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jueves, octubre 3, 2024
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Atropellamientos: falta de infraestructura y educación vial

A no más de 300 metros de un puente peatonal, Doña Alicia asoma la cabeza de derecha a izquierda, parada en la orilla del Bulevar 2000. Para llegar de su casa al fraccionamiento Hacienda Casa Grande, forzosamente tiene que cruzar la vialidad, y por lo menos esa mañana no lo hará por donde está diseñado su paso. A su espalda esperan sus tres hijos, la menor de unos seis años, quien le ayuda cargando unas bolsas, y el de ocho, haciendo lo mismo con el de dos años. Una seña con la mano izquierda -pues en la derecha carga más bolsas- es suficiente para que los menores entiendan que deben ganarle el paso a los vehículos. “No usamos el puente peatonal porque nos queda muy lejos… de todos modos los carros pasan igual de rápido por la vía lenta, donde se baja por el puente”, responde la señora de 30 años de edad. Se ríe. La apuesta de los peatones es que a partir de un cálculo instantáneo, logren sortear una estampida de vehículos cuyos conductores lo que menos esperan es su paso. Pero finalmente la física decide si uno de esos carros lo arrolla o no. “Comúnmente nosotros los llamamos accidentes, pero hay que entender que la palabra accidente viene de un suceso inesperado, donde no interviene la voluntad del hombre. En este caso, tratándose de un hecho (atropellamiento), pues aquí intervienen forzosamente diversos factores”, dice en entrevista Jaime Valencia Arechar, jefe de Peritos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Tijuana. Las coincidencias de “factores” como la distancia y el tiempo entre una persona y un vehículo han ocasionado 739 atropellamientos en los primeros 10 meses del año, casi 74 eventos por mes en todo el municipio. Pero no solo por evitar caminar unos metros más o por llegar a otro punto de manera más pronta, las personas deciden ignorar las vías pertinentes. “No hay confianza, hay mucho asalto bajando el puente, aunque sea de día”, explica un joven de 23 años que trabaja para la empresa Jersey, en cuanto termina de cruzar el Bulevar 2000, algunos metros más adelante. Valencia Arechar sostiene que del total de los atropellamientos registrados, la mayoría son ocasionados por los transeúntes, “comúnmente es el peatón el que no tiene cuidado… hay peatones que se cruzan por cualquier punto las vías de una forma repentina, donde es imposible para el automovilista evitar el hecho”. A dos meses de terminar 2014, la cifra se acerca a los atropellamientos que, de acuerdo al registro municipal, sucedieron durante todo el año 2013. Cuando atropellas a alguien Julieta cuenta que apenas iba a tomar unas cervezas a la Zona Centro de Tijuana. Transitaba por el Bulevar Gustavo Díaz Ordaz,  justo frente a Plaza Galerías, cuando su carro cortó el camino de un hombre que cruzó la vialidad corriendo. Con lesiones en un hombro y una pierna, después unos segundos se levantó del suelo y trató de dejar la escena del atropellamiento, pero varios testigos lo detuvieron para que esperara la llegada de la ambulancia. En lo que el Ministerio Público del Fuero Común integraba las pruebas periciales para determinar responsabilidades, Julieta tuvo que pagar alrededor de 10 mil pesos de fianza para evitar el arresto de 48 horas. Afortunadamente para ella, el perdón del lesionado llegó antes de que un juez pudiera fallar a favor o en su contra. Pero los escenarios se complican cuando no hay perdón y el proceso legal se alarga, o peor aún, cuando en el hecho se pierde una vida a causa del atropellamiento. En el caso de Tijuana, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) tiene el registro de mil 742 averiguaciones previas abiertas por el delito de lesiones en lo que va de este año, y se calcula que aproximadamente el 15 por ciento se originaron por atropellamientos. El porcentaje fue similar el año pasado (2013), cuando se registraron 2 mil 248 investigaciones por el mismo tipo de hechos, resultando la incidencia de atropellamientos con el mismo porcentaje.   En el peor de los escenarios, homicidios culposos, la fiscalía estatal abrió 87 casos, uno más que el año pasado. Según el Código Penal para el Estado de Baja California, un atropellamiento es considerado delito no grave,  como lo sería un homicidio culposo, que cobrarían carga penal solo en caso de que se compruebe que el conductor esté en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas, sustancias que perturban su adecuada conducción. En ese caso la pena va de tres a ocho años de prisión. En Tijuana, según información del Sistema Penitenciario de Baja California, actualmente 17 personas están presas por homicidio culposo relacionado con este tipo de hechos de tránsito. El factor canalización En otros datos, considerando el fenómeno de la indigencia, de enero a octubre de este año, 81 hechos con 62 lesionados pudieran relacionarse con el fenómeno de los residentes en la canalización del Río Tijuana, lo que corresponde al 11% de atropellamientos ocurridos. De este número de personas, 19 fueron alcanzadas por los carros que transitaban por la Avenida Internacional, mientras que en 61 casos, los automovilistas recorrían las vías rápidas Poniente y Oriente. Por otro lado, en lo que respecta al Bulevar 2000, de enero a octubre de 2014, han ocurrido 24 atropellamientos.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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