¿Qué está pasando? se le preguntó al secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Alejandro Lares Valladares, con relación al resurgimiento de armas largas en hechos criminales, y de balaceras en áreas públicas a plena luz del día. El funcionario respondió. Habló del intento de delincuentes del Cártel Arellano Félix (CAF) por reorganizarse, de un enfrentamiento de éstos con la mafia de Sinaloa, y de la descomposición social. Acompañado de su encargado del Área de Inteligencia y de los Grupos de Operaciones Especiales (GOES) Carlos Gómez, Lares Valladares explicó que los capos del CAF detenidos y liberados han regresado a sus actividades ilícitas. Dio sus nombres: Manuel López Núñez “El Balas”; el ex ministerial Enrique Jorquera Guerrero; Pedro Quintero Velázquez “El 5-8”, “El Jaguar” y/o “Pedro”; y Juan Lorenzo Vargas Gallardo, quien de acuerdo a las áreas de Inteligencia, sería el que está a la cabeza de esta reestructuración. A su vez, los arriba mencionados están enfrentados con operadores del Cártel de Sinaloa, encabezados por “El Chapito Trejo” quien opera con Dalia Rodelo “La Prima” y Julián López “El Chino”, “El Elías”, “El Cabezón” y “Clave Marlon” y/o “Alejo”. Insisten: los hermanos Alfonso y René Arzate, siguen dando instrucciones desde algún punto en Sinaloa. “¿Qué está pasando?”, repite Lares, y complementa: “Que ahora a esta gente se le hace muy sencillo salir y matar a alguien, es la descomposición social. Qué pasó con la muerte de la señora, el hijastro, bajo el influjo del cristal le pide dinero, no se lo dio, la golpeó y la mató”, estos hechos ocurrieron en la colonia Linda Vista el 11 de septiembre de 2014. “Es una descomposición social que se está viviendo derivada del micro menudeo del cristal”, considera el mando. Respecto al resurgimiento de armas largas, el caso reciente, más sonado, fue el 12 de diciembre de 2014, cuando dos rifles R-15 fueron asegurados luego de que un grupo de hombres trató de matar a otro en el estacionamiento del restaurante de comida rápida Carl´s Jr. del fraccionamiento Soler. Justo este hombre había estado en una balacera previa, ocurrida el 29 de noviembre, en el interior del restaurante Cabanna, en una zona exclusiva de la delegación La Mesa. “Las armas largas siempre se han visto en Tijuana, que se dejaron de ver eso me queda muy claro -reconoció Lares-, pero si vemos una cronología siempre ha habido armas largas. Ahí está el decomiso de armas de la Policía Estatal en Altabrisa”. El 21 de diciembre de 2014, la PEP aseguró dos armas largas y 352 cartuchos en un domicilio. “Además hemos detectado que en Facebook se ofertan las armas, las pistolas hasta en 500 pesos” refiere. “También, quienes antes traían las armas largas en la calle, estaban presos (refiriéndose a los empleados del CAF) y ahora están libres”, completa Carlos Gómez, respaldado por el secretario de Seguridad. “Y luego los del otro lado (Sinaloa) sacan las armas para detener a los que están intentando levantarse”. Para la autoridad, hasta ahora la ventaja o diferencia con los peores años de inseguridad en Tijuana es que las armas largas que han asegurado, han salido sin equipamiento. “Traen un cargador y vienen 10 a 15 tiros. Están buscando la manera de hacerse de más equipo, no nos queda duda, pero están limitados. Tampoco hemos visto como antes que traigan ex policías, en los videos hemos visto que los tiradores son hombres tatuados”, exponen las autoridades. En cuanto a los ataques en lugares públicos y céntricos, la opinión de la Policía es que suceden porque los criminales se meten a hacer vida pública en esas zonas “blindadas”, donde hay muchas patrullas, pensando que sus enemigos no se van a atrever a tratar de matarlos ahí, pero sí entran, los atacan y logran huir. Del resurgimiento del CAF Completándose las frases, Lares y Gómez detallan: “Sí existe una reorganización o un intento por reorganizarse del Cártel Arellano Félix, como siempre ha existido…querer levantarse los que han salido de las cárceles, lo que nos pega ahí es todos los que han salido de los Centros de Readaptación Social. “Los liberan y, ¿qué saben hacer? Nada, algunos se quedan fuera un tiempo, como Manuel López Núñez ‘Don Balas’, que estuvo de empresario, pero ya volvió a la actividad de las drogas” Pero dicen que todos los excarcelados afectan la inseguridad, los que fueron lugartenientes del CAF y los 2 mil 694 que habían detenido por robo con violencia solo en Tijuana en 2014 y fueron liberados. — ¿Es un pleito entre los que han salido de la cárcel del CAF y los de Sinaloa?, cuestionó ZETA. “Para nosotros, sí”. — ¿En toda la ciudad? “En ciertas zonas donde se están reorganizando, si los revisan -los enfrentamientos- son las zonas que antes controlaba el CAF: Playas, Soler, la Cacho. Todos esos lugares tenemos que aceptar que intentan la reorganización, porque están saliendo de la cárcel y no saben hacer nada más que delinquir”. Ejemplifican: “Tan solo el ‘5-8’ (Pedro Quintero Velázquez) tiene 14 o 15 propiedades en Rosarito, departamentos que viene desde San Luis a cobrarlos, acabamos de detener a uno de sus cómplices, hablo de él…no tiene ninguna orden de aprehensión y es parte fundamental para los del CAF, que tiene con ellos trabajando a mucha gente de ‘Los Sureños’ y ‘Paisas? (ex convictos provenientes de las cárceles de California). “También se está dando -teníamos el temor fundado- que reclutaran a los deportados, mano de obra barata, si se fijan, en la mayoría de los asuntos los detenidos o presuntos responsables que se ven en las imágenes de video, han sido tatuados, los checas allá (Estados Unidos) y han estado presos por homicidio, robo con violencia, drogas, y no saben hacer otra cosas… y todos tatuados, la gente aquí no les da trabajo” En cuanto a los excarcelados del CAF que les están generando problemas de inseguridad y balaceras, citan a: * Juan Lorenzo Gallardo “El Chan”, detenido en diciembre de 2010 y liberado en agosto de 2014. * Manuel López Núñez “El Balas”, capturado en septiembre de 2008 y puesto en libertad en noviembre de 2011. * Pedro Quintero Velázquez “El 5-8”, “El Jaguar” y/o “Pedro”, aprehendido en septiembre de 2012, liberado, recapturado el 25 de agosto de 2013 y en libertad al siguiente día. “’El Chan’ trae la batuta, ‘El Balas’ salió hace mucho, estuvo como empresario pero se reestructuró después, Jorquera ya está activo con ellos, ‘El 5-8’ estaba en San Luis, Río Colorado y ya regresó”. Como subalternos traen a sujetos identificados por apodos: “El Gros”, “El Alejo”, “Pit Junior” y “Giovanni” también identificado como “El Sotol”. — ¿Qué están ustedes haciendo al respecto? “Ir ubicándolos, hacer estructuras y pararlos”. En cuanto a la estructura del cártel sinaloense encabezado por los hermanos Alfonso y René Arzate “Los Aquiles”: “En Otay hay un mentado Elías, todos los detenidos dicen que es la voz y la palabra de Sinaloa, ‘El Cabezón’ en Zona Este, ‘El Alejo0 y ‘El Chapito Trejo’, que tiene el control de todos. Lo quiere la gente de ese grupo, según lo que han comentado los detenidos”. Traiciones y deudas como razón de homicidios Consultados tanto Alejandro Lares Valladares, como Carlos Gómez y el subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría del Estado, José María González Martínez, coinciden en que al ser detenidos y no ser apoyados por sus “jefes criminales”, los vendedores de droga al salir se niegan a seguir vendiendo para ellos y, en algunos casos, se cambian de célula, y eso casi siempre resulta en asesinatos. Incluso refieren que la negativa a seguir vendiendo es suficiente para que los maten. “Hemos visto casos con sobrevivientes donde un distribuidor intentó matar a su vendedor de droga porque creyó que lo iba a dejar, o los balean porque creen que se van a cambiar de célula y los van a ‘poner’ para que los mate la competencia”, relató González Martínez. “También hay casos de gente que se dedica a cruzar droga a Estados Unidos, pero algo sale mal y se las decomisan, como no pueden pagarla, los matan”, argumentó Gómez. Otra son los pleitos personales entre los vendedores de droga con acceso a enervantes y armas. Las autoridades municipales dan cuenta de una balacera con lesionado ocurrida el martes 27 de enero: “Un herido en Sánchez Taboada, en resumen dice que personas identificadas como ‘El Perro’ y ‘El Chito’, a quienes conoce, lo balearon porque a ‘El Perro’ le dijeron que el lesionado tenía relaciones sexuales con su mujer, y todos son vendedores de droga”. Otro ejemplo es el homicidio resuelto de Jonathan de Jesús Barraza Izaguirre, cuyo cuerpo fue localizado el 8 de enero en el tramo federal carretera de cuota Playas, con un proyectil en el pecho. En el mismo lugar quedó herido Eduardo Llamas. La investigación llevó a la captura de Héctor Hugo Fregoso Ornelas “El Chemo”, vendedor de cristal, quien declaró que mató a Barraza porque quería expandirse en su zona y recibió la orden de entretenerlos para matarlos de su jefe, a quien solo identificó como “`El Único’, ya que nadie entra en sus terrenos sin su permiso”. Los llevaron con engaños, diciéndoles que iban a mostrarles los puntos en los que ellos iban a poder vender. También destaca la reciente presentación de César Hernández Martínez “El Tartamudo”, quien el 23 de enero de 2014 mató de varios balazos en el pecho a Francisco Javier Robledo Aguilar, quien era su jefe en la venta de droga, pero como al ser detenido, éste se había negado a pagar la fianza, al salir se negó a seguir vendiendo para él y quedaron mal. Aguilar asegura que Hernández iba a matarlo, pero le quitó el arma y le ganó “el tirón” De igual manera, en el tema de lesionados por arma de fuego hay pleitos por narcomenudeo, explicó el subprocurador de Zona Tijuana, Gilberto Cota Alanís: “El trasiego de droga en tienditas, pero la mayoría de las veces ni las víctimas quieren declarar, no dan información, a lo sumo dicen que no saben quién los atacó, que no saben por qué los atacaron y que no quieren que se haga ninguna investigación”. Menos asesinatos De las balaceras y homicidios, el subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría del Estado, José María González Martínez, destacó que 2015 inició con una reducción. “Habíamos comentado que hay una disminución que si no histórica, si vamos mejor en Tijuana. En enero de 2012 fueron 43 homicidios, en 2013 se cometieron 42, en 2014 sumaron 47 y al 29 de enero de 2015 llevamos 28”, dijo. En todo Baja California se han cometido 41 homicidios dolosos: 27 en Tijuana, 10 en Mexicali, dos en Rosarito, dos en Ensenada y ninguno en Tecate, según cifras de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). En términos estadísticos, en enero de 2014 se cometieron 1.2 asesinatos al día, mientras en enero de 2015, ha sido un promedio de 1.4 homicidios al día. “Sé que asesinaron a un hombre en un café en la colonia Cacho, y luego se dio un doble homicidio en Tijuana que hicieron mucho ruido, pero en los números seguimos abajo. “Yo lo veía venir, y lo reconozco, que hay que dar el manotazo en la mesa”, comentó González Martínez en referencia a las capturas hechas por la Policía Federal, de Alfonso Lira “El Atlante” y Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”, pero específicamente al combate que la PGJE está haciendo en el tema de narcomenudeo. “No vamos a acabar con el narcomenudeo, posiblemente podemos apostarle a que se disminuya lo visible, pasamos de gente que estaba oculta hace diez años, a gente en la calle vendiendo; por eso aumentamos más de un 500 por ciento los cateos en narcomenudeo, pasamos de 12 cateos en todo el Estado en todo el año 2013, a 88 cateos en 2014. “Además, se duplicó el número de detenidos y consignados ante un juez, en 2014 llegamos a los mil 500, que fue lo doble del año pasado. Los sacas de circulación y van disminuyendo los delitos”, respaldó el funcionario estatal. En ese tema han sido claros de pegarle a todos los grupos que están vendiendo droga: “Les dije, no me pregunten, que quede claro que a todos, porque hemos detectado colonias donde ni la Municipal ni la PEP, ponen a disposición a nadie, obviamente hay colonias donde no ven nunca una patrulla, pero aquí la instrucción es que no nos digan dónde van a catear, si les llega la información, investigan y hacen su trabajo y nos informan. “A mí me interesa mucho pegarle a la gente de ‘El Aquiles’, de ‘El Atlante’, del que sea, para mí es la mejor vacuna. Históricamente vemos que, ¿qué caso hay que nunca le pegas a fulano o aquí? Claro que he de admitir que veníamos de una pasividad increíble, de un cateo por mes, vamos por 90 cateos al año. Ahorita PGR ya nos soltó todo narcomenudeo el año pasado, ellos se quedaban con el 60 por ciento de los casos, no nos la acabábamos, pedimos seis secretarios y ya me dieron”. Respecto a los grupos que están traficando y matando, el subprocurador contra la Delincuencia Organizada mencionó a los de siempre: “De los Arzate, la gente de los Mendoza Uriarte, ’Don Cuco’, la gente de ‘El Atlante’ y ‘El Chapito Trejo’”. — ¿Quiénes y por qué se están matando? “En términos generales, sigue siendo narcomenudeo en Tijuana, la diferencia, en las guerras por el espacio, hay mucho pleito interno”. José María González Martínez coincidió en el problema que representan los excarcelados. “En pláticas mi encargado de narcomenudeo recuerda cómo antes de 2008, Raydel López ´El Muletas´ y Filiberto Parra ‘LaPerra’ entraban y salían a cada dato de la PGR por posesión de 30 grapas, un kilo de marihuana, etcétera; y después protagonizaron una de las peores épocas de inseguridad. Así traemos varios nosotros, y debemos cuidar que los enanos que traemos no nos crezcan; hay que sacarlos de circulación”, advirtió. En esa categoría las autoridades consideran a Javier Hernández Flores “El Javi” o “El Lentes”, y a Dalia Rodelo “La Prima” y Julián López “El Chino”, buscados también por el homicidio del ex director del Instituto Municipal del Deporte, Arturo Hachadur Kaloyán, ocurrido el 16 de diciembre de 2013. Respecto a la constante liberación de criminales, el subprocurador se limitó a decir: “Es cuestión de Juzgados, hacemos lo que está a nuestro alcance, pero ´El Javi´ es el mejor ejemplo de lo que ocurre, tiene una orden de aprehensión por armas pendiente, pero sigue libre”. Lo mismo ocurre con los narcomenudistas. “No es fácil convencer a los jueces penales, los consignamos por posesión para la venta, donde la idea de la venta es lo grave, demostramos que no tiene trabajo, modo honesto de hacerse de recursos, que consume dos o tres dosis, pero trae 30. Sin embargo, los jueces reclasifican, lo dejan en posesión. Luego nosotros pedimos fianzas de 12 mil a 20 mil pesos y ellos las bajan a 3 mil pesos; así que llega la concubina, la esposa o la mamá, la pagan y salen” concluyó José María González Martínez. Detienen a 17 Federales En 2014, el 50 por ciento de los secuestros cometidos en Baja California -explicó un funcionario de la PGJE- fueron cometidos por policías federales: “levantan” a vendedores de droga y los extorsionan. La toma de agentes de Asuntos Internos del hotel donde se hospedan elementos de la Policía Federal y de donde los trasladaron a la PGR, explicaron, es por una investigación interna con varias hipótesis: cometieron extorsión, secuestraron narcomenudistas, les encontraron droga, dinero y una persona retenida El jueves 29 de enero de 2015, a las 8:00 am, elementos de Asuntos Internos de la Policía Federal, que llegaron desde la Ciudad de México, acuartelaron a policías federales comisionados a laborar en Tijuana. Por lo menos ocho unidades y diez elementos con armas largas rodearon el hotel en el que los elementos federales se hospedan en Tijuana, en el Bulevar Agua Caliente, y no los dejaron salir. Del operativo no fueron informadas las autoridades locales. Ni la II Región Militar, ni la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, mucho menos la de Tijuana. Tampoco el comisario de la Policía Federal en esta ciudad, el Comandante Bernardo Castañeda, fue notificado del operativo para investigar primero y aprehender después a policías sospechosos de corrupción. A las 9:45 de la noche del jueves 29 de enero, personal de asuntos Internos de la PGR llegó a las oficinas de la Procuraduría General de la República en Tijuana con 17 agentes federales de los que estaban asignados a esta frontera y hospedados en el hotel Real Inn. En los primeros momentos, las autoridades locales no fueron informadas del estatus de los oficiales que bien pueden ser: * Llevarlos ante el Ministerio Público Federal en calidad de presentados. * Llevarlos al ministerio Público Federal en calidad de detenidos. Además estas acciones pueden llevarse a cabo en la Delegación de la PGR en Tijuana si los de Asuntos Internos presentan una investigación, o certificarlos aquí para trasladarlos a la Ciudad de México a la cede de la PGR. De las razones de la detención después del operativo de 14 horas en que Agentes de Asuntos Internos tuvieron retenidos a los Federales comisionados a Tijuana no se ha dado versión oficial. Extraoficialmente se manejaron varias hipótesis: la extorsión que a narcomenudistas ejercieron los federales retenidos en su hotel; el levantón de una persona para quedarse con droga y dinero. No es la primera ocasión que sucede en Baja California, policías federales cometiendo actos ilícitos. El más significativo ocurrió en 2012, cuando fue detenido el entonces Comisario de la Policía Federal en Tijuana, Eduardo Vega Camberos, luego de que empresarios agropecuarios locales lo denunciaran en la Ciudad de México por extorsión. El operativo para la detención de Vega constó de enviar a los empresarios a pagar los miles de dólares que el federal les exigía para dejarles libres para transitar sus productos por las carreteras del Estado. En esta ocasión, el director general de Investigación Interna de la Procuraduría General de la República (PGR) se encuentra en Tijuana desde el 20 de enero de 2015, luego que un día antes, un agente federal había quebrado el vidrio de una patrulla y amenazado con su arma a un policía municipal que hacia rondín en la zona donde ellos comían, en la Villa Charra ubicada cerca de la colonia El Murúa. Por eso, cuando se preguntó a las autoridades, alrededor de las ocho de la mañana del jueves 29 de enero, por la llamativa presencia de varias patrullas del área de Asuntos Internos de la PGR con torretas y motor encendidas, mientras su tripulantes se desplegaban en posición de alerta a las afueras del hotel Real Inn, la primera respuesta fue: “Tienen aquí más de una semana”. Minutos después la respuesta no oficial en el orden federal fue: “Parece que sí van por unos policías, que los agarraron con dinero y droga en el hotel, y los van a presentar en las oficinas de la delegación de la PGR en Tijuana”. Más tarde agregaron: “Todo indica que también tenían en el hotel por lo menos un vendedor de droga, a quien estaban extorsionado”. Pasadas las 7:00 pm del jueves 29, la versión fue: “Son 16 agentes federales detenidos, con droga, dinero y una persona a la que iban a extorsionar, y se los van a llevar México”. Sin embargo, pasaron casi 12 horas, se dieron las 8:00 pm y ningún agente fue sacado del hotel en las patrullas de Asuntos Internos. Vía telefónica, ZETA cuestionó al comisario Castañeda, encargado de los policías federales en Tijuana. Primero dijo no saber nada, y más tarde seguía sin tener conocimiento de qué tema traía Asuntos Internos, pero especificó que ninguno de los oficiales bajo su jurisdicción -los que están de fijo en la ciudad- era de los investigados. Los agentes de Asuntos Internos arribaron aproximadamente a las 8:00 am del jueves, al hotel ubicado en el número 11452 del Bulevar Agua Caliente, Colonia Hipódromo, sitio donde desde algunos meses, se hospedan elementos de la Policía Federal, y se desplegaron. Más de seis unidades y una decena de agentes armados, se acomodaron para custodiar la entrada al hotel. Por ocho horas, las patrullas permanecieron encendidas, listas para arrancar con los códigos indicando alerta. Pero nada, solo el caos vial, la incertidumbre ciudadana y el temor de algunos transeúntes que pasaban por el lugar imperó. Alrededor de las 6:00 pm, en hora pico, las patrullas que ocupaban un carril del Bulevar Agua Caliente frente al hotel empezaron a generar mayores problemas de tránsito. Hasta entonces hubo cambios, fue cuando los policías metieron los vehículos oficiales al estacionamiento del Real Inn. Esta semana, ZETA conversó con investigadores del área Antisecuestros de la Procuraduría del Estado, quienes comentaron que de los 41 secuestros denunciados en 2014, aproximadamente el 50 por ciento fueron perpetrados por agentes federales para extorsionar. “Van por narcomenudistas, los llevan a hoteles y les cobran 10 mil, 13 mil, hasta 20 mil dólares por liberarlos. Nos dimos cuenta cuando las esposas empezaron a denunciar y les dimos seguimiento”. Cuando la gente del Estado contactó con los jefes de los federales para informar lo que estaba ocurriendo, “lo que hicieron fue sacarlos” de Baja California.