Puntual todos los viernes, con franqueza y sinceridad, a grandotes y chiquitos el ZETA les dice la verdad. En su lujoso edificio cinco estrellas, cocinando la noticia la intelectual periodista Adela Navarro Bello. Mas a la huesuda de negro no le importó, tamaño, color ni pelo y a la Redacción llegó preguntando por la mero mero. La huesuda mexicana la tapó con su rebozo y de rápido jalón se la llevó al pozo. Hoy no descansa en el panteón aquella intelectual periodista mirando a su alrededor tanto muerto… y de risa. Lo comido y lo bailado se lo lleva a la tumba, bienes, carro y dinero se los deja a sus compas del semanario. Descanse en paz A.N. B. José Palma Herrera Tijuana, B. C.