Fue un fraude del gobierno municipal del XX Ayuntamiento de Tijuana el contrato que realizó con la empresa Sola Basic, donde ésta se obliga a instalar 65 mil luminarias, la dadivosa administración pública que encabezó el Señor Bustamante, sin tener las garantías del cumplimiento del contrato, adelantó la friolera de una millonaria cantidad de 144 millones de pesos. Hasta hoy existen graves pendientes, falta instalar 6 mil lámparas, pero miles y miles de lámparas más se han fundido. Esto no es nada comparado con el broncón que tiene la empresa Sola Basic, porque sus lámparas se siguen fundiendo. O sea que la calidad de las mismas lámparas da mucho que desear, no tienen la resistencia para soportar el voltaje de energía que éstas reciben. La responsabilidad de ambas partes es enorme ya que además, gran parte de nuestra ciudad permanece a media luz, o sea que la intensidad de iluminación no es suficiente para cubrir los espacios necesarios, para garantizar la visualidad del automovilista y peatón. La falta de iluminación está a la vista de millones de ciudadanos de la otrora iluminada ciudad con las antiguas lámparas. Bajo estos argumentos de que nuestra ciudad estaba mejor antes que ahora, no existe una explicación lógica. El porqué de esa transacción millonaria en un contrato dudoso, que se sospecha de que existió mano negra y ventajas financieras para ambas partes. Nos queda claro a la población de Tijuana que esa falta de visibilidad en los oscuros bulevares y calles de las colonias de Tijuana, es la causa de que han incrementado la inseguridad y atropellamientos. Lo triste de este problemón es que la sociedad es la que está pagando con los platos rotos, porque los “mariachis” callaron, ya ningún gobierno y políticos reclaman o fincan responsabilidades, que en realidad tiene tanto la empresa Sola Basic como el XX Ayuntamiento del gobierno municipal pasado. La pregunta del millón, ¿por qué el Síndico Procurador del XXI Ayuntamiento de Tijuana no le dio seguimiento a la investigación que inició sobre este fraude mancomunado? La otra pregunta, señor “despreocupado”: ¿Bajo qué razonamientos de carácter oficial fue Usted presionado y convencido para que archivara este grave caso que dañó a la sociedad de Tijuana en general? Aquí en este caso, claro que existe una responsabilidad de inhabilitación y cárcel para los que intervinieron en la transacción del consabido contrato, donde no está justificada la millonaria cantidad que se pagó, por un servicio de iluminación que no está recibiendo la población, además que no se cumplió con lo prometido por el ex alcalde Carlos Bustamante Anchondo. Ramón Rosendo Otáñez Sánchez Tijuana, B. C. Correo: [email protected]