En 2010, una nueva ola de eventos masivos acaparó a los espectáculos en el Centro del país, en una racha que se vislumbró como el renacer de los festivales de música. Sin embargo, de los surgidos con el optimismo a tener ediciones año tras año, solo el Corona Capital consiguió su permanencia, gracias al puente que creó con un público fiel, su programa internacional e interés en auto perfeccionarse para seguir creciendo; cuestión que ha logrado a paso lento pero constante. De su primera edición, en la cual congregó a 50 mil personas, a la realizada en 2013 con 80 mil asistentes, las variantes positivas en otros aspectos también se han dado, entre éstas, el cambio de su programa a un formato que se apega más a lo meramente internacional a partir del año pasado, en el que solo Danny Brand representó a México como relevo a ausencias de última hora. Anteriormente, de ocho a catorce propuestas nacionales se incluían en el cartel. La modificación en primera instancia fue criticada como falta de apoyo al talento local, pero la realidad es que el Corona Capital se mantuvo firme en el anuncio de 2014 y sigue en su plan de ser el festival que hacía falta en el país; ese que le abre las puertas a cantantes y bandas que difícilmente, de otra forma nos visitarían. Entender al Corona Capital como lo que es no ha sido completamente fácil, principalmente por no tener un referente de esa dimensión realizándose en territorio mexicano. Pero eso no le quita mérito, al contrario, dicha desventaja la usó a favor para convertirse en el parte aguas de una logística de masivos que hoy replican la incursión de grupos extranjeros como actos principales, tal es el caso del festival Vive Latino, que también se realiza bajo la producción de OCESA. Otros factores en los que ha buscado mejorar, es en los mecanismos de entrada. De hacerse con el habitual boleto impreso, a retirar éste en la puerta para sustituirlo por una pulsera de tela con una placa con código de barras, esta vez existió la opción de canjearlo previamente por el Brazalete Corona, que no es más que una pulsera inteligente que, además de permitir al usuario el entrar al recinto, lo deja interactuar directamente con su cuenta de Facebook, y más importante, hacer pagos si con anticipación se le abonó dinero, o si en el momento desea hacerlo en alguno de los cuatro puntos de recarga que existirán durante el evento. Los tres beneficios que concentra el brazalete son una forma más de amplificar la experiencia de la gente en el Corona Capital, no obstante, habrá que esperar para saber qué tan bien se logra la incursión del método en México, partiendo de que su anuncio se hizo con premura y el canje comenzó antes de que la página oficial tuviera listo el apartado de activación, lo que de entrada generó molestia entre los primeros en sumarse al proceso. Como un servicio necesario en la actualidad, igual que desde su primer año, la organización del festival dio a conocer su aplicación para celulares. De una interfaz poco amigable y muy básica en sus inicios, ahora por lo menos la versión en turno contiene más datos y su navegación no es tan plana. Consultar horarios generales o por escenario, detalles de boletos, las noticias más recientes por parte de los organizadores, el mapa de distribución de la Curva 4 del Autódromo, ver galerías de años pasados y tener interacción vinculada a redes sociales, son parte de las opciones que brinda una vez descargada en equipos con sistema operativo Android e iOS. Por otro lado, si hay algo que debe destacarse a lo largo de las ediciones del festival Corona Capital, es el trabajo que han hecho por mantener un saldo blanco hasta la fecha, contexto que dada la cantidad de asistentes y dinámica de flujo en el terreno, se vuelve complicado de controlar, pero han logrado mantener con personal capacitado y varias zonas de servicio médico distribuidas en diferentes puntos, en caso de que alguien los necesite. Finalmente, y como una de las cuestiones más importantes cuando se trata de un festival de música, Corona Capital ha aprendido de sus errores en cuanto a la ejecución del sonido en los escenarios, logrando disminuir las fallas en las últimas ediciones al hacer posible que éstos no se empalmen entre sí, ya que a pesar de que las distancias entre escenario son bastante amplias, el hecho de ser al aire libre hace más vulnerable ese aspecto. Garantía musical De tener conciertos con artistas importantes, pero aislados de compartir escenario con más colegas, iniciativas chicas dedicadas a ciertos géneros y festivales que solo realzaban al talento latino, con el Corona Capital la Ciudad de México pasó a beneficiarse de lo que implica un verdadero festival de música. Es decir, acercó a sus asistentes a disfrutar la experiencia de escuchar en vivo a bandas de renombre que encabezan los carteles más importantes de música alrededor de mundo. En 2010, Pixies, Interpol, Metric, Regina Spektor y Minus The Bear, por mencionar a parte del programa, tuvieron a su cargo esa primera aproximación con el público nacional, logrando una aceptación inmediata entre miles. Un año más tarde el anuncio de Portishead, The Strokes, Moby, Editors, Santigold, The Rapture y El Columpio Asesino como principales, redobló el entusiasmo del festival que para su tercer año, amplió su realización a dos días. The Black Keys, New Order, My Morning Jacket, Franz Ferdinand, Snow Patrol y Cat Power, fueron de los proyectos que inauguraron la nueva dinámica, manteniendo un line-up de primer nivel. Mientras que para 2013 los encargados fueron nada menos que Arctic Monkeys, Sigur Rós, Vampire Weekend, Queens of the Stone Age, Blondie, M.I.A, Travis y Phoenix. Este sábado 11 y domingo 12 de octubre, Belle & Sebastian, Beck, Damon Albarn, St. Vincent, Metronomy, Kings of Leon, Weezer, Massive Attack, Jack White, Black Kids y Conor Oberst, representan una parte de la prometedora quinta edición del Corona Capital, festival que sin duda está cada vez más cerca de sus similares en otros países.