Desatendidos en la supervisión diaria, ciertos policías municipales de Tijuana retomaron el camino de la extorsión. En la delegación Sánchez Taboada específicamente, acuden a pequeños comercios en zonas residenciales a “cobrar piso”, los uniformados que no son controlados por la señora Patricia Sida, directora de la Policía Municipal de Tijuana, inician la puja de la extorsión en los cien dólares. Descaradamente –con impunidad institucional– llegan en sus patrullas a los negocios y explican a los comerciantes que deben pagar cien dólares de piso para la banda de criminales local, generalmente dicen que es del cártel de Sinaloa. Hay hombres y mujeres de trabajo que caen en la extorsión y les dan la mordida, mientras otros, prefieren cerrar el negocio o de plano cambiar de delegación. Casos, por si los pide el Ayuntamiento de Tijuana, hay muchos y es cuestión de recorrer las colonias, escuchar y dar confianza y credibilidad a la población, además de activar el localizador geo-satelital de las patrullas para darse cuenta dónde andan sus policías. ¿No?