Fueron detenidos cuatro integrantes de una banda criminal responsable de nueve secuestros de migrantes y empresarios en Tijuana, por quienes pedían desde 5 mil dólares hasta un millón de dólares de rescate. Además de haber asesinado a seis de las víctimas pese al pago del dinero exigido. Se trata de Jesús Alberto Osuna Palomares, de 21 años y originario de Escuinapa, Sinaloa, Juan Ignacio Téllez Espinoza de 28 años, Francisco Pérez Benítez de 18 años y José Javier Valencia Gutiérrez, de 27 años, originarios de Tijuana. El perfil de las víctimas, eran dueños de medianas empresas como fruterías, lotes de autos, locales de swap meet y transportistas. El rescate era solicitado de inmediato y retuvieron durante un mes a una persona secuestrada. La más reciente víctima de esta banda, fue un comerciante de la zona turística de Puerto Nuevo en la ciudad de Playas de Rosarito, Baja California. El hombre fue privado de su libertad el 20 de noviembre de 2014 y rescatado por la policía ministerial, el 24 de noviembre. El 24 de noviembre, Jesús Alberto Osuna Palomares, alias “El Beto” y José Javier Valencia Gutiérrez, alias “El Javi” fueron detenidos por la policía municipal de Tijuana cuando transitaban en un vehículo. Al salir del automóvil, “El Javi” apuntó con un arma de fuego a uno de los oficiales y comenzó a huir, por lo que fue herido de bala por el agente de la policía. “El Javi”, a quien se le identifica como parte de una célula de 22 sujetos dedicados al secuestro de migrantes y medianos empresarios en la ciudad, se encuentra internado en el Hospital General de Tijuana, debido a las lesiones. De sus cómplices, 13 han sido detenidos y cinco permanecen prófugos. De acuerdo a detalles dados a conocer por Miguel Ángel Guerrero, coordinador de la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada en Tijuana (SCDO), “El Javi” se reagrupaba con otros sujetos cuando los coautores de los secuestros eran detenidos. Luego de que José Javier Valencia Gutiérrez fue herido, “El Beto” fue presentado ante el Ministerio Público como testigo de los hechos, así como los oficiales que participaron en los hechos. Ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), “El Beto” confesó la ubicación de la casa de seguridad donde se encontraba el empresario. Así, la policía ministerial se trasladó hasta la privada Arrayanes del fraccionamiento “Paseos del Vergel” en inmediaciones del bulevar 2000 – vialidad que conecta a Playas de Rosarito con Tijuana y por donde, se presume, escaparon los secuestradores el día del plagio – y logró liberar a la víctima. Ahí fueron encontrados Juan Ignacio Téllez Espinoza y Francisco Pérez Benítez, con celulares y un arma calibre .45, la cual fue utilizada en el momento del secuestro para realizar detonaciones al aire y ahuyentar a los testigos, de acuerdo a la PGJE. El rescate solicitado a la familia de la víctima, quien era dueño de un negocio dedicada a la venta de bebidas tipo “clamato”, era de un millón de dólares, cantidad similar que fue cobrada por la banda en ocasiones anteriores. Según información proporcionada por la Procuraduría, “El Javi”, también conocido como “El Flaco”, pertenece desde 2013 a una banda dedicada al secuestro de migrantes y comerciantes y se le relaciona en nueve secuestros, en seis de los cuales privaron de la vida a sus víctimas, pese al cobro del rescate. Además se le investiga por homicidio.