Esta semana tres malas noticias se generaron en torno a la economía mexicana que, al parecer, va de mal en peor. Para empezar, el miércoles 26 de noviembre el peso se cotizó en 13.70 pesos por dólar (retroceso del 20 por ciento), esto frente a los 13.67 pesos del precio referencial (Reuters) de un día previo. De acuerdo al Banco de México (BM) el tipo de cambio para solventar obligaciones denominadas en dólares de los Estados Unidos, pagaderas en la República Mexicana, en igual fecha se colocó en 13.72. Mientras que el interbancario se colocó en 13.72. Lo anterior tiene que ver con la publicación de varios indicadores económicos en Estados Unidos, con lo que el peso cayó a un nivel mínimo desde julio de 2012. La segunda es el costo de la mezcla mexicana de exportación fue a la baja el martes 25 de noviembre, por debajo de los 70 dólares. Cotizó en 69.94 dólares por barril, esto previo a la Cumbre de los miembros de la OPEP en Viena, donde finalmente se determinó que pese al desplome de costo del energético en el mundo, debido a una sobre producción, todavía no hay razones suficientes para bajar los precios. Por lo pronto, el barril azteca se depreció aproximadamente 2 dólares en relación a la cotización del lunes de 71.68 billetes verdes, según registros de Pemex (Petróleos Mexicanos). El precio del crudo mexicano estuvo 17.7 por ciento por debajo del valor pronosticado para este año en la Ley de Ingresos, que es de 85 dólares en promedio, y 11.4 por ciento debajo del precio establecido en la Ley para 2015, calculado por los legisladores mexicanos en 79 dólares el barril. A éste se le agrega la apertura del mercado de los energéticos a partir del año próximo, en base a la reforma que el Congreso le aprobó a Peña Nieto, carta que tiene el actual gobierno para revertir la caída de las finanzas públicas, en un entorno donde el petróleo cada vez vale menos porque la oferta está superando a la demanda.
Por último, de acuerdo a cifras del INEGI, en los primeros 15 días de noviembre, INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) tuvo un incremento de 0.74 por ciento, respecto a la quincena anterior; con lo que, la tasa de inflacionaria anual se ubicó en 4.16 por ciento. Éste es el incremento quincenal más alto en 12 meses.
De caídas y subidas
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