Sin notificación previa, 43 ejecutores fiscales adscritos al Departamento de Cobranza de la Subdelegación Tijuana del Instituto Mexicano del Seguro Social, se percataron de una reducción a su salario directo al revisar la nómina el 20 de noviembre de 2014. Los trabajadores encontraron su sueldos entre 4 mil a 8 mil pesos, en algunos casos, reducidos más de la mitad. Los afectados señalan que esta medida solo se aplicó al departamento de Cobranza, donde los trabajadores laboran bajo contratación por tiempo determinado, por lo que cada mes es necesaria la firma de contrato, a pesar de que hay ejecutores fiscales que llevan hasta diez años en sus puestos. Los trabajadores que se opusieron a firmar la nómina, sostuvieron una reunión con el titular de la subdelegación IMSS, Marco Montero, el 2 de diciembre de 2014, con el propósito de aclarar esta situación. Afectados señalan que la junta agendada para las 08:00 horas, comenzó hasta las 13:00 horas. En la junta también se encontraron presentes el jefe del departamento de cobranza, Víctor Manuel Hernández y el jefe de Oficina para Cobros, Armando Valle. Los afectados, quienes realizan labores de ejecución y cobro de cuotas de seguridad social a cargo del IMSS, mencionan que la institución justificó la medida debido a los rezagos por malas administraciones anteriores y un sobregiro en el presupuesto de la subdelegación. También mencionan que Montero declaró que la medida era una indicación de nivel central y que el funcionario no reaccionó de buena manera, cuando se le cuestionó por qué se seguía contratando personal para otras áreas si el presupuesto no era el suficiente. De acuerdo a los quejosos, Montero les informó que los descuentos a los salarios no serían reembolsables y que tan solo se les daría un bono de compensación por 2 mil pesos, para hacerse efectivo en enero de 2015. Por su parte, el subdelegado del IMSS en Tijuana, Marco Montero, señaló que son solo unos pocos de los 43 ejecutores fiscales a su cargo, quienes se han opuesto a esta medida. “No estamos tocando absolutamente nada en cuestión de salario, el salario de un ejecutor está muy bien especificado es de mil 009 pesos quincenales, son 2 mil 018 pesos mensuales”, declaró el funcionario, en entrevista. Explicó que los ingresos adicionales, corresponden a la productividad que cada mes tenga un ejecutor fiscal en el desempeño de sus funciones, conceptos que se vieron “restringidos”. Montero señaló que ésta es una práctica realizada de manera habitual al cierre de un ejercicio fiscal, como ajustes de presupuesto para comenzar el próximo año con finanzas sanas. Agregó que como política personal considera preferible hacer este tipo de ajustes a despedir o dejar de contratar a un trabajador. Además, negó que se haya contratado personal, como lo señalan algunos afectados. Sobre la junta realizada con los ejecutores fiscales para tratar el tema de la reducción a sus ingresos, el subdelegado mencionó que los trabajadores en su mayoría aceptaron estas condiciones al conocer de cerca la situación financiera del instituto. Señaló además que esta restricción a la percepción económica de estos trabajadores, sería revertida en enero de 2015. Una lista entregada a ZETA, señala cuando menos a nueve afectados que se muestran inconformes con esta medida, pero en sus testimonios –en anonimato por temor a represalias– los trabajadores señalan que la medida disgustó a todos y solo fue tolerada para conservar sus empleos. Montero reconoció que no se notificó de manera previa a estos trabajadores sobre la reducción en sus ingresos, ya que esta determinación se tomó en el nivel central del IMSS, por lo que las nóminas llegaron desde la delegación estatal con los ajustes ya realizados.
IMSS reduce sueldo a 43 empleados de Cobranza

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