La colonia “Vista Encantada” parece escondida entre los cerros del límite de la delegación Playas de Tijuana. Como casi toda la periferia de la ciudad, carece de calles pavimentadas, alumbrado público y presencia policial. Hasta ahí llegan tres rutas de transporte público. Una de ellas, la perteneciente al Sindicato de Taxistas “Ricardo Flores Magón”, ha sido víctima de más de diez robos con violencia tan solo en octubre de 2014. La inseguridad escaló cuando durante uno de los atracos, un chofer recibió un par de puñaladas en el brazo y un fuerte golpe en la cabeza. Con casi ochenta unidades diarias, los taxis blancos con franja guinda ofrecen el servicio desde el crucero conocido como “la 5 y 10” hasta esta colonia, para ello atraviesan otras demarcaciones como “El Jibarito” y “Cumbres”, también categorizadas como de alta incidencia delictiva. Pero es en la colonia “Divina Providencia”, de la delegación Playas de Tijuana, donde los afectados ubican la mayor parte de los atracos. De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), en 2014, ahí se reportaron 60 delitos, 13 robos de vehículo, cuatro denuncias por lesiones, dos homicidios violentos y dos robos con violencia. Sin embargo, los taxistas refieren que apenas uno de diez robos es denunciado. Entre las razones, refieren la falta de tiempo para interponer una denuncia, “es eso o sacar el dinero del día”, explicaría uno de los afectados, pero también la falta de interés del ministerio público. Cuando un grupo de ocho taxistas se reunió en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para denunciar a los asaltantes, a quienes identificaban físicamente y por apodos como “Elite”, “El Cracs”, “El Locker”, “El Mudo”, “El Paja” y “El Rica”, el empleado en turno intentó disuadir a los hombres de interponer su denuncia. Después, procedió a levantar la declaración de solamente uno de los interesados, al considerar que el resto de los robos no podrían ser propiamente investigados debido que habían pasado días desde que ocurrieron.