16.8 C
Tijuana
miércoles, octubre 2, 2024
Publicidad

Los normalistas están muertos: criminólogo Alfredo Rodríguez García

Nutridas manifestaciones en diferentes ciudades del país piden justicia por la desaparición y posible asesinato de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa. Las autoridades no dan resultados convincentes al cumplirse casi un mes de los hechos. En cambio crecen las voces que afirman que los normalistas ya están muertos. En México las movilizaciones aumentan en número de eventos y de participantes. En Guerrero los estudiantes, maestros y población en general se manifiestan por las calles o toman las sedes de los ayuntamientos más importantes, como Iguala y Acapulco. En algunos casos han causado incendios u otro tipo de destrozos. En Baja California, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Puebla, Oaxaca, Morelos, Estado de México y el Distrito Federal hay réplicas de las protestas, pero de manera pacífica. En lugares del otro lado del océano, como Alemania, Austria, España, Francia, Inglaterra o Italia hay reuniones y marchas para exigir justicia en este caso. En nuestro continente las expresiones llegan desde Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Nicaragua y Venezuela. Ya no se diga de los Estados Unidos. Simplemente impresionante. Mientras las investigaciones marchan con la lentitud de las telenovelas mexicanas. Aún no son localizados los jóvenes desaparecidos, aunque ya recayó la autoría intelectual de los hechos en el prófugo alcalde de Iguala con licencia, José Luis Abarca Velázquez y su esposa, María de los Ángeles Villa Pineda, hermana de los líderes de la organización criminal “Guerreros Unidos”. También es responsable el director de la policía municipal, Francisco Salgado. El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, reveló que el móvil del levantón de los normalistas fue para que no “sabotearan” el informe de labores de la señora Villa Pineda, presidenta del Sistema DIF de Iguala, tal como ocurrió un año antes, en julio de 2013. Presuntamente los estudiantes fueron sometidos por la policía local y después entregados a un sujeto identificado como “El Güero Gil”, lugarteniente del grupo criminal que encabezaba Sidronio Casarrubias y que tenía problemas con la banda de “Los Rojos”. El primero de los mencionados no ha sido capturado; Sidronio ya está preso en el penal de máxima seguridad “Altiplano”, en Almoloya de Juárez. En total, en diferentes prisiones hay 52 personas relacionadas con el caso. Las declaraciones del padre Alejandro Solalinde al iniciar la cuarta semana de octubre dieron pie a la participación ciudadana en las movilizaciones. El activista en derechos humanos, principalmente de los migrantes, dijo que a los desaparecidos los quemaron vivos en una pira humana y después los sepultaron en fosas clandestinas cerca de Iguala, pero las autoridades no se animan a informarlo públicamente. El sacerdote se ha presentado a la PGR a declarar, y ya se reunió con el procurador Murillo Karam. Entrevistado sobre esta declaración y la marcha de las pesquisas, el experto forense Alfredo Rodríguez García, con experiencia de tres décadas en el ámbito criminal de México y otras partes del mundo, valida las declaraciones de Solalinde y expone sus propias hipótesis, pues apoya a organismos internacionales en las investigaciones de Iguala. Rodríguez García es criminólogo, criminalista y Doctor en Medicina Forense por la Universidad Complutense de Madrid, de donde ha sido profesor huésped. Entre sus actividades profesionales laboró como perito y director operativo del Servicio Médico Forense en Jalisco y como médico examinador de la escena del crimen, adscrito al Servicio Forense del condado de San Diego, California, a finales de la década anterior. Actualmente profesor investigador del postgrado en Medicina Forense de la Universidad de Guadalajara, el galeno se encuentra ante un panorama desolador, tan o más grave que el caso de las muertas de Ciudad Juárez, en el que asesoró al Gobierno del Estado de Chihuahua. A pesar de tanta experiencia, cientos de necropsias practicadas, la reconstrucción y “plastinación” de cadáveres, bombazos, cruentas balaceras, magnicidios y todo tipo de escenas del crimen observadas, el científico no deja de sorprenderse. Aquí lo platicado con él. —Doctor Alfredo Rodríguez García ¿cuál es su opinión como gente de las Ciencias Forenses de los sucesos de Guerrero? “Hay que retomar primero la parte de los antecedentes, que normalmente nosotros cuando trabajamos para dar opiniones y llegar a la verdad, se toma en cuenta los antecedentes del hecho o delitos, la investigación en el lugar de los hechos y la aplicación de la Ciencia Forense. Esas tres partes se analizan en su conjunto. “Yo había comentado por ahí en una conferencia donde me habían preguntado mi opinión de lo que estaba pasando con esto de las desapariciones de los chicos de la Normal de Ayotzinapa. Yo creo que la hice cuatro, cinco días después de sucedido y mi opinión fue muy cuestionada porque yo dije que ‘estaban muertos’. Y entonces, se me cuestionó sobre por qué había yo opinado eso y, bueno, con base en las reglas de la seguridad y la experiencia, si cuando una persona desaparece dentro de las primeras 10 horas no hay ningún contacto, ni de solicitud de rescate, ni de demandas o algo así, las cosas son demasiado graves –eso después de 10 horas–. Aquí estamos hablando ya de varias semanas de estas personas desaparecidas y todavía se sigue insistiendo, incluso hasta con promesas, que podrían localizarse vivas, cuando lo más probable es que esta gente fue ejecutada y están fallecidas, ¿no?”. — ¿Cuáles serían esos antecedentes a los que hace referencia? “El asunto es, primeramente, la base de dos grupos criminales diferentes. Uno, manejado por la gente del Ayuntamiento de Iguala y otro, una infiltración dentro de los grupos de normalistas, que por ahí había dos o tres gentes, que estaban vinculadas a un grupo antagónico y la situación de la participación de estos chicos en el evento de la esposa del alcalde, que fue el detonante y donde ella llama por celular para (que) no fuera molestada durante su informe del DIF, le ordena al marido de que ponga paz e incluso le menciona que esos son los mismos líderes que han estado ocasionando bastantes problemas en el municipio y entonces da la orden de que los levanten y los eliminen. Cuando después, en los grupos se detecta que, entre los normalistas había alguien que tenía vínculos con uno de los grupos criminales, antagónicos al de los Guerreros Unidos, se gira la indicación de que sean ejecutados”. — ¿Es normal la tardanza en las investigaciones para identificar los cuerpos encontrados hasta el momento, con todo y que participan médicos forenses y peritos de otros países? “Grave es que, en las primeras fosas se hayan encontrado hasta ahorita 28 cadáveres y hay otras cuatro más que posiblemente ya rebasen los 70 cuerpos, esas personas no murieron de neumonía, ni de infarto, en muchas de ellas hay mutilaciones, tortura y algunos de ellos fueron quemadas”. — ¿Es posible, es viable, la versión del padre Solalinde, de que los estudiantes están muertos y fueron quemados vivos? “Hay una información verídica del padre Solalinde, al que los sobrevivientes le narran cómo algunos de los normalistas fueron torturados y puestos en un sitio donde se cavó un foso y se colocaron hierbas y otras cosas, se les puso gasolina y algunas personas fueron ahí colocadas, unas incluso estaban vivas y les prendieron fuego. “El gobierno federal no admite ahorita y de hecho si te fijas, en todas sus intervenciones declaran que ‘se está investigando’. ¿Cómo es posible que a estas fechas se diga eso? Yo estoy comisionado por Amnistía Internacional y por la ONU porque estamos encima de este asunto para hacer una revisión detallada de algunas cosas. Y bueno, pues se hicieron mal los procedimientos de las exhumaciones. En México no hay antropología forense y hasta la fecha no se ha podido terminar un banco de ADN de desaparecidos”. — ¿Cuánto tiempo más habremos de esperar para conocer la identidad de los cuerpos encontrados en tumbas clandestinas? “Ahorita lo más sencillo es tener el ADN de las 43 madres de los desaparecidos y confrontar ese material genético con todas las personas que se han encontrado en las fosas. Esta información todavía no se traslada, porque grave es que estén desaparecidos…y más grave va a ser en cuanto el gobierno reconozca que están muertos. Entonces ahora es el dilema. Por un lado, existen grupos de los forenses que fueron invitados, porque igualmente que en Ciudad Juárez llegó gente de Argentina –porque los familiares no tienen confianza ni en gobierno del estado ni en el gobierno federal– y, entonces, hay un grupo de expertos forenses y ellos traen una línea de investigación diferente y se está cuidando de que esa información no se dé a conocer”. — ¿Qué tanto influirá la presión internacional para que se den a conocer resultados de las investigaciones creíbles de parte de las autoridades nacionales? “El problema de esto es que, si se logra tipificar el delito de genocidio, porque ahora la Corte Penal está revisando lo que está pasando en México y en Europa se hizo una reunión de todos los parlamentarios para determinar qué se va a hacer en relación con los acuerdos y los convenios internacionales firmados por México, somos ahorita el ojo del huracán a nivel internacional, más que otros países que habían tenido tantos problemas de violencia, porque aquí son, aparte de lo de Tlatlaya donde los militares ejecutaron a la gente parada, los fusilaron abiertamente por esta situación, y, la PGR reconoció que fueron ejecuciones sumarias o extrajudiciales, y que ya hay militares detenidos y procesados, se aunó lo de Guerrero. Es la herencia, pues. Guerrero siempre ha tenido, desde la época de Aguas Blancas, la situación de los campesinos, la exterminación de los guerrilleros de los setentas y ahora lo de los normalistas”. —Doctor Rodríguez, ¿definitivamente están muertos los estudiantes desaparecidos? “Te digo sin temor a equivocarme, ojalá y me equivocara, que estuvieran con vida, pero con base en mi experiencia y la situación de lo que más o menos he estado visualizando, están muertos todos ellos y el problema es que se me hace raro que no los puedan encontrar”. — ¿Es tan difícil encontrar a los normalistas o sus cadáveres en esa geografía de Guerrero, aun con tanta gente buscándolos en diversas regiones? “No se requiere que vayan a buscarlos metro por metro. Al estar detenidos los policías involucrados de Iguala y de Cocula, algunos de ellos ya dieron la información de los que están en fuga y de otras gentes. Ya se tiene información de quiénes son y qué pasó. Incluso, ya se localizó el vehículo en el que los llevaban. Ellos no están vivos. Nadie de esa gente está viva. Los eliminaron. Pueden estar enterrados, eso es lo más normal, o Guerrero tiene mucha playa y pudieron haber sido arrojados al mar, ésa es la otra opción. Entonces, aquí lo que se tiene que trabajar es la investigación de detenidos, instrucciones de trabajo, de inteligencia, para tratar de rastrear informaciones de llamadas telefónicas y otras cosas más para ver de posibles sitios donde pudiesen estar los cuerpos de los normalistas.” “Ahorita ya se pudo conocer por lo menos hasta dónde llegaron. Ya hay una casa por ahí localizada donde se encontró el vehículo grande de redilas en donde trasladaron a los 43 y de ahí posiblemente se separaron por grupos, líderes y gentes más importantes del grupo del crimen organizado y esa gente fue sometida a tortura y ejecutada. Hay ya una imagen por ahí, de una persona a la que le recortaron parte de la cara, igual que lo que ha pasado en Acapulco, y no me queda duda de que es uno de los normalistas, que no se ha querido reconocer”. —Según su experiencia, ¿dónde podría ocultarse tanto cadáver si hay muchos cientos de pares de ojos buscándolos? “Pueden estar enterrados. Pueden haber sido desmembrados. Hay zonas donde hay animales salvajes y los cadáveres pueden ser víctimas de la depredación. Algún sitio donde pueda dejarse algún cuerpo y en pocos minutos ser tragado por la fauna propia del lugar también, donde hay animales salvajes como felinos, cocodrilos y otras situaciones. Y los que no dejan nada de evidencia. Recuerdo haber visto un sistema, en el que los buitres, de esos tipo cóndores, acababan con una persona a la que dejaban desmembrada y se la comían completamente, trituraban los huesos y se comían todo prácticamente, y no dejaban ningún indicio. Entonces yo estoy hablando de diferentes líneas de investigación. Pudieron haber sido inhumados, incinerados, arrojados al mar o en un sitio donde la fauna propia de la localidad hubiera exterminado los cadáveres de los jóvenes”. — ¿Se descarta el uso de ácidos o solventes para deshacer los cuerpos? “Aquí no se han encontrado indicios del fenómeno del ‘pozoleo’ de cuerpos. Estos grupos criminales y estos hechos son totalmente diferentes a lo que pasó en Tijuana y en otros lugares. Aquí utilizan ya sea incineraciones con hogueras enormes o sepulcros, o ríos o mar y otro tipo de desaparición de las personas y, bueno, se han encontrado tantas fosas, lo grave es que todas las fosas tienen cadáveres. —Usted ya lo ha visto casi todo en 30 años de hechos criminales. ¿Qué es lo que sigue con todo esto que está pasando en Guerrero y otras latitudes de México? “Lo interesante es ver, el reto que tiene el gobierno federal ahorita y sobre todo la PGR para determinar quiénes son estas personas de las fosas y cuánto tiempo tienen ahí. Un trabajo importante que podría dar lugar a modificar, a especializar y, a tratar de dar entrada a un nuevo modelo de especialidades de las ciencias forenses, sistema de conservación de cadáveres y otras cosas que no tenemos. Tenemos que identificar a todos los desaparecidos en México. Eran 27 mil. Supuestamente la PGR localizó 10 mil que estaban todavía vivos, entonces nos quedan como 17 mil que hay que buscar en el país. Desaparecidos que deben estar muertos”. Ángel Aguirre, un turbio gobernador menos  Finalmente, Ángel Aguirre Rivero hizo caso a las diferentes voces que exigían su salida de la gubernatura del Estado de Guerrero, y ayer jueves 23 de octubre, solicitó licencia a su cargo. En conferencia de prensa, anunció que la licencia requerida obedece a la necesidad de favorecer el clima político y esclarecer los hechos en los que 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecieron hace casi un mes, en Iguala. La salida de Aguirre Rivero estaba cantada, solo era cuestión de que se oficializara, luego de la fuerte presión de múltiples sectores que incluso exigían la desaparición de poderes en la entidad. Después de varias semanas de defender su cargo y asegurar que solo dimitiría si los guerrerenses lo pedían, durante los últimos días Ángel Aguirre se mantuvo alejado de los reflectores. Políticos de  diversas fracciones, incluidos miembros del Partido de la Revolución Democrática, habían pedido al jefe del Ejecutivo estatal valorara su permanencia en la gubernatura, dado el clima de violencia que sigue creciendo en algunos puntos geográficos del estado meridional. Aguirre Rivero niega que la atención se centre en el asunto político, ya que lo más importante debe ser la continuidad en la búsqueda de los estudiantes desaparecidos. Todavía horas antes del anuncio de la licencia al cargo, grupos de estudiantes, maestros y miembros de la sociedad en general se manifestaron en calles y ciudades del país para exigir la renuncia del gobernador y que los normalistas sean devueltos con vida a sus familias. Con esta separación de Ángel Aguirre de la función pública durante 30 días, se diluye la posibilidad de que desaparezcan los poderes en Guerrero. Al vencerse el plazo, el ahora gobernador con licencia podrá solicitar una nueva, pero definitiva. En su mensaje, el político agradeció a los guerrerenses que lo acompañaron durante su administración, a los órganos políticos que lo apoyaron e incluso a las personas que no creían en él. El secretario de Gobernación de Guerrero, Jesús Martínez Garnelo, quedará al frente como encargado de despacho, en sustitución del mandatario con licencia, en tanto el Congreso estatal designa un gobernador sustituto, lo que podría suceder en las próximas horas o días. Desde Tijuana por Ayotzinapa En apoyo a las protestas a nivel nacional e internacional exigiendo la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, aproximadamente 250 personas, entre estudiantes de diversas universidades y grupos de sociedad civil, salieron a marchar a las calles de Tijuana. Los indignados por la violencia en el Estado de Guerrero se concentraron la tarde del miércoles 22 de octubre en el monumento a Cuauhtémoc, sobre Paseo de los Héroes, para después marchar hacia el evento Tijuana Innovadora y dirigirse al edificio de la Procuraduría General de la República (PGR). Convocados a través de redes sociales por el Frente Único de Lucha, aproximadamente a las 6:30 pm, los asistentes emprendieron el camino hacia el Centro Cultural Tijuana (CECUT), postrándose frente al Cine IMAX, mientras niños de secundaria que visitaban Tijuana Innovadora se concentraron para verlos, a la par que policías municipales custodiaban vallas y accesos. Luego de 20 minutos de diálogo con fuerzas municipales, los manifestantes dieron un pase de lista e hicieron lectura de un pronunciamiento en el que repudiaron los actos cometidos en Iguala y pedían castigo. Por su parte, los asistentes a TI mostraron su apoyo con aplausos y eco a las consignas. Nuevamente, el contingente emprendió el camino, rumbo a la PGR. Al llegar, pidieron que el delegado de federal saliera; solo una persona buscó el diálogo, siempre tras las rejas que permanecieron cerradas en todo momento, pero se refugió al interior del edificio luego de que varios manifestantes se acercaran a colocar un cordón de fotos con los rostros de los normalistas de los desaparecidos. En altavoz hicieron pase de lista, calificaron como “crimen de Estado” lo ocurrido en Iguala y exigieron castigo para el Presidente Enrique Peña Nieto y autoridades de Guerrero, al considerarlos como verdaderos responsables de la desaparición.  “¡Va a caer, va a caer, Peña Nieto va a caer!”, fue el grito que se pronunció al unísono al concluir la marcha, de la cual las autoridades policíacas no registraron incidente alguno. Hoy viernes 24 de octubre, estudiantes, maestros y trabajadores de El Colegio de la Frontera Norte (El COLEF) acordaron realizar un paro simbólico, entre la 1:00 y 3:00 pm, en apoyo a los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural “Isidro Burgos”. En tanto, el domingo 26 de octubre a las 11:00 am, en el Parque Teniente Guerrero, se llevará a cabo una asamblea interuniversitaria en la que participarán alumnos de UABC, UPN, ITT,  Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”, entre otras instituciones educativas.  Por su parte, el Movimiento Estudiantil UABC Tijuana en solidaridad con Ayotzinapa, señaló estar pendiente de la movilización que se realizará el día 2 de noviembre, en coordinación con estudiantes de Ensenada y Mexicali.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas