Desde el accidente ocurrido el 9 de diciembre en la mina “El Fénix” de Roca Fosfórica Mexicana (ROFOMEX) II, S.A., que tuvo como saldo trágico un muerto y 56 trabajadores intoxicados con monóxido de carbono, la empresa sigue en la mira de las autoridades. En esta ocasión, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) le sigue los pasos, y es que al parecer, ROFOMEX no cuenta con los permisos necesarios para realizar descargas DE aguas residuales a la Bahía de La Paz. Supuestamente la Procuraduría clausuró de manera total y temporal la tubería de 18 pulgadas de diámetro que conduce la descarga al mar, sin contar con autorización o permiso oficial. Como medida de seguridad, inspectores de la PROFEPA en Baja California Sur impusieron “la suspensión de cualquier descarga de aguas residuales al mar en las coordenadas geográficas 24°23.640' LN y 110°41.005' LW y/o que provenga de la planta de beneficio de la empresa minera Roca Fosfórica Mexicana, II S.A.”, de acuerdo a los artículos 170 y 170 BIS de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), y 118 BIS2 de la Ley de Aguas Nacionales. El tramo de tubería deberá ser retirado por la compañía, de la franja de los 20 metros de la Zona Federal Marítimo Terrestre, para que los sellos puedan ser retirados y esperar a que su situación jurídica sea determinada. Cabe mencionar que la PROFEPA inició con este procedimiento desde el 1 de agosto, el hecho quedó plasmado en un acta de inspección complementaria, donde se hacen las observaciones de que en dichas coordenadas se localiza el tubo de 18 pulgadas que descarga el material a aguas nacionales. La dependencia federal quedó en dar revisión y seguimiento al hecho para deslindar responsabilidades. Un hecho más que deja en tela de juicio los trabajos que realiza la empresa minera ROFOMEX II, y en la incertidumbre de si se están siguiendo los procesos y permisos necesarios para operar, sin poner en riesgo al medio ambiente y a quienes allí laboran.
Publicidad
