Desde el lunes 15 de diciembre, la señora Julieta Ortega no tiene agua. Ella vive en el ex Ejido Ruiz Cortines en Ensenada, Baja California, y su principal preocupación en estos días es que, al igual que el año pasado, su familia se quede sin el servicio durante la Nochebuena. La familia Ortega compra de cinco a siete garrafones de agua a la semana para aminorar los efectos de la escasez, la mayoría se usan para bañarse o en el retrete. Otra parte para lavar los platos, y el resto para limpiar los pisos. “Para la cena de Navidad voy a pedir a mis invitados que lleguen con un balde de agua para cuando utilicen el baño, pero lo peor es que ya comenzamos a pasar fríos porque el uniforme de mis hijos, y la ropa caliente, está sucia”, expresó Julieta entre molesta y sonriente, pues asegura, en estos años ha hecho de la carencia una forma de vida. Aunque compra un tinaco que pudiera abastecer la casa en los días complicados, éste se termina en los primeros dos días, y así pasan hasta dos semanas para que vuelva a tener sistema. Situaciones similares se viven en cientos de hogares porteños, sin embargo, previo a la revisión del presupuesto, el Consejo Técnico de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) propuso al Congreso del Estado un incremento del 5 por ciento a la tarifa, el cual comenzará a reflejarse en los recibos de 2015. Para el director de la paraestatal, Arturo Alvarado González, 2014 fue un año “difícil”, porque a pesar de que recuperaron un importante nivel de agua con la perforación de dos pozos en El Cañón de Doña Petra y en La Misión, ahora se enfrentan a dificultades técnicas y de infraestructura para poder llevar esa agua a los usuarios. El funcionario confía en que la inversión para el próximo año, de 250 millones de pesos para distintas obras en el municipio, casi el doble de lo que se ejerció en 2013, ayude a erradicar el desabasto de agua. El aumento a la tarifa La primera semana de diciembre, la Secretaría de Finanzas del Estado, encabezada por Antonio Valladolid, planteó a los diputados del Congreso local, la necesidad del incremento del 5% a la tarifa de agua, fundamentando su petición en que desde 2010 no se han registrado aumentos al precio de este servicio, mientras que los principales insumos para hacer llegara el agua, como energía eléctrica, materiales y combustibles, han registrado alzas mayores al 40%. Antes de que concluya el año, los legisladores votarán la propuesta hecha por CESPE. A la fecha, la cartera vencida en Ensenada es de 156 millones de pesos, incluido el adeudo del Ayuntamiento, que asciende a 88 millones de pesos con recargos. Calculan que con este aumento recaudarán alrededor de 13 millones de pesos, los cuales se usarán para pago de gasto corriente y de los insumos para hacer llegar el agua. Problema de infraestructura En Ensenada hay por lo menos 70 fraccionamientos que no han sido entregados formalmente al Ayuntamiento, ya que incumplen con el Reglamento de Fraccionamientos. Algunas de las empresas constructoras ni siquiera existen en Baja California. Solo llegaron, construyeron, vendieron y nunca concluyeron las obras básicas que permiten a los habitantes, recibir los servicios públicos adecuados. “No se han entregado por diferentes razones, por ejemplo, en el fraccionamiento Puerto Azul (una de las zonas habitacionales donde más carencias de agua tiene la comunidad), el desarrollador no ha concluido el cárcamo de bombeo, no ha construido el tanque y, peor aún, no ha terminado el colector de aguas negras, no tiene concluido su sistema de drenaje; y si les damos agua, terminarán tirando las aguas negras a la calle”, declaró Arturo Alvarado González. De acuerdo a la CESPE, 21 fraccionamientos enfrentan el mayor conflicto de abasto de agua. El área afectada va de Los Encinos, El Roble, Montemar, hasta Praderas de la Presa, entre otras localidades ubicadas en la Zona Noroeste de la ciudad, donde los constructores recibieron el dinero y se desentendieron de los pobladores. Ahora los dueños de estas compañías dicen estar en medio de una fuerte crisis económica que no les permite reparar el daño. “Estamos en un problema, negociando con los desarrolladores, porque el Ayuntamiento autoriza o no los desarrollos, y no ha habido muchos avances; argumentan que tienen problemas financieros, que están en crisis, pero nos están generando un problema social importante porque, mal que bien, la gente ya está viviendo ahí”, lamentó el funcionario. El Ayuntamiento es corresponsable de la situación que enfrentan las colonias en materia de servicios públicos, por el hecho de aprobar permisos de construcción sin la seguridad de que los fraccionamientos se entregarán conforme al reglamento. El coordinador de la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal, César García Urías, dijo que le apostará al pago de la fianza que todas las compañías deben pagar para garantizar, de acuerdo a los contratos de obra y los montos ejercidos en los fraccionamientos. “Que todos esos fraccionadores que en su momento construyeron en Ensenada lleguen a su último paso, que es la entrega, porque el problema que tenemos es que muchos de ellos, ya no existen, ya se fueron. Para lograr hacer valer esa fianza, hay que iniciar un procedimiento legal, que a veces, lleva también muchos años y es el problema que se tiene; pero lo ideal va a ser llegar a un acuerdo”, dijo el edil. Durante 2014 ningún desarrollador realizó una entrega, ni tampoco tienen registro de proyectos terminados. “Solo nos queda regularizar los que están, a través de acuerdos o un procedimiento legal”, remató García Urías. Reservas agotadas en 2014 La Presa “Emilio López Zamora”, una de las reservas de agua más importantes de la ciudad, se consumió en el último cuatrimestre del presente año. El clima caliente y la propia CESPE acabaron con lo que quedaba. Aunque grupos de la sociedad piden que se aproveche la condición de la presa para que se realicen trabajos de desazolve por parte de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la dependencia ya respondió que hay presupuesto para llevar a cabo esta obra. Reuso, el futuro agrícola En términos de agua, los dos últimos años fueron difíciles para el sector agrícola y ganadero del municipio, que para solventar gastos, tuvieron que tomar medidas drásticas como sacrificar hatos de ganado y destetar antes de tiempo. Mientras que, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), algunas cosechas se redujeron en un 50%. Raymundo Carrillo Huerta, habitante de la delegación de Maneadero, inició junto con otros pobladores y la CESPE, un plan de siembra para reutilizar el agua de la planta de tratamiento El Naranjo, y en menos de un año, ya tienen la primera cosecha y más de 5 mil hectáreas sembradas con flores de diferentes tipos en el valle. Antecedentes y planes El déficit en toda la ciudad era de 120 litros por segundo en 2013, y el plan A de la CESPE, describió Alvarado González, fue perforar dos pozos en La Misión y otros dos en el Cañón de Doña Petra, en resumen, 220 litros por segundo. Éste era un proyecto a corto plazo. Adicionalmente, pensaron en la construcción de la desaladora que dará otros 250 litros por segundo y que comenzará a operar a mediados de 2016, además de apostarle a la reutilización del líquido y la activación del acueducto de flujo inverso de Tijuana hacia La Misión. Según Alvarado, en 2008 Ensenada tenía excedente de agua, y acordaron la construcción de un acueducto con la intención de enviar líquido a Tijuana, hasta que ésta recibiera la cuota que le corresponde del Río Colorado. La intención es que ahora Tijuana retribuya al puerto a través de este sistema. Fraccionamientos afectados A) Urbi 1.- Villas del Sol I 2.- Villas del Sol II 3.-Villas del Prado I 4.-Villas del Prado II 5.- Villas del Cedro 6.- Villa Residencial del Rey II 7.- El Roble (El Campanario) B) GEO 1.- Los Encinos 2.- Vista Hermosa C) Vehcsa 1.- Montemar D) Otros 1.- Puerta del Mar 2.- Puerto Azul 3.- Ventto
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