El reto de su primer largometraje

Después de dirigir cuatro cortometrajes, entre ellos “Fin de Trayecto”, que en 2008 ganó el Premio Ariel a Mejor Cortometraje de Ficción, el cineasta Acán Coen comienza su carrera como director de películas con “Visitantes”, filme que logró concretar tras cinco años de intentos en los que, al lado de Desireé López, intervino en nueve ocasiones el guión. La historia es sencilla, pero ayuda que se desate una narración donde el terror y suspenso también son protagonistas. Se centra en la doctora Ana Moreno (Kate del Castillo), una cirujana que no cree en hechos paranormales, pero que tendrá que enfréntalos cuando  sea testigo de cómo su esposo Daniel (Raúl Méndez) y Sebastián (André Collín), su pequeño hijo, son poseídos por los “Visitantes” de una casa de muñecas. ZETA charló con el director de la trama sobre su debut en el cine, los retos que esto implica, la dificultad de trabajar en el género de terror y sus planes a futuro. — ¿Qué tan drástico has sentido el cambio de hacer cortometrajes a dirigir una película? “Ha sido un trabajal. Yo estaba acostumbrado, más bien a hacer cortometrajes y había trabajado en televisión, pero mi experiencia en cine había sido más bien en cortometrajes, y la verdad (ha sido) bastante fuerte, porque a algunos de los cortos les fue muy bien. Fueron años para poder levantar la película, finalmente aquí está. Entre conseguir el dinero y conseguir a los actores, filmar y post producir, etcétera. Es como otro camino totalmente diferente, pero muy gratificante en sí también”.  — Y te arriesgas a iniciar en el cine con una historia de terror… “Yo siento que en México hay mucha afición al terror, creo que es el segundo género más popular.  Lo que pasa es que siempre es un reto, porque sí es un género muy complicado. Dicen que la comedia y el terror son de hacer reír y asustar a la gente, y que son las dos cosas más difíciles que hay. Me gustaba esta historia y le eché todas las ganas a explorar el género. Desde chavito siempre me ha gustado el terror, lo fantástico, soy como muy aficionado a ese tipo de historias y hasta cuentos me leía de adolescente. Ya finalmente escribí este guión y es el que más ha pegado fuerte, y estamos muy entusiasmados con el lanzamiento de la película… tuvimos muy buenos efectos especiales, trabajamos con gente muy talentosa, y en general a mí me encanta la música y me gusta cómo quedó todo el aspecto de la parte técnica de la película, que siempre es un reto. No es fácil, hay que planearlo todo muy bien, y bueno, contar con gente que sepa su oficio”. — ¿Qué significó contar con Kate del Castillo como protagonista de tu ópera prima? “Kate es una actriz que es muy talentosa, que es inmensamente profesional. Tiene un carácter extraordinario, todo mundo la quería en el set y la verdad es que se aventó el clavado confiando en que yo la iba a llevar a buen puerto, entonces para mí fue muy gratificante trabajar con ella, porque realmente nos llevamos muy bien y sentí que se fue creciendo todo el tiempo, que cada vez estaba mejor. Yo soy un poco obsesivo para trabajar con los actores, me gusta trabajar con tiempo el personaje, que se vayan metiendo en la piel y también me gusta sacarlos un poquito de su zona de confort. Me gusta que no se sientan tan cómodos, porque a veces tienden a irse a lo seguro. Como director siento que hay que empujarlos un poquito para que se arriesguen, porque cuando se arriesga es cuando se gana”. En el caso de Kate del Castillo, el riesgo fue que tras dos años de negociaciones aceptó el papel para darle cara a un género en el que no había participado y que no le gusta del todo, situación contraria a la de Raúl Méndez, quien tenía como respaldo su actuación en “KM 31”. Además, a decir de Coen, el largometraje también se cobijó por la diversidad de histriones, al incluir a Aurora Papile que recién prueba suerte en Estados Unidos, Sophie Alexander que regularmente trabaja en teatro y Angelina Peláez. A lo que el cineasta agregó: “Estamos muy contentos con el elenco, los actores son los que acaban dando las caras y el público es con quien se va a identificar y quienes nos van a transmitir todas las emociones de la película”. — ¿Cuál fue el reto más grande en esta primera experiencia como director de cine? “Para mí era muy importante eso, que todos los actores estuvieran en un mismo todo. Son actores de diferentes escuelas, unos vienen más de la televisión, otros son más de cine o teatro. Tratar de compaginar esos estilos para que todos estén en la misma tónica y proyectarlo más o menos en el mismo tono dramático para sus personajes e historia. Eso yo creo que es como lo más difícil, trabajar un tanto realista con ellos, siendo que es un género de terror y todo lo que sucede está rayando lo fantástico”. — ¿Podemos esperar que sigas en el mismo género? “Tengo un guión similar, pero no similar en el mismo género. Ahorita estoy entusiasmado escribiendo otro guión que me parece muy padre, y ese sí es en el mismo género. Aparte de eso, el año que viene voy a intentar levantar una película que es un thriller psicológico, una historia muy fuerte y muy interesante para mi gusto. Esperemos que todo salga bien para poderla estar filmando a finales del año que viene y principios del otro”. “Visitantes”, cuyo arco dramático llevará a Ana del escepticismo a creer, sigue en la cartelera nacional mediante 550 copias y su creador, que se considera “agnóstico en ese sentido”, invita a la gente a que la vea: “Es cine cien por ciento mexicano. Es para que la disfruten y que se asusten, es un tipo de terror de ese rico, no hay torturas ni cosas por el estilo, ya está muy lleno de problemas por fuera como para (tener) eso (en el cine). Aquí se van a pasar un rato entretenido y espero que se identifiquen con los personajes, y vivan las emociones que esta familia vive”. Cine mexicano en 2014 Hacer un balance de los logros del cine nacional durante este año, resulta en un desequilibrio si se considera que su antecesor rompió varios récords. Sin embargo, la filmografía hecha en el país no se separó por mucho de esas cifras, por lo que tuvo un cierre que dio pelea. De 126 películas mexicanas que se produjeron en 2013, el número más alto desde 1959, según datos del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), 101 se estrenaron; mientras que este 2014, se estima tenga un cierre de 100 producciones, de las que todavía falta confirmar cuántas llegaron a la pantalla. Lo que sí corroboró el Instituto en su resumen de actividades, es que ocho títulos llegaron a tener más de un millón de espectadores. En cuanto a cifra total de asistencia, el año queda con 25 millones, entre complejos privados y circuitos culturales, cuando en 2013 rebasó por poco los 30 millones de espectadores. El desglose de público colocó a “La Dictadura Perfecta”, película de Luis Estrada, como la más atractiva para la gente, al haber sido vista por 4 millones 125 mil 726 personas; seguida de “Cásese Quien Pueda” (Marco Polo Constandse), con 4 millones 90 mil 731 espectadores; y 2 millones 820 mil 690 asistentes para  “Cantinflas” (Sebastián del Amo). Lo que no se puede negar es que, ni juntado esas cifras, se emula el éxito que por sí sola tuvo “No se Aceptan Devoluciones” en 2013, al ser el entretenimiento de 15.2 millones de mexicanos. Pero aunque los números no hayan sido igual de elevados en ese aspecto, el cine del país volvió a figurar con buenos resultados en festivales internacionales, al hacerse acreedor de 164 premios en diferentes categorías y lugares. Además, se echó a andar la Plataforma Digital Cinema México-Michoacán, proyecto que promueve el cine mexicano en diversas comunidades que el IMCINE equipó con lo necesario para proyectar trabajos de un catálogo de 60 largometrajes y 80 cortometrajes; iniciativa que dará pauta a la línea de trabajo de ese organismo en 2015, cuya estrategia es abastecer la demanda de materiales disponibles en la red. (Brenda Mancera Hernández/ZETA)