Un pluvial colapsado y un desarrollo urbano con infraestructura de desagüe inconclusa, causaron una severa inundación y el brote de aguas negras, afectando a medio centenar de viviendas del fraccionamiento El Refugio, el domingo 11 de enero. También hubo afectaciones en La Morita, Terrazas del Valle, Ejido Francisco Villa y Ejido Ojo de Agua, todas comunidades localizadas en la Zona Este de la ciudad. El caso más grave fue en El Refugio, con cada precipitación, el punto donde convergen las calles Eucalipto y Almendros se inunda. Si no se desfoga a tiempo el agua de las alcantarillas, la corriente invade domicilios y se filtra principalmente hasta la calle Avellanos del fraccionamiento, una cuadra a la redonda. Por lo general, la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), Protección Civil y la Dirección de Bomberos atienden el llamado de auxilio, y el problema no pasa de calles y cocheras inundadas. Pero durante las lluvias del domingo 11 de enero no fue así. Por la desatención de las autoridades y la mala infraestructura pluvial de la unidad habitacional, las aguas negras y algunos sólidos brotaron por las alcantarillas, y los patios de al menos cincuenta viviendas. Problema recurrente Para los vecinos, la afectación no es nueva. Cada temporada de lluvias la preocupación de inundación en sus hogares es permanente, sobre todo a las familias cuyas casas están en la parte baja del fraccionamiento El Refugio. Es en el cruce de las vialidades Eucalipto y Almendros donde cae la mayor cantidad de agua de lluvia, la cual no logra desfogarse por “problemas de azolve en el colector pluvial”, señala Miguel Ángel Zavala, subdirector de Construcción de la CESPT. Sobre el origen de este problema, el funcionario explicó que hay datos técnicos que indican la falta de obras pluviales, cuya responsabilidad es de “algunos desarrolladores”. ARA y Palmillas, son dos de las constructoras que participaron en la edificación de ese desarrollo habitacional, habitado desde hace 12 años, sin que a la fecha se haya entregado al municipio. A la falta de infraestructura de desagüe se suma otro problema: el colapso de la tubería pluvial, paralela al subcolector del fraccionamiento, justo debajo del nodo entre el Corredor 2000 y la Carretera Libre Tijuana-Tecate. Según un informe que la CESPT entregó a la Secretaria de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE) en 2012, el hundimiento de ese nodo vial representa un riesgo de colapso para la carretera, que se incrementa en temporada de lluvias. La construcción del nodo, sin considerar las instalaciones existentes, afectó la tubería del sistema de agua potable y pluvial, impidiendo con ello la descarga normal del agua de lluvia y originando su estancamiento en los puntos señalados. “El problema no es el drenaje sanitario”, subrayó el funcionario, para luego explicar que: “al llegar la avenida pluvial fuerte, el tubo no tiene la capacidad de sacar todo el agua de lluvia, por lo que ésta remansa calles arriba y brota en las calles; al subir de nivel, llega el momento que se introduce y mezcla con el drenaje sanitario, y brota por los registros domiciliarios”. La indiferencia de la autoridad Pero los daños ocasionados por el desbordamiento del drenaje en el fraccionamiento El Refugio, pudieron ser menos de haber contado con la presencia oportuna de las autoridades. Aunque el parte oficial indica que las llamadas de auxilio comenzaron a las 6:23 de la tarde, lo cierto es que casi una hora antes, los vecinos ya habían reportado la inundación. Fueron dos menores de edad -que de momento se quedaron solos- los que hicieron la primera llamada a la Dirección de Bomberos, aproximadamente a las 5:30 de la tarde, cuando vieron el nivel que iba alcanzando el agua en su domicilio, ubicado en la avenida Almendros. Desde esa hora, quienes se encontraban en los domicilios afectados, comenzaron a marcar el número de Emergencias 066, o a pedir ayuda directa en la Dirección de Protección Civil y en la estación de Bomberos ubicada en la delegación Presa Este. “Ya va una unidad para allá”, “ya está un equipo atendiendo el problema”, era la respuesta recibida, sin que en la realidad alguien estuviera socorriendo. Alrededor de las 6:50 de la tarde, ZETA se comunicó directamente con el director de Bomberos de Tijuana, Carlos Gopar Uribe, a fin de darle el reporte y pedirle declaración al respecto. En respuesta, el funcionario municipal dijo: “Estoy en Estados Unidos, llámeme en dos horas”. Ante la insistencia, agregó: “¿Quiere hacer un reporte? Marque al 066”. Fue después de las 7:00 de la tarde cuando una unidad de Bomberos llegó a la zona, pero al ver la situación, los bomberos retrocedieron el vehículo en que viajaban. Los afectados tuvieron que esperar la asistencia del equipo de limpieza de pluviales del municipio, quienes acudieron a las 7:30, hora en que finalmente empezó a bajar el nivel de las aguas negras que inundó casas y vialidades. El daño estaba hecho. Paredes y pisos de las viviendas, enseres domésticos y un vehículo registraron daños. Después, atención coordinada Cuadrillas de la CESPT y de la Dirección de Obras Públicas, empezaron a trabajar en la zona afectada el jueves 15 de enero. Miguel Ángel Zavala, director de Construcción de la paraestatal, dijo que lo hacían de forma coordinada para corregir el mal estado del drenaje pluvial, y que con ello “se evitarán nuevas inundaciones”. El primer paso será desazolvar el pluvial, posteriormente se hará una inspección para corroborar su estado y después corregir las fallas encontradas. Según el funcionario, las desarrolladoras involucradas, ARA y Palmillas, serán llamadas a resolver los problemas presentados. De acuerdo con la Dirección de Protección Civil, del sábado 10 al domingo 12 de enero, llovieron 26 milímetros de agua, y en la ciudad se generaron ocho reportes de inundación, refiere un informe entregado a ZETA. Cuatro de esos incidentes corresponden a los que los vecinos de El Refugio hicieron, mientras que otros cuatro fueron realizados desde la colonia La Morita, Terrazas del Valle, Ejido Francisco Villa y Ejido Ojo de Agua. Pronóstico Hasta el jueves 15 de enero, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reportaba que en los próximos cuatro días se espera un cielo despejado en la ciudad, aumentando la probabilidad de lluvias hasta el martes 20 de enero. Sin embargo, la Dirección Estatal de Protección, a voz de su titular, Antonio Rosquillas, informó que por lo menos en los próximos 16 días, no lloverá en la ciudad.