Si eres residente del país donde protestas, haz una tregua y detén tu lucha incierta para que defiendas la cusas de muchas familias que con lágrimas reclaman respeto y comida. La vida que se pierde nunca más regresa a ella aunque destruyas el mundo y con él tu propia vida; piensa mejor y proporciónale un descanso para que sus restos reciban consuelo en su mundo. Vicente Martínez Méndez Tijuana, B.C.