Dos migrantes recién deportados fueron engañados en su intento por regresar a Estados Unidos, sus estafadores simularon el cruce fronterizo y una conversación con un supuesto agente de aduanas. Finalmente fueron liberados y rescatados en la delegación Playas de Tijuana. Lo anterior, de acuerdo a testimonios de Roberto y Antonio, quienes se conocieron en la Casa del Migrante donde pasaron unos días después de haber sido enviados a Tijuana por autoridades estadounidenses. Ahí un sujeto los contactó con Gregorio Verdugo López, quien les fijó cuotas de 7 mil 5 mil dólares para cruzarlos por la Línea Internacional de San Ysidro, donde supuestamente ya tenía sobornado a un agente de Aduanas y Protección Fronteriza. El lunes 24 de noviembre de 2014, en la cajuela de una camioneta y sin visión al exterior, los migrantes sintieron la circulación lenta del vehículo y posteriormente escucharon palabras en inglés, se trataba de la simulación del cruce fronterizo y de una conversación con un agente norteamericano. “Ese señor lo que hizo fue que empezó a hablar inglés mucho, pero para ese tiempo esos señores me habían echado a la cajuela me taparon para que no viera nada, me taparon, en ese momento todo fue muy rápido”, relata Antonio en su primer testimonio. Pasaron 20 minutos y el vehículo se detuvo, Gregorio acompañado de José Camacho Cázares, les ordenó que bajaran rápido de la camioneta e ingresaran a un cuarto del hotel donde se estacionaron. Ahí adentro “no tuvimos comunicación, simplemente el cabecilla nos dejaba hablar con los familiares para pedir obviamente el dinero…cuando se enojaban nos daban unas patadillas y cuando estaban contentos pues nos hablaban bien” La familia de Roberto no tardó en depositar el dinero, y el martes 25 de noviembre en la tarde fue liberado. Ya con la sospecha previa de que no cruzó a Estados Unidos, y al percatarse de que efectivamente estaba en la delegación Playas de Tijuana, detuvo a un policía municipal para explicarle la situación y guiarlo al hotel. Para ese momento, agentes municipales, del Instituto Nacional de Migración y del Grupo Beta, participaban en la búsqueda. Finalmente policías municipales irrumpieron en el cuarto donde tenían Antonio: “La intervención de la policía fue de que, llegaron a tocar la puerta, estaban los dos muchachos que estaban encargados de que yo no saliera, (luego) el policía abrió la puerta y sacó su arma”, según relató. Después de su detención, José Camacho Cázares declaró ser originario de Sinaloa pero tener “toda la vida” en Tijuana. Dijo que su responsabilidad era cuidar a Antonio y Roberto y que después sería cruzado al vecino país, donde además le darían trabajo. Explicó que Gregorio Verdugo (que no pudo ser cuestionado debido a estaba aparentemente bajo el efecto de alguna droga) le contó que tenía 20 años cruzando personas ilegalmente, pero que para él era la primera vez. En su testimonio al que ZETA tuvo acceso, afirmó desconocer el nombre de los cabecillas del grupo, pues solo los vio cuando les llevaron de comer al hotel Los detenidos fueron turnados al ministerio público de la Procuraduría General de Justicia del Estado, según la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, por los delitos de privación ilegal de la libertad y extorsión.