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sábado, septiembre 7, 2024
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Reinventar todo

Arrancando suspiros y encendiendo los motores de la música, el grupo de rock pop Fobia (o lo que resta de él), integrado por Leonardo de Lozanne y Paco Huidobro, hizo sonar una veintena de canciones estructuradas en dos o tres etapas. La primera mitad, tediosa y aburrida, mientras la segunda, energética y revitalizadora, culminando eufórica y nostálgica. Ataviados entre guitarras Fender, cuerdas de nylon, sintetizadores, bajo y un juego de tambores con platillos, el quinteto cautivó sónicamente, llevando el recital justo a la frontera del pop y el rock, enfatizando versos de amor con riffs prolongados, por momentos melódicos, y otro tanto estridentes. Así, sujetos a un mismo lenguaje, Huidobro y De Lozanne montaron armoniosamente “Pesadilla”, “Dos Corazones” y “No Eres Yo”, vestidas con luces rojas, azules y de tonalidad mostaza, además de gráficos sobre la pantalla de leds ubicada a sus espaldas, en medio de una serie de televisores previamente montados como escenografía de la velada. “Buenas noches Tijuana… tantas noches perdidas por la Revu. Es un gusto estar con uno de los públicos más rocanroleros de México”, citó el vocalista la noche del viernes 21 de noviembre, de pie, sobre un templete insertado en el antiguo pelotari, ante unos 2 mil tijuanenses. Puntual, a las 10:30 pm, Fobia embarcó a los presentes a “La Búsqueda”, “Caminitos hacia el Cosmos”, “Miel de Escorpión” y “Todas las Estrellas”, temas que Leonardo de Lozanne calificó como un viaje al pasado, con discos como “Mundo Feliz”, mismo que recordó como un momento inolvidable en Tijuana. Capítulos amarillos, guitarras acústicas, atmósferas anaranjadas, episodios morados y una explosión de tambores antecedieron a “Vampiros”, canción con la que Fobia dejó claro que de a poco reavivaría a los asistentes, pues el estado anímico del encuentro aceleró el enfado con “Muy Maniaco de mi Parte”. Entre gráficos confusos, estrobos, barras de luces y efectos a contraluz, se inscribieron “200 Sábados” y “Dinosaurios”, en medio de aplausos y un desinterés genérico y acrecentado, hasta que fueron interpretados “Hipnotízame” y “Vivo”, volcando aquel pasivo encuentro en un eufórico, desenfrenado y rocanrolero clímax. Con el público ya entregado completamente, el quinteto de dos miembros originales logró los cánticos y coros unísonos al interpretar “Hoy Tengo Miedo”, “El Diablo”, “Feo”, “Veneno Vil”, “Revolución sin Manos” y “Microbito”, entre otras que hicieron historia la velada del 21 de noviembre, pintada de morado, rojo y verde. Fobia se desvivió con encanto ante los coros, aplausos que superaron la perfección de los teclados, la batería y el bajo retumbando, al compás de los riffs y los mensajes: “Todas las manos mexicanas arriba, ¡arriba! Hay que juntarnos para resolver. Esta es una revolución de todos ustedes”, dijeron. Saltando sobre los coro, y con un “estamos para servirles”, Leonardo y Paco se despidieron de Tijuana, dejando un buen sabor y compartiendo su sentir: “Nos divertimos mucho, Fobia se vuelve a sentir como un grupo otra vez, sobre todo porque hay mucho entusiasmo de ensayar, preparar shows”, explicó Huidobro, luego de referirse a esta ciudad como uno de los lugares donde ha pasado los mejores momentos de su vida. Sobre una nueva producción discográfica, los músicos dijeron no saber si es lo más acertado: “La verdad no sabemos si la tendencia será seguir sacando discos, el público consume de una manera muy diferente. Con Spotify el público escucha una o dos canciones. Los álbumes son para consumidores gourmet de música, y yo me considero uno de ellos, me gusta escuchar los discos completos. Pero ya no funciona igual, creo que hay que reinventar la cosa de la música… la industria va muy rápido”, mencionó el guitarrista. — ¿A qué se aferra Fobia?, cuestionó ZETA, a lo que Leonardo respondió: “No nos aferramos a nada, el chiste es reinventarse. Creo que Fobia es un grupo que trata de hacer lo que no había hecho, tenemos un sencillo que funcionaba, y en el siguiente disco teníamos un sencillo diferente a ese. Algo que es divertido, es que no sabes qué esperar de nuestros discos, puede ser más eléctrico, acústico. “Creo que es algo que nos divierte mucho de Fobia, que no nos hemos aferrado a nada, nunca hemos cedido a hacer lo que todo mundo está haciendo, o tomar ese camino que todo mundo agarra. Nos gusta arriesgar, reinventarnos, no guardamos nada para el regreso. Cada disco que hacemos  es el último. Creemos que será el último siempre, ya pasaron veinte años y seguimos haciéndolos. La verdad es que hay un gran motor, más que un aferre, es la gente. Ahora que tenemos más contacto con el público a través de las redes sociales, nos damos cuenta de la cantidad de gente a la que le gustamos, y que quiere mantenernos vivos. En ‘Fobiarama’ nos dimos cuenta que fue todo un viaje, la gente le tiene un gran cariño, lo tiene como el soundtrack de sus vidas, y hay generaciones nuevas que conocen todos los discos. Eso es el gran motor, que cada vez hay más público joven de Fobia”. Referente al tema de Ayotzinapa y los estudiantes desaparecidos, Leonardo y Paco hicieron hincapié a que es una situación muy complicada, pues consideran difícil encauzar las emociones. Saben que el país necesita cambios drásticos, pero creen que el problema está muy arraigado. “Es fácil quejarse, manifestarse está increíble, pero nosotros tenemos la oportunidad de que si tenemos un gobierno que no nos parece, corrupto, es porque el pueblo lo permitimos. Nosotros tenemos que solucionarnos, con esa responsabilidad debemos salir a las calles, porque a final de cuentas, nosotros les estamos pagando a ellos. Son empleados del pueblo, es muy importante quejarse, pero con la solución en la otra mano”, finalizaron los músicos.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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