El gobernador de Guerrero juró buen gobierno primero, antes fue priista y hoy es izquierdista. Le llovió en su milpita, a él, con “Ingrid” y “Manuel”, casi desaparece Guerrero, al fin tiene fuero. Pasó un año del huracán y siguen los estragos, el daño, mentiras, engaño a todos los que están. Negligencia gubernamental, permisos, desvíos de ríos, construcciones y obstaculizaciones. El futuro del país, Ayotzinapa, se destapó la gran cloaca, mala democracia, eso es lo que regía. Viajó la Catrina al Guerrero bello, llegó como centelleo, pepenó al Aguirre Rivero, fue lo que hizo primero. “A dónde vas, madurito, llegó tu gran momentito, cuarenta y tres estudiantes en tu conciencia y eso es gran sentencia”. “Conmigo tendrás muerte eterna”, dice la parca: “Siéntate en mi pierna, conmigo no se juega, tu fin ya llega”. Camina la parca, sus huesitos: traca-traca; lleva un cliente de Guerrero muy reciente. La chirriona lo abraza, su corazón no hace ya taca-taca, la calavera prepara su mortaja y su triste caja.</p> Ha muerto Aguirre Rivero, murió de un paro, ya lo lleva al entierro, cavó ya su agujero. Dice en su epitafio: “Mal gobernó, por ello la muerte se los llevó, fue lo mejor que le pasó”. Leopoldo Durán Ramírez Tijuana, B. C.