Desde la mañana de este viernes 30 de enero, el número de vuelos con destinos a Phoenix sede del Súper Bowl XLXI aumentaron y aunado a la fuerte lluvia que arreció sobre la ciudad provocó tráfico aéreo. Incluso en algunos casos, hubo retrasos de hasta tres horas en los vuelos que aterrizaban en el aeropuerto de la capital de Arizona. Por ejemplo, los vuelos saliendo de San Diego con destino a Phoenix programados a las 6 de la mañana no lograron llegar a su destino hasta casi el medio día, lo que provoco pérdidas de conexiones en algunos pasajeros. Durante el transcurso del día, las malas condiciones meteorológicas continuaron y la afluencia de aficionados que llegan vía aérea para ser parte del Super Bowl es cada vez mayor. Se espera que la lluvia continúe para el día de mañana sábado, pero para el domingo cuando se dispute el encuentro entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Halcones Marinos de Seattle las condiciones varíen y el cielo este despejado.