la escuela “Ehécatl”-, implica iniciar de cero el proceso de expropiación, para de ahí determinar el uso de cada fracción de tierra. Ni de aquí, ni de allá Jesús Silva Ramírez, director de Normatividad e Inversión del Sistema Educativo Estatal, afirma que aunque el predio donde se encuentre una escuela no sea regular y esté aún a nombre de un ejido, se puede destinar inversión con el hecho de que las autoridades ejidales sean conscientes de su función, y cedan los derechos. De no existir una clave oficial de Centro de Trabajo -por escuela- y no saber a quién pertenece el predio, es imposible que se invierta. Bajo este argumento, no habría justificación para que en la escuela “Ehécatl” no se ejecute inversión del gobierno desde hace seis años, cuando se fundó. Según información oficial, la escuela en mención debería estar en la calle XIX Ayuntamiento de la colonia Tijuana Progreso, a unos 900 metros de donde fue inaugurada. Pero aun así, funciona con la Clave de Trabajo 02DPR0895R, cuenta con 208 alumnos en el turno matutino y 183 en el turno vespertino, todos residentes de una de las dos colonias: Los Girasoles o Tijuana Progreso. A pesar de la anomalía de la ubicación, Arnoldo Martínez, director de la Escuela Primaria “Calpulli” (turno vespertino del mismo plantel), detalla que la administración y trámites académicos tienen plena funcionalidad en el SEE, que no hay problemas para oficializar calificaciones en la entrega de constancias o en las altas y bajas de alumnos. Víctor Hernández, padre de familia, reflexiona: “Supuestamente, sobre el terreno dicen que tiene otra dirección, pero al final de cuentas, se dan plazas de profesores, se cubren interinatos y vienen a dar clases. Eso lo deberían de arreglar ellos, no entendemos por qué no lo arreglan”. De avanzar el proyecto de regularización entre SEDATU y Oficialía Mayor, la primaria debería resolver su situación. Escuela accidentada El problema es similar en la Escuela Primaria “Bicentenario” de la colonia Colinas del Florido, aunque ahí el ejido ya les cedió los derechos, la última vez que las autoridades educativas se acercaron al plantel, septiembre de 2013, lo hicieron para integrarla al Programa Escuelas de Tiempo Completo. Para llegar hay que subir alrededor de 200 metros de terracería después de salir del Kilómetro 31 de la carretera Tijuana-Tecate. El terreno es tan difícil, que cuando llueve no es posible subir en carro, según cuenta la directora Lluyi García Escobar. Dentro de la escuela, el escenario también es precario: sin agua, luz, teléfono, ni internet, solo cuatro salones de madera construidos por un grupo cristiano. “Contamos con apoyo económico de Escuela de Tiempo Completo y Becas Progreso, pero no podemos hacer construcción, ya que la escuela no es terreno regular, es la primera traba que nos ponen. Es un terreno de donación que obtuvimos porque se solicitó a los ejidatarios para la creación de la escuela”, indica García. Para satisfacer necesidades básicas de los niños como el agua potable, una pipa sube semanalmente y llena dos tinacos; en el caso de la luz eléctrica, la situación los obliga a colgarse de diablitos. En ese plantel, con unos 65 estudiantes y Clave de Trabajo 02DPB0076J, los salones rodean una loma de piedra por la que los menores batallan al caminar para llegar a la cancha o al baño. De acuerdo a la directora, en lo que va de este ciclo escolar han sucedido varios descalabros de alumnos. La prioridad es que el predio sea regular Además de la inversión del erario, existe otro programa. Se trata de convenios con organizaciones privadas para mejorar las condiciones de planteles que no han podido entrar en la agenda del gobierno. Sin embargo, conforme a lo mencionado por Claudia Jáuregui, jefa de Vinculación en el SEE, la prioridad para calificar en este programa es también la regularidad del predio en que está, lo que significa que casos como el de las primarias “Ehécatl” y “Bicentenario” no califican. Se hace a través del programa Alianzas, Gestión Social en Educación, en el que el Sistema Educativo Estatal se apoya para disminuir los centros escolares en situaciones precarias. En el transcurso de la presente administración estatal (a partir del 1 de noviembre de 2013) han apoyado a planteles escolares, de 25 a 30 organizaciones mexicanas y extranjeras, ya sean empresariales o civiles. En construcciones y mobiliario han aportado alrededor de 3 millones 500 mil pesos, en su gran mayoría, dentro de los municipios de Mexicali y Ensenada. Según la funcionaria, se espera atender al resto de los municipios de Baja California en 2015. Eliminar las aulas de madera: SEE Aunque dice que son de buena calidad, de acuerdo con el director de Normatividad e Inversión del SEE, Jesús Silva, otro de los objetivos del gobierno es disminuir las aulas de madera en los planteles de Baja California. Actualmente, de 15 mil salones que hay -en base a registros del Estado-, 427 son de madera, de esos, 228 se encuentran en Tijuana. Se pretende que al finalizar esta administración (2019) se sustituya el 50 por ciento por otros de material, es decir, 213. En lo que va de este año se han atendido 59 en todo Baja California, un 27 por ciento.