Lesionado por explosión de cilindro en mal estado, Zeta Gas le ofrece reposición del tanque

El 3 de junio de 2012, mientras cambiaba un cilindro de la compañía Zeta Gas en su hogar en Tijuana, Álvaro Aguíñiga se percató de que el cilindro presentaba una fuga, por lo que indicó a sus familiares salieran de la casa, mientras él continuó tratando de contener el gas a presión. Una explosión le provocó quemaduras de segundo y tercer grado en sesenta por ciento de su cuerpo, principalmente en brazos y piernas. Las llamas también consumieron parte de la fachada de la vivienda ubicada en la colonia Lomas del Porvenir. El incendio fue rápidamente controlado por los vecinos. Integrantes del Cuerpo de Bomberos de Tijuana, quienes se presentaron minutos después, consideraron en su parte oficial que el cilindro de gas se encontraba “en mal estado”. Aguíñiga fue trasladado al Hospital General para recibir atención médica, donde permaneció por la gravedad de sus heridas. Por su condición no le fue posible acudir al Ministerio Público para presentar una denuncia, por lo que su esposa Margarita Méndez acudió, al día siguiente del accidente registrado. De esta forma, se inició la averiguación previa número 5294/12/211 por el delito de daños. Posteriormente, fue agregado el delito de lesiones, luego de que éstas fueran certificadas. Por concepto de honorarios por cuidado y tratamiento, estudios y medicamentos, Aguíñiga afirma haber pagado una suma cercana a los 300 mil pesos, cantidad que representaba el ahorro de su familia. Durante la integración de la averiguación previa, el Ministerio Publico citó en dos ocasiones distintas a quien fuera el representante legal de Zeta Gas y posteriormente a Carlos Manuel Pérez González, quien fue el repartidor que vendió de manera directa el cilindro a Aguíñiga. Ninguno de los dos compareció. De cualquier manera, a Aguíñiga se le comentó la imposibilidad del ejercicio de la acción penal al no poder consignarse a una persona moral como sería el caso de la empresa Zeta Gas. A través de denuncias y quejas a través de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) y la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), Aguíñiga contactó a la empresa. El proceso de conciliación inició un año después de los hechos, el 3 de junio de 2013, pero el único resultado que el lesionado obtuvo fue la oferta de Zeta Gas de reponer el cilindro defectuoso. Por lo que el 4 de septiembre de 2013, el afectado demandó responsabilidad civil a la empresa Zeta Gas bajo la causa civil 1032/2013 en el Juzgado Cuarto Civil. El proceso se  encuentra actualmente en la etapa de desahogo de pruebas, pero el afectado denuncia una serie de irregularidades en el proceso. Entre ellas, el peritaje ofrecido por la contraparte, realizado por el ingeniero Francisco Javier Orduña Rodríguez, quien no dio constancia de su cédula profesional para acreditar su conocimiento técnico. Además, el peritaje realizado por Orduña Rodríguez se basó en las fotografías presentadas por el actor como medios probatorios, sin que el perito se apersonara en el inmueble ni tuviera contacto con el cilindro en cuestión, dictaminando que el incendio se había provocado en el interior de la casa, teniendo como origen la estufa. Cuando se suscitan este tipo de casos, Zeta Gas realiza un dictamen técnico para saber si tiene responsabilidad de ello, detalló el presidente de la División Noroeste de Zeta Gas, José González Rivas, en entrevista. De resultar responsable, la empresa procede a encargarse de los gastos que requieran la reparación del daño y la atención médica. Sin embargo, declaró que sobre este caso en particular, al estarse desarrollando ante una instancia jurisdiccional, la política de la empresa es no hacerse responsable de los perjuicios mientras no exista una sentencia condenatoria. Al cuestionarse a González Rivas sobre el mantenimiento que se le da a los cilindros, mencionó que éste no se da, sino que la política de la empresa es desechar todo cilindro que muestre imperfectos.