Por primera vez en Tijuana se efectuó un festival de música a la altura de la ciudad, esa metrópoli melómana, creativa, y musicalmente educada, cuyos límites fronterizos le permiten convivir con las músicas del mundo y la industria del entretenimiento. “Somos América” llegó a Tijuana y se fue en un abrir y cerrar de ojos, apostando todo por unir los géneros musicales con grandes ponentes del rock, el pop y sus melosidades, las fusiones electrónicas, y la tradición de la música norteña. Sonaron los acordeones, las guitarras, el saxofón, los teclados, el bajo, los tambores, y el cántico de los poco más de 10 mil tijuanenses que – la mitad de lo esperado –, empezaron la jornada deleitándose con el romanticismo de Enjambre, seguido por el pop de la tijuanense Julieta Venegas, el nostálgico regreso de Zurdok a los escenarios, la fiesta electro-norteña de Kinky, la majestuosidad de Los Tigres del Norte, y culminaron con el contestatario e irreverente rock de Molotov. Ocho horas continuas de ofrendas a la música, en una ceremonia donde la celebración a la lucha de los migrantes se quedó en los discursos, donde la problemática social pasó de largo sobre el templete, pero no así la apuesta por un elenco de calidad, tarea loable de Apodaca Representaciones, empresa regiomontana que ‘se jugó un volado’ con un repertorio representativo de la industria, pero que entre sus promesas dejó fuera a Los Amigos Invisibles, Hello Seahorse, y A Band Of Bitches. “Somos América” estremeció la noche del primer viernes de octubre y madrugada del sábado, pero Tijuana le quedó a deber por su convocatoria. Llegó como un festival itinerante que primero pasó por Toluca y Puebla, y continuará en Aguascalientes, llevando el concepto de representar el amor y la hermandad por el continente americano, pero en Tijuana quedó en deuda. Faltaron los bailables, los actos culturales, y la serie de documentales sobre los migrantes, quedaron fuera de la agenda. Entre promesas incumplidas, y una ciudad que no supo apreciar la edificación del festival “Somos América”, éste quedará en el limbo, sin convencer del todo, pero como la mejor oferta-festival en la historia de la región, pero también habría que cuestionar si la promoción y publicidad fue la adecuada y suficiente, pues el elenco debió convocar el doble de los que se dieron cita en el Parque Morelos, sin embargo, la logística y puntualidad de los accesos y las presentaciones en vivo dejaron buen sabor entre los asistentes. Sin duda, musicalmente “Somos América” será recordado por el regreso de Zurdok a los escenario trayendo a la vida temas como “Abre los ojos”, “Si me advertí”, “Estático”, y “¿Cuántos pasos?”, además de la actuación inigualable de Los Tigres del Norte, quienes no se cansaron de complacer la solicitud de canciones de los rockeros con temas como “Contrabando y traición”, “La mesa del rincón”, y “La banda del carro rojo”, entre otras.
Publicidad
