La versión no oficial fue que desde “las altas esferas” de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California, solicitaron la renuncia de la licenciada Concepción Rubio a su cargo de directora de Averiguaciones Previas. Hasta el martes 2 de diciembre, Rubio era la mano derecha del subprocurador en Tijuana, Gilberto Cota Alanís. La acción administrativa, dijeron, no fue del agrado del licenciado Cota, quien manifestó su oposición a la salida de su colega y colaboradora, incluso algunas versiones aseveraron que advirtió de una posible renuncia si le desarmaban su equipo. Pero nada, Cota Alanís sigue en su posición y Conchita Rubio sí “renunció”, a pesar de que el subprocurador argumenta que la salida de su dama de confianza se debió a “decisiones personales” y qué él es institucional. Que sostiene en el compromiso de responder a la confianza que le dieron al conferirle al cargo. Con ello, el abogado y subprocurador deja claro que la salida no fue decisión suya, ni tuvo que ver con deficiencias laborales. “Es un excelente elemento, la llamé por su capacidad, responsable, honorable y eficaz, reúne todos los requisitos que por Ley debe tener un buen funcionario”, explicó el subprocurador, para luego recordar que se cumplieron metas: en 2014, abatir 34 mil 900 averiguaciones previas del rezago, y llegaron a las 40 mil en ocho meses. Con 19 años en instituciones de justicia, Rubio dijo sobre la razón de su salida: “Yo tampoco lo sé, son ciclos que se cumplen, cuestiones institucionales, yo me voy sin resentimientos, con metas cumplidas en un año fructífero”. Ahora será cuestión que la licenciada Perla Ibarra del Socorro, procuradora general de Justicia del Estado, explique por qué le pidió la renuncia a la directora de Averiguaciones previas en Tijuana. ¿No?