Tal como lo han hecho en los últimos años, la directiva de los Cargadores de San Diego anunció que podrían mudarse del estadio Qualcomm al término de la temporada 2015 de la NFL. Y es que la familia Spanos, propietaria del equipo del rayo ha hecho ya una costumbre amenazar al final de cada campaña con irse de San Diego si no se construye un nuevo estadio en el condado. Ahora, los rumores se convirtieron en la presentación de un proyecto, donde tanto los Cargadores como los Raiders de Oakland estarían inmiscuidos. Se trata de un proyecto para construir en conjunto un estadio de mil 700 millones de dólares, el cual se ubicaría en Carson, California. Este nuevo escenario sería casa de ambos conjuntos por lo que estarían compartiendo el terreno de juego. La directiva sandieguina como la de los malosos han declarado dese hace unos años su interés por estrenar un estadio en sus respectivas localidades, pero hasta le momento no han recibido respuesta ni apoyo de los gobiernos californianos.