La educación en zonas rurales de Baja California Sur, es una ardua tarea que realizan los instructores comunitarios afiliados al Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), y precisamente de visita por la entidad, su directora general, Alma Carolina Viggiano, afirmó que BCS ocupa el segundo lugar en atención a niños migrantes. La funcionaria agregó que es importante mejorar el modelo educativo para los niños de jornaleros agrícolas de la entidad, ya que “en los campos agrícolas, ahí llegan niños de otros estados, y éste estado es el segundo, después de Sinaloa, que recibe más niños. Revisar el modelo para los niños migrantes, es el reto que estamos enfrentando, estamos ayudando a mejorarlo, pero en realidad es muy complicado, por eso los niños requieren más protección”, declaró. Derivado de las distancias y las condiciones geográficas de la entidad, ésta ocupa un peldaño importante a nivel nacional: el primer lugar en deserción de instructores comunitarios, sobre todo en la zona Pacífico norte. “El caso de aquí es el estado más alto en deserción, hemos logrado disminuir un poco, el 2%, pero es un estado que prácticamente estaba en el 28%; 28 de cada 100 desertan, hemos disminuido, pero nos falta más trabajo. La zona norte está muy compleja para ellos, y los chavos no todos se quedan, después de conocer sus condiciones”, resaltó Viggiano. Por ello se han entregado estímulos económicos a 500 instructores comunitarios, pero no es suficiente para garantizar que continúe la mejora constante en instructores del CONAFE. “Mejorándoles el estímulo económico, dándoles condiciones para que transporten mejor, se alimenten mejor, más acompañamiento, más capacitación, mayor reconocimiento… son muchas cosas, son jóvenes, viven una etapa compleja; es decir, requieren mayor acompañamiento y hay que entenderlos desde su edad, cuáles son sus sueños, anhelos, preocupaciones. Eso estamos haciendo”, sostuvo la directora general del Consejo Nacional de Fomento Educativo. Para concluir, informó que a los instructores se les dio un estímulo económico de 3 mil pesos y el incremento del 30% en la beca mensual que reciben por apoyo a la educación en zonas rurales. Y aunque reconocen que estas medidas no son suficientes, sí mitigan un poco sus necesidades.