Desde la Ciudad de México y aun en el poder, por ser el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, del sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera no se sabrá su futuro para 2015, cuando abandone la curul a la que llegó por lista del tricolor, pero sí la influencia que suele tener en políticos de su partido y de otros, especialmente en los municipios de la República. Nombrado en los controversiales “moches” (la tajada que piden legisladores sobre los recursos federales que etiquetan a los Ayuntamientos), acción por cierto no investigada debidamente en este país. En el Ayuntamiento de Tijuana aseguran que para los recursos, que habrán de llegar a la ciudad en 2015, el diputado Beltrones fue pieza clave. Pero que ojo: no pidió moche, sino presionó para que uno de sus asociados políticos sea favorecido con anuencias y permisos en la administración de Jorge Astiazarán. Así es como dice, Carlos Bustamante Anchondo, el ex alcalde, conseguirá los permisos para que su junior abra un casino en su edificio, las Torres de Aguacaliente, luego de que también, gracias a Beltrones -según presumen ellos mismos-, les concedieran un permiso para una casa de apuestas, juegos y sorteos de números que tenía sede en Nuevo León y fue cambiada a Tijuana. Ahora sí que la presión de los billetes ha sido la más efectiva para Bustamante, porque de política y clase empresarial…