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viernes, septiembre 20, 2024
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Pluviales con basura y vegetación

Cauces de río e infraestructura pluvial están obstruidos por vegetación, escombros, chatarra y basura, y arroyos están limitados en su diámetro por asentamientos irregulares. En esas condiciones y previo al inicio de la temporada de lluvias, se encuentra la infraestructura pluvial de Tijuana. En mayor o menor medida, los 38 arroyos canalizados con sistema pluvial y los 26 cajones desarenadores con que cuenta el municipio, almacenan desde basura doméstica, hasta llantas y material de construcción, incluso vehículos desmantelados son depositados en estos conductos de agua. Y aunque el Municipio dispone una partida millonaria para su limpieza anual, la ausencia de vigilancia, aunado a la falta de cultura por parte de la población, impide guardar su conservación por más de un mes, reportan en la Dirección de Protección Civil. También la canalización del Río Tijuana y el Arroyo Alamar, dos de las principales afluentes de agua hacia donde desembocan un amplio número de pluviales, registran un cúmulo de deshechos, así como matorrales, árboles y arbustos. Peor aún, a punto de que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ceda al gobierno de Tijuana la custodia de la canalización para su vigilancia y limpieza, ni la dependencia federal ni el Municipio, contemplan un programa para su saneamiento. La obstrucción en pluviales y cajones desarenadores podría acarrearle a la ciudad inundaciones en la próxima temporada de lluvias. Ignorados e incomunicados En el drenaje pluvial del Cañón del Sainz, la constante es ver camiones de volteo cargados de escombros que los desechan ahí, personas a pie o en automóvil que arrojan basura a cualquier hora del día. La misma escena se observa en el desarenador del Cañón Johnson, cuyos vecinos aseguran que dan parte a las autoridades cuando la detectan, pero éstas no acuden a frenar la ilegal acción. En Playas de Tijuana, a la altura del Cañón de Las Flores, la señora Minerva Soto ya se prepara con sus costales de arena para proteger su vivienda, acción con la que solo prevé mitigar un poco la invasión de agua a su vivienda, “porque siempre nos inundamos y hasta entonces las autoridades vienen para sacarnos de nuestras viviendas”. La colonia Tijuana Progreso cuenta con un canal, pero la falta de pavimentación en sus vialidades incomunica a los habitantes de este asentamiento durante los días de lluvia, en los que “ni el servicio de transporte, ni de gas o de venta de agua potable, entran a la colonia, porque no se puede transitar por las lodosas calles”, anota la señora María Gaxiola. El cajón pluvial ubicado en el Cañón de la Piedrera no es la excepción, invadido de basura, hace temer inundaciones a los vecinos de las colonias Chula Vista, Gabilondo, Cacho y sus alrededores. También ellos han dado parte a las autoridades de esta situación, pero “no hacen caso a las denuncias ciudadanas”, señala el señor Cristóbal del Río. No se diga el desarenador ubicado en la colonia Chula Vista, cubierto de plantas y pequeños arbustos; también sirve de basurero clandestino. Los vecinos se muestran preocupados por la próxima temporada de lluvia, que si aciertan los pronósticos, puede causar inundaciones. “Me he cansado de denunciar los hechos ante la delegación Centro, pero no hacen caso. En las lluvias de 1993, el cajón pluvial se taponeó y causó muchos accidentes, hasta muertos hubo en la colonia Chula Vista, que no tiene nada de chula”, explicó Del Río, quien ha solicitado la presencia de las autoridades municipales a la colonia para que se percaten de las condiciones en que se encuentra el cajón pluvial y el desarenador. “Les he hablado muchas veces, pero nada; como respuesta nos han mandado a unos trabajadores para que hagan limpia por encimita, pero no como se debe; en realidad ya no sabemos a quién acudir para que atiendan nuestra demanda”, añadió el residente de la colonia Chula Vista. Preocupado por lo que ocurre en su colonia,  el ciudadano dice estar dispuesto a colaborar con las autoridades, e incluso organizar a los residentes para que en conjunto realicen mejoras en la zona: “Estoy dispuesto a invertir de mi bolsa en herramientas de limpia,  con tal de que nos hagan caso; después nos vamos a lamentar si ocurre una tragedia, que no se les olvide a las autoridades que hay ciudadanos preocupados con su colonia”. Infructuoso desazolve Alrededor de 20 mil metros cúbicos de vegetación, basura doméstica y pesada son retirados cada año del sistema pluvial de Tijuana. Usualmente, a partir del mes de octubre, el gobierno de Tijuana pone en marcha el programa de desazolve para concluirlo antes de diciembre, pues en ese mes se registran las primeras precipitaciones de la temporada. Este año la limpieza de los 38 pluviales y desarenadores inició el 20 de octubre y su avance es mínimo; aún se aprecian cúmulos de llantas, basura doméstica y pesada, árboles que alcanzan hasta los cuatro metros y arbustos, escombros y lodo que obstruyen las alcantarillas por donde se supone, fluirá el agua. Para esta labor, el gobierno de Jorge Astiazarán programó una inversión de 3 millones de pesos a aplicar en un par de meses, lapso en el que prevé culminar la limpieza de la infraestructura pluvial. La instalación de pluviales y desarenadores de Tijuana cuenta con una capacidad para captar, en un estado óptimo, 95 mil 515 metros cúbicos de agua. Para evitar inundaciones a causa de las lluvias, no solo se requiere desazolvar la infraestructura pluvial, indicó Rafael Carrillo Venegas, director de Protección Civil, de hecho, “al mes de que se efectuó la limpieza ya se localiza basura en ella, porque no hay la cultura de mantenerla limpia”, lamentó. Reconoció que al no delimitar las autoridades los diámetros de los cauces de arroyos o impedir se construya sobre ellos, difícilmente se podrán evitar inundaciones y situaciones de contingencia. “Estas acciones impiden la fluidez de las corrientes del agua en forma adecuada, y al desbordarse arrojan a su paso todo lo que les estorba, lo cual generalmente va y desemboca a los desarenadores, saturándolos”, dijo. Reconoce Municipio falta de inversión Con todo y que este año se construyeron tres sistemas pluviales, uno de ellos considerado el de mayor dimensión en el municipio, ubicado en Los Laureles, el gobierno de la ciudad reconoce que a Tijuana “le hace falta mucha inversión para mitigar el impacto de lluvias atípicas”. Roberto Sánchez Martínez, secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, expuso que con limpieza y la puesta en marcha de tres nuevos pluviales se intentará hacer frente a las  lluvias que se pronostican para esta temporada. El pluvial de Los Laureles cuenta con capacidad de 7 mil metros cúbicos, se invirtieron 20 millones de pesos. En Otay-Centenario se instaló un desarenador de 5 mil metros cúbicos de capacidad, con un costo de 44 millones de pesos; mientras que en Lomas de La Presa se instaló un pluvial en el que se aplicaron 25 millones de pesos. Con estas obras se prevé evitar inundaciones en colonias como Pastejé, Aviación, Del Río, García Santibáñez, Adolfo Ruiz Cortines y Libertad parte baja, generalmente de las más afectadas por las lluvias. Un total de 89 millones de pesos para evitar en lo posible inundaciones, aun así, no se descarta este tipo de contingencias. Río Tijuana y Arroyo Alamar, “semi-limpios” El Río Tijuana hacia donde desemboca una amplia cantidad de los drenajes pluviales que conducen el agua de los arroyos, han sido solo “semi-limpiado”, reportó CONAGUA. Aun así, están en condiciones de enfrentar la temporada de lluvia, garantizó Noé Rivera, director de la dependencia. Lo mismo sucede con el Arroyo Alamar, ambas obras federales a cargo de la Comisión Nacional del Agua, a punto de ser manejadas en su vigilancia y saneamiento, por el XXI Ayuntamiento. “Por cuestiones de seguridad, el gobierno de Tijuana ha requerido a CONAGUA hacerse cargo de la infraestructura hidráulica”, apuntó Rivera. “Por iniciativa del gobierno municipal elaboramos un convenio de colaboración para que la autoridad local se haga cargo de cuestiones técnicas como la vigilancia, pero también se incluye la limpieza”, agregó. El Municipio confirmó el proyecto, haciendo hincapié en el rubro de vigilancia, toda vez que cada que se realizan rondines en la canalización, se tiene que pedir un permiso a CONAGUA, por ser zona federal. El documento actualmente lo analiza la Consejería Jurídica del Municipio, y de él tienen conocimiento Alejandro Lares Valladares, secretario de Seguridad Pública, instancia que se hará cargo de la vigilancia, aunque desconoce cuándo se firmará el convenio. Pero la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, a cargo de Roberto Sánchez Martínez, dependencia que tendría que hacerse cargo de la limpieza de la infraestructura, desconoce tal acuerdo y, por ende, no se encuentra preparada para desazolvar. La “semi-limpieza” realizada por CONAGUA la realizó en 900 metros del Arroyo Alamar,  “donde está la selva se le dio una rastreada con motoconformadoras, pero aún le hace falta”, reconoció el funcionario, sin determinar ningún programa adicional de conservación. En el caso de la canalización, Rivera anotó que el gobierno municipal ya se ha hecho cargo de la limpieza, aun sin haber signado el convenio, particularmente “se ha encargado de la zona conflictiva, dónde están los migrantes”, de donde han retirado los cerros de arena. Remató que en esa área, el gobierno de Jorge Astiazarán “no solo quiere sacar a la gente (migrantes), también la quiere limpiar”. Para finalizar, el funcionario federal precisó que al año, CONAGUA dispone de una inversión que fluctúa en los 30 millones de pesos para la conservación de la infraestructura de Alamar y el Río Tijuana, recursos que tendrá que ceder al Municipio para que éste efectúe su saneamiento. Por lo pronto apenas dio inicio la limpia de pluviales y desarenadores… y las lluvias se acercan.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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