El polémico proyecto minero ‘Los Cardones’, el cual ha puesto en jaque a las autoridades ambientales y del Gobierno de Baja California Sur, quedó suspendido, pero no por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), sino por los propios empresarios que decidieron no continuar con el proyecto. Juan José Guerra Abud, Secretario de la SEMARNAT, informó que “se ha hecho público por parte de la empresa, que se suspende el proyecto minero Los Cardones. Fue decisión de la empresa. Lo que yo les puedo decir es que cualquier proyecto que se nos está presentando lo tenemos ir evaluando en términos de ley, y en términos de las normas que rigen en el país, así hemos actuado y así se va a seguir actuando”, externó. Reconoció que no hay el sustento jurídico para que el proyecto se cancelara y si está detenido, es por decisión propia del empresario, sin embargo, dijo que también se debe a las revisiones que la dependencia realizó a nivel central. Por otro lado, el gobierno de Marcos Covarrubias, dio “un respiro”, ya que la decisión de la empresa regresa la tranquilidad a los sudcalifornianos. “Había una gran intranquilidad, y por supuesto ya se venía generando cierta inconformidad en las calles, que es el tema de la suspensión del proyecto minero Los Cardones, de verdad llévele nuestro reconocimiento al Presidente de la República, por su sensibilidad atender este tema, y que aseguro que va a dejar muy tranquilos a los sudcalifornianos”, refirió. El término ‘suspendido’ quiere decir que el proyecto se encuentra en cierta manera detenida, pero este pudiera reanudar el proceso de evaluación y continuar con los trámites, ya que ni la misma SEMARNAT logró un instrumento jurídico necesario para la cancelación del mismo. Al término de la reunión, un grupo reducido de manifestantes llegaron hasta el filtro de seguridad de la sala de Gobernadores del Gobierno del Estado, punto donde se desarrolló la rueda de prensa, ahí los quejosos consignaron: “Cancelación, no suspensión”, “Empleado de Salinas, no queremos minas”; sin embargo, el funcionario federal abandonó de inmediato del palacio de gobierno a escondidas de los protestantes.