Señoras y Señores: Dado que no soy un “tribunero”, solo envío comentarios ocasionalmente, y tras leer el núm. 2125 de ZETA, del 19 al 23 de diciembre, en la página 18 A, “Dólar caro, sigue inflación”, he desempolvado una carta que envié hace casi 3 años mencionando que “quienquiera sepa la historia económica o financiera de México sabe que el país ha sufrido devaluaciones siempre que los políticos nos endeudan”. El actual “deslizamiento” del peso me recordó una caricatura tras otra devaluación antes, que un político y un líder sindical panzón les están diciendo a unos obreros flacos que “hay que apretarse más el cinto”. Citaron a un economista, Rubén Roa: que esta devaluación es efecto tequila 1994 al revés, pero repitiendo de esa carta por lo que he leído “En la época moderna”, del libro “Evolución de la Deuda Pública Externa de México 1950-1993”, Ediciones Castillo, de enero de 1995. Los coautores María de los Ángeles Moreno Urquidi y Romeo Flores Caballero indican que “con el Señor Ruiz Cortines la deuda externa a 1958 cerró en menos de 6 mil millones de dólares –y el peso a 12.50 por dólar…López (Mateos, 1964) acabó en 6 y medio mil millones de dólares, no había crecido más de 10 por ciento y el peso se mantuvo en 12.50, luego a 1970 Díaz (Ordaz) tampoco la aumentó más de 10 porciento…bajó 7 mil millones. El peso seguía a 12.50”. Agregando, pero “Echeverría ¡…cuadruplicó la deuda! a 26 mil millones de dólares y en 1976 nos devaluó a 20 por 1. Siguió otro megalómano López (Portillo), quien ¡otra vez la cuadruplicó!, hasta 97 mil millones de dólares en 1982 y las ‘reservas’ dizque fuertes de esos años se esfumaron, devaluándonos en febrero a 40 por 1 y en agosto hasta 150 por 1”. Luego Salinas le quitó tres ceros al peso y empezó a dejar que, igual que la federación, los estados y municipios se endeudaran y ¡volvió a duplicar! la deuda externa, a 197 mil millones de dólares (desglose que la revista norteamericana “Businessweek” publicó el 20 de marzo de 1995) y la revista europea inglesa “The Economist” el 23 de julio de 1994 ya había publicado que el peso se tenía que devaluar y con Zedillo sí sobrevino el “error de diciembre” y al 2000 nos dejó a 9 por uno. Con el inicio del panismo siguió el endeudamiento federal, de estados y municipio, cosa que el gabinete peñista ha continuado, quizá a paso peor de alocado, que Ustedes han reportado del Señor Peña, gobernadores y alcaldes para el 2015. Como aspirina, por el precio (que se sostuvo muy elevado) del petróleo crudo que entregamos al extranjero libramos el 2012 y 2013, hasta mediados de 2014 –pero los políticos ciegos peor derrocharon el dinero del presupuesto público (o sea nuestros impuestos), gastan y gastan y cargan y sacan más de préstamos– , pero finalmente ha llegado el día de rendir cuentas, los últimos tres meses que el precio del barril del petróleo ha caído de 100 o 90 dólares a solo 60 (y aun a menos, la semana pasada bajó a 57) es obvio que se les ha desfondado el barril y para seguir despilfarrando nos están endeudando aun peor. ¿Resultado? Pues hoy terminado el 2014, ZETA también ya publicó que la federación tendrá peor déficit y menos querrá dar marcha atrás a bajar el IVA de 16 a 11 por ciento, mientras que de la deuda estatal del Issstecali Francisco “Kiko” Vega va tras más préstamos de endeudamiento y el municipio incrementará la valuación catastral para aumentar los prediales. Tan profético el diplomático, pensador y autor italiano del Renacimiento Niccolò Machiavelli, quien la gente que no lee piensa que era un necio; por el contrario, fue muy claro y franco acerca de los políticos. Con aguda visión escribió (en 1513) que “la prodigalidad (despilfarro) perjudica…(porque) se verá obligado…a imponer excesivos tributos…lo cual (perjudica) a muchos (el pueblo) y beneficiado a pocos (solo los influyentes)…peligrará (siendo odioso)…Así…si es sensato…un príncipe (gobernante) debe…no robar a sus súbditos”, o sea el político debe ser honesto, no abusar ni derrochar ni causar corrupción. Les escribí ese 2012: “comentando con optimismo que se puede decir que no salimos muy mal librados, pero sin caer en triunfalismos…De ahí este comentario, no por pesimismo necio, sino para advertir que…a quienes primero le debemos de exigir que dejen de malgastar, endeudarnos ni devaluarnos es a los políticos…nadie queremos ver al peso a 15 por uno”. ¿Y hoy? Siguen malbaratando y, peor, nos endeudan y devalúan, pero seguimos indolentes ante la tv. Dijo un comentarista primermundista, “en México hay ‘habitantes (apáticos)’, con nosotros ‘ciudadanos (pensantes)’. ¿Será? Esta devaluación-deslizamiento solo se frenará si exigimos no más sueldotes ni despilfarros. Ánimo. Feliz año nuevo. Continuará. José Luis Haupt Gómez